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Sunday, July 5, 2015

Cuentos logrados y Malogrados. Ficción Concreta.


Ya está a la venta en Amazon el libro de Luis R. Makianich versión Kindle,  ¨Cuentos Logrados y Malogrados¨, una compilación de relatos y cuentos que él llama de ¨ficción concreta¨, o sea ficción basada en hechos reales. Algunos de ellos yo los consideraría  surrealistas.


Luis Makianich es arquitecto argentino, ex profesor de diseño arquitectónico en la FADU, artista plástico y escritor.
La ilustración de tapa es una foto de mi galería en la National Geographic, y fue seleccionada por ser un elemento vegetal que parece cobrar vida animal con ¨ojos múltiples.¨
A continuación compartiré su cuento ¨Desolación¨ que fuera1er Premio en el I Certamen de Microrrelato “A Vuelo de Pájaro” de LetrasKiltras, Santiago de Chile 2009.

Su Pensamiento se había detenido cuando ella lo dejó. Al cerrar la puerta el reconfiguró el área de su nueva vida, circunscribiéndose a las dimensiones de esa habitación. Su mente reproducía continuamente los momentos que estuvieron juntos hasta el punto en que se estrellaban contra la superficie de la puerta, y por más que lo intentara, su imaginación no podía ir más allá. Todo un mundo se le había vedado y le dolía pensar en que le deparaba a ella detrás de la cerradura que él mismo se había fabricado para protegerla de su propia hostilidad. Alguna vez escudriñó alguna explicación en el reloj de pared pero no tuvo respuesta así como tampoco funciona ahora el intento de comprender el almanaque que pareciera burlarse de su ignorancia. “Es que el tiempo se detuvo para mí”, reflexionó… y la angustia acumulada no le permitía establecer aquellos momentos en el calendario. Empezó a extrañar la bebida blanca, aquella que le ponía significado a su vida. Se sintió atrapado en un corral que le impedía ir tras ella, creyó por fin que su amor por ella llegaría a enloquecerlo y no sabía por qué. Toda su vida pasaba por sus ojos continuamente, y se preguntaba qué fue lo que falló. Tal vez, la comunicación y se cuestionaba a sí mismo el no haberse propuesto comprender su lenguaje corporal. De pronto, comprendió que romper en llanto era la única solución a tanto tiempo de angustia y desolación. En medio del lloriqueo, se escuchan pasos detrás de la puerta cada vez mas apresurados…la puerta se abre enérgicamente y allí está ella…parada en el umbral, atrapándolo en pleno lamento desconsolado… Luego un silencio dramático se prolonga mucho más de lo que él hubiera deseado, y por fin ella exclama… ¿Pero mi amor, qué son esas lágrimas?... ¡Si solo tardé unos minutos en prepararte el biberón!

Wednesday, March 5, 2014

Leyendo al ¨filósofo¨ Philip Ottonieri. De la felicidad y la muerte.


Una combinación de azar y no-buen-ánimo me han llevado a la lectura de Essays and dialogues of Giacomo Leopardi; tranducido por Charles Edwardes (Publicado en 1882 por Trübner in London).
Entre los capítulos, me he detenido en ¨Remarkable sayings of Philip Ottonieri,¨ siendo éste un filósofo ficticio, pero ¨cuyas¨ ideas me han inquietado, porque me recuerdan algunas discusiones de filosofía popular con amigos.
Empezando por la relatividad de la felicidad. Me decía hace años, la esposa de un amigo adinerado, que la felicidad residía en una ¨jugosa cuenta bancaria,¨ a lo que respondí, que muchas veces nuestros obreros eran simplemente felices por tener un asado de falda humeando en la obra.
He aquí que el personaje Ottonieri, nos recuerda, como el chiste de nuestro comediante Calabró ¨que siempre habrá tiempos peores.¨

He considered the miseries of mortals to be incalculable, and that no single one of them could be adequately deplored. In answer to Horace's question, "Why is no one content with his lot?" he said: "Because no one's lot is happy. Subjects equally with princes, the weak and the strong, were they happy, would be contented, and would envy no one. For men are no more incapable of being satisfied than other animals. But since happiness alone can satisfy them, they are necessarily dissatisfied, because essentially unhappy." "If a man could be found," he said, "who had attained to the summit of human happiness, that man would be the most miserable of mortals. For even the oldest of us have hopes and schemes for the improvement of our condition." He recalled a passage in Zenophon, where a purchaser of land is advised to buy badly cultivated fields, because such as do not in the future bring forth more abundantly than at the time of purchase, give less satisfaction than if they were to increase in productiveness. Similarly, all things in which we can observe improvement please us more than others in which improvement is impossible. On the other hand, he observed that no condition is so bad that it cannot be worse; and that however unhappy a man may be, he cannot console or boast himself that his misfortunes are incapable of increase. Though hope is unbounded, the good things of life are limited. Thus, were we to consider a single day in the life of a rich or poor man, master or servant, bearing in mind all the circumstances and needs of their respective positions, we should generally find an equality of good throughout.


Sin embargo, la felicidad nos haría infelices, justamente, por la falta de la esperanza; nuestra alegría reside en la búsqueda perpetua de nuestro bienestar, o de mejorar nuestra condición. En otras palabras, tener un motivo para seguir adelante. Basados en este punto de vista, en el día de un hombre rico o pobre, master o sirviente, teniendo en cuenta todas las circunstancias y las necesidades de sus respectivas posiciones, podríamos encontrar una igualdad de bien.




De ahí he saltado a las consideraciones de muertes, que me han recordado a Nietzsche, con respecto a  sus palabras sobre ¨morir a tiempo.¨
Al respecto, Ottonieri dice que es mejor ver que la persona muera en su auge a verla morir devastada, de a poco, por una enfermedad, porque dicha transición en su vida, la transforma en otra persona que nos es ajena, que nos entristece, y nuestros afectos (de amor? de admiración?) se desvanecen, dejándonos sin consuelo. Y me pregunto si es falta de consuelo por nuestros propios sentimientos traicionados o la desafortunada situación del ser querido. O ambos.
Estos pensamientos se iniciaron en mi mente luego de escribir ayer un micro que fue casi como escritura automática, sobre una señora cuyo fin se da en el baño. La señora de mi micro aún está lúcida, y la muerte la toma por sorpresa, no tiene edad, es madura y su felicidad actual reside en recordarse de joven y activa.
Creo que mi micro ha sido un presentimiento sobre la lectura de Ottonieri........:

EL RESPLANDOR

Arrastrando las pantuflas, como tantas noches de rutina en los últimos años, prendí la luz del baño y me cubrí los ojos, enceguecida, adormilada. No es que tuviera alguna necesidad física, sino la urgencia psíquica de enfrentarme con la luz, que me rodeaba, me envolvía, y de a minutos me permitía entreabrir los ojos y evaluarme, frente al espejo. Arrugada, vieja, despeinada.
Me doy una segunda oportunidad y me reconozco en mi juventud, no puedo precisar la edad, pero las arrugas se ablandan, y la sonrisa se dibuja en mis labios, el pelo se oscurece, y soy tan feliz que quiero tocar mi propia imagen, en la superficie fría que, para mi sorpresa, no detiene mi mano, la absorbe, la envuelve; la luz me rodea y el espejo me devuelve millones de imágenes de mi cuerpo a través de los años, el piso cede ante el dolor, que me ataca como el resplandor, caigo y floto, me veo y me resigno.


Thursday, January 16, 2014

Segundos oníricos

Segundos Oníricos. Arte digital de Myriam B. Mahiques

Nos advierte Borges en su compendio de sueños históricos, que sólo los sueños enviados por Dios son los premonitorios; el resto, debieran desecharse porque no son más que la expresión de nuestras inquietudes y deseos. Así que no analizaré tu visita reciente, ni el abrazo o las palabras que jamás me ofreciste; disfrutaré la memoria de esos segundos oníricos y observaré las calles con atención, esperanzada por el reencuentro.

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Segundos Oníricos by Myriam B. Mahiques is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

Friday, January 10, 2014

YO, Turista.


El cierre con arenga de actores partidistas me dejó ese sinsabor del espectáculo convertido en circo, sin el pan, que ya no se consumía. Esa alegría de aplausos que borraba opresiones, se disolvió eficazmente en la formación del tumulto, una masa informe extendida en tentáculos que penetraban en los colectivos, y empujaban hacia adentro con la ferocidad del transporte público de África, según compararía una amiga.

Ningún taxi a la vista, no había necesidad, si más adelante la calle estaría cortada con gomas humeantes, en protesta a los políticos, cuyos mercenarios organizaban en represalia un ¨piquete¨ de palos y cadenas más allá; a lo lejos, los turistas bloqueaban con sus bolsos, indignados, queriendo volverse, y pasándolos, los policías, impasibles, sentados en la avenida, viéndolos a todos hacer y sin reaccionar, pues su sueldo no les admitía mayor riesgo ni esfuerzo.

Seguí avanzando, y actores solidarios me invitaron a presenciar un acto clásico, improvisado en un carromato en la calle, solución alternativa al teatro de los contrarios que no tenía luz –ni por ende ventilación-. Advertimos entonces nuestros desconciertos cruzados, yo ante el medievalismo vigente, y ellos ante mi expresión de enojo, y no de resignación ante los hechos cotidianos. ¨No debe ser de acá,¨ pensarían, y me dejaron el paso libre para que pudiera ver la perspectiva de la que fuera mi ciudad, la misma, pero más descascarada, olorosa, sufriente, sin autos, sin caras en las ventanas y muchas oteando entre la basura.

Identifiqué luego la torre de la Iglesia asomada en el perfil de ciudad dentada, la que tantas veces había visitado de paso por la plaza de las palomas, ya desplazadas por aves de carroña; el hito fue mi objetivo, tocar sus paredes y elevar una plegaria para que el autodestierro no duela, finalizar con ello mi recorrido y decidir, yo, turista, inmune entre otros, volver, sin mirar atrás.

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Thursday, August 15, 2013

El viaje de despedida 2

Niño jugando en el cementerio de Manila, Filipinas. Foto de Roland Nagy

Desde siempre ha sido difícil discernir cuando un niño está lo suficientemente maduro para participar de ciertos eventos sociales; ante la duda y el buen tino de no crear conflictos en momentos difíciles, el niño viajó en el auto con los primos segundos, detrás de ese vehículo negro que parecía decorado como de circo, leones tallados no le faltaban, ni ángeles que cuidaran de los mismos.
No obstante estaba creciendo, y se permitió esquivar la mano extendida del padre que lo alejó cortésmente de la ceremonia, caminando por senderos arbolados, hasta detenerse frente a la tumba.
No se sentía asustado, ya había pasado la prueba de las historias de terror en la horas tempranas del invierno en el aula a oscuras, mientras esperaban el toque de la campana. Ni se impresionaría con esa tumba abandonada del señor que había causado la congoja del padre. No, más bien sollozos, que dieron paso a lágrimas desmedidas y una mirada desolada que jamás le había conocido, ni él, ni su madre.
Un viejo amigo, se excusó. Y el niño, con el corazón carcomido por la inmensidad del descubrimiento de sentimientos implícitos en el mundo de los adultos, reflexionó que tal vez esas revistas prohibidas encerraran verdades aterradoras, más que el cuento de la mujer cataléptica resucitada.

Lea El Viaje de Despedida 1

http://theclubofcompulsivereaders.blogspot.com/2013/07/el-viaje-de-despedida-1.html


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El viaje de despedida 2 by Myriam B. Mahiques is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.

Sunday, August 11, 2013

El orgullo del arquitecto

Bones´wall. By Myriam B. Mahiques

Nosotras no hemos sido creadas, sino, como todo organismo, gestadas, desde el momento en que los esclavos arrastraron estas enormes piedras. Con ellas convinimos tomar la forma correspondiente a su tectonicidad; a cambio, les permitiríamos moverse libres en nuestro interior, para abrir y cerrar pasadizos a discreción. Con las enredaderas tortuosas acordamos nos escondieran, optando algunas por moldearse al laberinto vegetal, que desbarató su esqueleto pétreo, pero, en esencia, en lo oscuro de sus entrañas, aún permanecen allí.
No imaginó el arquitecto que seríamos muchas más en el mundo, atemporales, hermanadas en nuestros principios, distintas a la vista de quien permitimos nos descubra ocasionalmente; de lo contrario, no tendríamos razón de ser, ni gozaríamos de las opiniones de científicos y charlatanes, quienes nos han tildado de monumentos, observatorios, tumbas, y hasta de creaciones extraterrestres!
El arquitecto, desconocedor de nuestros acuerdos previos, creyó que sus planos eran respetados al detalle. Lo observamos disfrutar de la grandiosidad de ¨su obra¨, y el orgullo lo instó a contemplarnos desde afuera y desde adentro, incauto a nuestra estructura celosa que lo atrapó a él y sus trabajadores sin piedad; nos teñimos de su brillante rojo sanguíneo, devoramos sus huesos y los convertimos en parte de nuestros muros, dejando a los sarcófagos reales como excusa de nuestra existencia.
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Escuche el microrrelato ilustrado con fotos:

Friday, July 19, 2013

El viaje de despedida 1


Siempre sintió aversión por esos diseños de autos familiares alargados, fabricados a modo de mamushkas rusas con muñeca inerte en su interior, y ornamentos florales reales.
Bastaba con verlos pasar lentamente por las calles del barrio para ponerse en guardia; una nave que asomaba más o menos según los baches con los que coincidía; si su color era el bordó de moda, llevaba niños y un perro saltando detrás, si era negra, un difunto, quien sería saludado con el silencio de los vecinos parados respetuosamente en la puerta de calle o escudriñando tras las ventanas.

Y cuando el Caronte moderno de facciones pétreas se alejaba, disipándose en el aroma floral que persistía y los atontaba, ellos no reparaban en el destino final del viajero, sino se empeñaban en una conversación ligera que invariablemente incluía la crítica al Intendente, quien jamás se ocuparía de mandar a arreglar esas calles; lo importante de la cuestión era olvidar el vehículo, que les dejaba al deslizarse la estela de la mortalidad.

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Wednesday, July 10, 2013

Traiciones gatunas

Gata con sus crías en pastizales. Arte digital de Myriam  B. Mahiques

No obstante ser partidaria del folklore que asigna la traición a los felinos, he visto con mis propios ojos a la gata del terreno baldío arrastrando a sus crías, uno a uno colgados de sus fauces, hasta los altos pastizales que los protegerían del sol, en la parte más alta donde la máquina oruga compactaría el terreno para dejarlo en espera de los nuevos cimientos.

Vaya, no he recordado que además, los gatos son intuitivos.

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Friday, May 31, 2013

DISTANCIAS

Almejas bajo el agua. Pintura digital de Myriam Mahiques

Tu saludo ligeramente esquivo opaca mi alegría al volver a verte; lo acepto, porque a lo largo de los años he aprehendido y comprendido el abrazo, netamente americano y huidizo a los besos de mejilla.
Para volver a afianzar lazos, no se me ocurriría mencionar temas álgidos de políticas internas, mejor es buscar un espacio neutral, sin ciudades que te agobien o anchas autopistas en las que te sentirías flotar; te llevo a visitar la costa, que a ti, experta viajera, no sorprende, es como mis playas, dices –las nuestras, corrijo-, aunque aquí no quepa posibilidad de juntar caracolitos como cuando niñas. Caminamos con cuerpos inclinados según la pendiente, sin divisar playones para jugar a la paleta, ni rocas con graffiti, ni berberechos o almejas como las que cocinaban nuestras madres, escabechadas, o en pastas, dos variantes para las mesas repletas de comensales veraniegos.
Las olas van y vienen, llevándose consigo nuestras huellas; ya no veo el rastro de caminos andados; los ojos me lagrimean y culpo al clima seco, al viento de playas áridas sin carpas, rodeadas de viviendas de colores ocres-consorcio, donde mis pasos se enredan frustrados entre las algas tan infecundas como nuestra relación desgastada de primas-mejores amigas. Esta noche, no seremos más de cuatro a la mesa.

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Sunday, November 4, 2012

The Phoebe´s Nest

never hung upon a thorn. Not perfect yet, it seems, however, for that little feminine eye has seen the need of one more touch. Away she flies, and in a minute more a downy feather, tipped with iridescent green, is adjusted in the cobwebs.

Text by W. H. Morse. Illustration by W. Hamilton Gibson. From the book Pastoral Days or Memories of a New England Year. Chapter Spring. New York, 1881

Tuesday, October 23, 2012

Globos de color violeta


Sueño en violeta. Dream in purple. Arte digital de Myriam B. Mahiques

Me acerco a darte la bienvenida, qué placer encontrarte  luego de tantos años!  ¿Porqué sigues entrando a la casona distraído, sin reparar en mi presencia? Te observo frente al muro donde se proyectan mis recuerdos con fondo de música suave (vaya, no he dado permiso para exponerme así, públicamente), te veo sonreír y derramar alguna lágrima, al verme mucho más joven y mucho más vieja que cuando nos conocimos. Salgo al jardín, rodeo las mesitas donde los comensales se alimentan y beben de pie, no me convidan, de todos modos no siento hambre, y decido acostarme en el pasto húmedo, por suerte hoy no me afecta el frío del otoño. Apartada de la reunión, me embeleso ante los globos de color violeta que bailan entre los árboles; ya comienzo a comprender…. Sonrío pensando que alguna vez me quisiste.

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Tuesday, October 9, 2012

El pez y el niño

Ring going down the drain. Anillo cayendo por el drenaje. Pintura digital de Myriam B. Mahiques




El agua se desliza en la bañera, hasta cierto punto en que se concentra en la boca del desagüe donde intenta asomarse un bello pez de colores que puja por salir; no he de permitirlo porque morirías, pero me atraes y al menos te tocaré. Me sorprendes, porque ya no eres un pez sino un niño tan pequeño como un muñequito, que bien podría haber nacido en otras circunstancias. No te aferres a mi mano, porque no puedo dejarte salir, ya no nos perteneces niño de color rojo y azul como el mar y la sangre que te han envuelto; a cambio, he de dejar caer el oro de mi boda y se lo darás a tu barquero, para que te permita desandar las cañerías anegadas de nuestro pueblo.


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Thursday, October 4, 2012

Sueño del Río de la Plata

Sueño del Río de la Plata. Arte digital de Myriam B. Mahiques

Luego de varios intentos de atravesar la rampa, logramos acceder con el auto a la barcaza o catamarán que en realidad no lo era; y no tenía sentido nuestra incertidumbre sobre dónde dejar el vehículo, algún lugar habría entre esos dos pisos precarios de autos que se balanceaban al compás del movimiento monótono del río marrón. Arriba, los autos, abajo, nosotros, seres anónimos enmudecidos, apretándonos en la cabina que reptaba sobre el fondo de fango, ventanillas al ras del agua y ojos oteando la nada sin horizontes. El terror que se avecina junto con la noche, todos nosotros en algún lugar del Río de La Plata, acurrucados con el alma encogida, imaginando los cuerpos desaparecidos bajo los nuestros; daría cualquier cosa por avistar una línea de vegetación de donde aferrarme a la vida….

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Tuesday, June 12, 2012

El auto alemán

Cerebros conectados. Por Myriam B. Mahiques

Su vista recorrió la lista de autos en venta y se detuvo en el viejo modelo alemán. No es que estuviera tentada por un clásico importado, simplemente le atrajo jugar con la idea de poseerlo y marcó los dígitos. Dejó un mensaje, y la respuesta imperativa de fuerte acento europeo no se dejó esperar; creyó entender que el vehículo se había vendido, mas no lo confirmaría, las palabras se suspendieron en el enigma, y ambos confrontaron sus silencios, un anciano alerta por la vulnerabilidad de su escondite y una joven que se odió a sí misma por ser intuitiva; sin más, le dio las gracias y cortó con manos temblorosas.

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Friday, April 27, 2012

La moda de los microrrelatos y los ¨memes¨

El Pabellón Amarillo de la Feria del Libro Argentina 2012. Foto Revista Eñe

Me gustan los microrrelatos, leerlos y escribirlos. Porque de un golpe, tenemos una idea contundente. Si no hay tal idea, pues no es un microrrelato, porque dadas las características del mismo, no existe la posibilidad de un principio, un desarrollo y desenlace-fin.
Julieta Roffo, en su artículo para Revista Eñe,  dice que en el Espacio Digital del pabellón amarillo de la Feria del Libro en Argentina, se pueden ver y leer ¨microficciones, book trailers, memes¨.
Estoy un poco desactualizada con el vocabulario cotidiano de los jóvenes argentinos y no estoy segura si ¨memes¨ se refiere a la palabra que creó el biólogo británico Richard Dawkins, quien la define como ideas, frases que prenden, ropa de moda, etc, que se propagan de cuerpo en cuerpo como esperma:

¨Examples of memes are tunes, ideas, catch-phrases, clothes fashion, ways of making pots or building arches. Just as genes propagate themselves in the gene pool by leaping from body to body via sperms or eggs, so memes propagate themselves in the meme pool by leaping from brain to brain via process which, in the broad sense, can be called imitation. If a scientist hears, or reads about, a good idea, he passes it on to his colleagues and students. He mentions it in his articles and his lectures. If the idea catches on, it can be said to propagate itself , spreading from brain to brain... memes should be regarded as living structures, not just metaphorically but technically. When you plant a fertile meme in my mind you literally parasitize my brain, turning it into a vehicle for the meme´s propagation in just the way that a virus may parasitize the genetic mechanism of a host cell. And this isn´t just a way of talking - the meme for, say, ¨belief in life after death¨ is actually realized physically, millions of times over, as a structure in the nervous systems of individual men the world over.¨
(De Pi in the Sky. Capítulo Computability, compressibility, and utility. P.245. De John D. Barrow).

Richard Dawkins. Wikipedia.org

Volviendo al tema, es interesante ver que esta propagación mucho le debe a Internet y a la autopublicación, tema que discutíamos en el post anterior del futuro de los libros:

Uno de esos hitos es el surgimiento de la autopublicación: blogs que convierten a sus autores en referentes y pueden incluso agrandar el proyecto, como es el caso de la revista Orsai, del escritor Hernán Casciari. Otro ejemplo es la creación de los llamados “book-trailers”, un adelanto de la trama del libro narrada por su autor al que muchas editoriales apelan como publicidad –el sitio cuentomilibro.com, entre otras cosas, agrupa a varios de ellos–. Incluso plataformas como foros, enciclopedias colectivas o sitios de preguntas y respuestas apelan a la devolución de los lectores, como también ocurre con los comentarios en los sitios de noticias: la lectura implica respuesta. Las redes sociales juegan un rol fundamental: en Facebook se explora y desarrolla lo que algunos llaman el “boom confesional” y se crean nuevas narrativas, como los memes . Y en Twitter, la red de microblogging también revoluciona no sólo la lectura, en un tiempo real tan vertiginoso como inédito, sino la escritura, acotada a los 140 caracteres.
(Del artículo de Roffo)

Según estos párrafos, entonces ¨meme¨ es un tipo de narrativa que se pasa de un sitio a otro electrónicamente. Aclaro, también puede incluir imágenes, videos...
Sin embargo, Dawkins hace el término más extensivo y explica que la idea tiene que ¨prender¨ para propagarse. No creo que todos estos micros que están polulando por las redes sean fecundos en la pileta de genes literarios, muchos defectuosos estarán flotando inertes... 

Friday, April 13, 2012

Serpentina en Libertad

Serpentinas. Fractal generado por Myriam B. Mahiques

Cada martillazo en la tarima callejera fijaba aún más una idea que a través de los años se había vuelto obsesiva, tomaba forma a medida que la tarima de colores se erigía, se bamboleaba en su mente al son de las batucadas que ya se escuchaban tras las paredes del club del pueblo, y en el contexto de los preparativos, se soltó como serpentina, libre al fin.... Sintió el sudor correrle frío en la tarde de verano, y casi tartamudeaba cuando le dijo a su madre acerca del viaje de trabajo a la ciudad -por sólo unos días-, no la acompañaría este año a los festejos del Carnaval, siempre habría otra oportunidad; resignada, la viejita le vió encerrarse en la habitación, llamó suavemente a la puerta y le alcanzó una muda de ropa limpia a través, que él acomodó cuidadosamente sobre plumas, rasos y lentejuelas; cerró la valija y se despidió sin mirarla a los ojos.
  Safe Creative #1204131466837
Este microrrelato ha ganado el primer premio en el concurso ¨Carnaval¨ en Parnassus Patria de Artistas.

Tuesday, March 20, 2012

Juegos de Dominio

Olympus. Pintura digital de Myriam B. Mahiques


El alarido de la jirafa conmovió a la multitud que recorría por fuera la jaula urbana; algunos dijeron que gesticuló con terror humano cuando el tigre blanco saltó a su garganta; intentó correr, pero el recinto estaba atestado de animales, era un espectáculo inquietante verlos así, salvajes, restringidos en su albedrío, pero capaces aún de defender su territorialidad o su dominio entre las especies de su reino.
El dueño del circo gozaba del éxito de erigir la selva anómala de hierros y sangre, y partió lentamente a difundirla con los vagones de rarezas humanas, recorriendo las calles concéntricas de la ciudad amurallada. Los vítores, los aplausos, la música y las risas se fundieron con el llamado desesperado de los cuernos de los vigías en las torres, quienes soplaron con todas sus fuerzas al divisar la polvareda y sentir vibrar los cascos de caballos allende los muros, hasta en los meros cimientos de la ciudad. Más arriba, en el Olimpo, los dioses sonrieron y doblaron las apuestas.

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Monday, March 12, 2012

No quisiera importunarlos

Calavera de Quecholli. Manipulación digital de Myriam B. Mahiques

Las antiguas creencias establecen que el alma es inseparable del cuerpo, de allí la importancia del entierro, el encierro post mortem y el rito final; no se trata de demostrar los lamentos sino de contentar al muertito para que no vague etéreo por el mundo. Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa para el día en que salgo a la luz en el mes de Quecholli; no quisiera importunarlos, mas comeré de los frutos de vuestro trabajo, beberé el aguamiel de los héroes, me reiré de Ustedes con mi boca desdentada, los observaré ofrendarnos detrás de la máscara del diabillo, bailaré con la Parca, les haré cosquillas de papeles picados al aire, y cuando esté satisfecho, volveré a mi morada subterránea, a descansar un año más, mientras Ustedes sufren el día a día.
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Sunday, March 4, 2012

Ojos azules

Lluvia en el mar. Pintura digital de Myriam B. Mahiques
Y cuando creía que mi parte racional te había olvidado, allí estaban tus ojos, mirándome desde el semblante afable del empleado en el mercado; aunque sin el reconocimiento de nuestros momentos vividos, hubiera querido reflejarme en esos encantadores ojos almendrados y de un azul profundo como el agua del mar que envolvió tus cenizas.
Y cuando ya me había conformado con tus ojos, te hiciste presente de cuerpo entero, en mis realidades alternativas; me siento como un náufrago en el mar tormentoso que te devuelve en retazos... creo que me dejaré hundir, para finalmente encontrarte en el abismo.
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Friday, February 24, 2012

Casa de madera verde

Casa verde. Manipulación digital de Myriam Mahiques

Se llegaba a la casa de madera verde a través de la fábrica, esquivando cajas, balanzas, telarañas, caños y válvulas de todo tipo, hasta abrir la puerta a la derecha hacia la luz del patio trasero. Un par de escalones y el obrero ya estaba adentro, a tomar unos mates cada tanto con su esposa y recrear la vista con las láminas de los personajes de Walt Disney que eran también la diversión de su única hija, con quienes compartían casita y habitación única verde, como la cocina y el comedor, por dentro y por fuera, con techo a dos aguas recortado contra el cielo del barrio sin torres, empinado como sus sierras natales, de azul agua contra el verde pared-bosque, destacándose sobre el galpón-piedra gris, con bambies brincándole desde los cuadros, todo en bellas recreaciones de sus recuerdos provincianos.
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