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Monday, February 15, 2016

Reflexiones sobre ¨Experimenter¨


No voy a hacer una crítica de la película, que de hecho me pareció excelente, pero tengo que reconocer que me llegó al corazón, por varias razones, entre ellas ser investigadora formada y ser una socióloga de intención, en otras palabras, me interesa ampliamente la sociología porque es un complemento infaltable de la arquitectura y el urbanismo.
 La película Experimenter es biográfica sobre el Dr psicólogo social Stanley Milgram y si esperan ver super acción, pues no hay caso. Es una película para pensar y si Ud está en el ámbito de la investigación universitaria, muy probablemente vea su caso de defensa de tesis reflejado.
Dentro de lo que más me afectó, recordaría una anécdota de mis quince años, cuando en la fiesta de quince de una de mis amigas, tomé una revista de su familia italiana, al azar, y ví algunas fotos del holocausto, una de ellas la que se ve en la película ¨La Vida es Bella¨ con los cadáveres esqueléticos apilados. Esta foto me marcó profundamente, porque si bien las guerras mundiales se mencionaban y describían -someramente- en los manuales escolares de la época (perdón, no me confundan con una momia o una pieza de arqueología!!!), estas fotos no se publicaban en los libros de Argentina, y mucho menos cuando teníamos nazis refugiados en Buenos Aires y Paraguay. Esto es tema de otro post..... 
La película trata sobre  una serie de experimentos que Milgram llevó a cabo en la Universidad de Yale acerca de la obediencia a personas con autoridad. Su obsesión se basa en sus raíces judías y sobre la capacidad de personas de cometer atrocidades en los campos de concentración.

Esta obsesión lo lleva a experimentar con métodos no ortodoxos, tal vez crueles, pero que demuestran cómo el ser humano es una caja de sorpresas en el momento de actuar bajo la autoridad, y no necesariamente bajo órdenes impuestas con gritos o fuertes comandos, sino con lenta disuasión, lo que uno debe seguir porque las reglas así lo dicen.  
Angustiante para mí que he pasado mi juventud escuchando las palabras ¨obediencia debida¨. No necesitamos transportarnos en lejana historia europea para revivir la cadena de autoridad constantemente, los hechos sobre desaparecidos en Argentina son ejemplos suficiente.

El método del experimento en cuestión consiste en elegir a un ¨maestro¨, o la persona a ser evaluada, quien tiene a su cargo un ¨estudiante¨, quien era parte del equipo de Milgram. El ¨estudiante¨ está en otro cuarto, y cada vez que el ¨maestro¨ hace preguntas pre establecidas y comete un error, el ¨maestro¨ debe aplicar un castigo consistente en una descarta eléctrica, en escala ascendente a medida que los errores se suceden. En algún momento el ¨estudiante¨ pide salir del cuarto, a veces no responde y ya pensamos que está desvanecido o muerto o descompuesto. Lo más curioso del experimento: la gran mayoría de las personas ¨maestros¨ continúan aplicando el castigo, a pesar de las dudas y los cargos de consciencia. 

Una pregunta clave del Dr. Milgram es ¨Quién cree Ud que es responsable?¨ Nadie se siente personalmente responsable. Las culpas se cargan a otros más arriba en la cadena de comando. Sin embargo, no tenemos libre elección? Porqué no parar con lo que es nocivo, destructivo, ajeno a nuestros ideales, ajeno a la moral, aún a riesgo de nuestras vidas???  Es terrible imaginar lo que uno podría hacer en una situación crítica y concluir, bajo un experimento socio-psicológico que no nos conocemos a nosotros mismos.
Recuerdo una de mis amigas diciéndome ¨entre dos males, elegí el que menos mal te hace.¨ Las palabras me vuelven a la mente, porque en la selección, hay otros que son afectados en mayor o menor grado, gracias a nuestra selección... 
Y también tengo vagos recuerdos de una vieja película sobre personas refugiadas en un bunker donde los conflictos van creciendo y los personajes se van tornando monstruosos a causa de su encierro y el instinto de supervivencia.
Otra película que me marcó de adolescente, una en blanco y negro sobre naúfragos, que van a la deriva en un bote y se turnan para que alguno/s queden en el agua, sosteniéndose del bote para no dar más sobrepeso, en un mar infestado de tiburones. Y ya me estoy divagando, es que hay tantos ejemplos........

Hay mucho para analizar y reflexionar sobre la película y el trabajo de Milgram. Por ejemplo, cuánta influencia tenía él en su esposa? Este tema no lo he visto en posts afines, pero he de notar que una de sus estudiantes acusa indirectamente a su esposa de trabajar para él bajo coherción. Interesante. Tal vez el doctor aplicaba los mismos métodos en su vida privada.
En otra escena, él está en un restaurant hablando con su esposa y los hijos están sentados en el bar. Y él, amablemente les pide que les den la espalda. Me pregunto cómo hubieran reaccionado mis propios hijos en su lugar, me habrían dicho ¨qué te pasa ma/pa?¨. Por supuesto, otras generaciones más avanzadas..... Sus hijos parecen obedecer sin cuestionamientos y no me queda en claro si es la época o sus métodos. 

Pero no nos dejemos engañar por una película. He quedado tan tentada de llegar más a fondo con el tema, que encargué el libro del Dr Milgram, Obedience to Authority. An Experimental View, y lo estoy esperando. Mi directora objetaría la fecha de publicación, 1974, como libro ya fuera de los circuitos de investigación.

Al respecto, y para mi conformidad, he leído el artículo
y si bien sus métodos han sido criticados por aberrantes, por provocar angustia en los experimentadores, por fuerte coherción psicológica, la teoría está aún en vigencia y los años han dado paso a nuevas conclusiones de otros psicólogos. 

Espero poder evaluar el libro desde un punto de vista profesional objetivo y compartir un nuevo post. Aunque la psicología, psiquiatría y filosofía no son mis fuertes, haré el mejor de los intentos.

Tuesday, January 26, 2016

Glimpsing Heaven. De Judy Bachrach. Historias de Ciencia y Vida luego de la Muerte

Luz al final del tunel. Por Myriam B. Mahiques, Diciembre 2015

He estado bastante ausente en estos últimos dos años, por cuestiones familiares, falta de tiempo y también porque me he enfocado en otro hobby que es la fotografía, aún estoy aprendiendo pero me da satisfacción concentrarme en el arte digital.
No he abandonado las lecturas, el problema es que leo por las noches y suelo rendirme al cabo de una hora..... Los libros técnicos han acaparado mi atención, todos los días he de aprender algo para mi profesión. Y las novelas las dejé para el verano. Tengo varios libros en mi Wish List de Amazon, en espera.....
Este libro también lo dejé en espera por un par de meses sobre mi mesita de luz. Siempre dudando si valdría la pena leerlo, si no sería un bluff propagandístico. Hubo dos razones por las que lo compré:
1. Estaba recomendado en la página web de la National Geographic
2. Me han relatado, personalmente, dos historias de muerte y ¨resucitación¨ en los últimos doce años, ambas coincidentes, dos hombres, con infartos, que han dicho morir y ver ¨una luz al final de un túnel´ hasta que despertaron. El primer relato, me contó el ¨viajero de la muerte¨ (death traveller), como diría Judy Bachrach, que había visto y escuchado a los médicos y al vecino que lo había asistido, mientras él estaba ¨muerto¨. Nunca le pregunté si clínicamente lo estaba, él lo dió por entendido. El segundo, un señor vietnamita, con mucha dificultad para explicarme en inglés, no tuvo dudas de su muerte y ¨resurrección¨.

Uso las comillas porque al día de hoy no hay una explicación científica comprobada acerca de estos sucesos. Este libro, es una compilación de entrevistas a médicos, pacientes, hay relatos, posibles conclusiones, y fundamentalmente una exposición de casos admirables y documentados.


No esperemos leer aquí futurología o religión, o tesis de ángeles. No, los casos de muertes cerebral con visiones o vivencias espaciales fuera de nuestro ámbito geográfico se suceden uno al otro, y es independiente de la religión, algunos ¨viajeros¨ entrevistados son ateos.

Estas personas se han considerado a sí mismas ¨elegidos.¨ Algunos han salido indemnes de cirugías, de ahogos, de infartos, y el patrón general es de conocimiento de lo que ha sucedido a su alrededor mientras su cerebro mostraba inactividad completa (flat line). En este punto, reside la clave. Un médico dice que lo que una máquina muestra como línea chata es una parte de la actividad cerebral, la máquina no abarca toda la complejidad del cerebro. Y no se sabe aún qué sucede mientras la persona está siendo declarada clínicamente muerta.

Algunos han visto al luz la final de un túnel oscuro, otros encuentran familiares que los aconsejan, otros, ven seres luminosos. En general, sienten un absoluto bienestar y el deseo de permanecer en esa situación, desaparecen las angustias terrenales y sienten que los familiares podrán sobrevivir sin su presencia física. La muerte es bella, sin dolor ni penurias.
Sólo unos pocos casos se dan con angustia e incertidumbre ante las visiones (si son visiones). Algunas personas regresan a la vida con la aptitud de conocer algunas hechos futuros personales (como enfermedades que los afectarán), o de percibir los sentimientos ajenos y hasta han demostrado desarrollar aptitudes curativas. Al punto de asombrar a sus neurólogos con sus recuerdos lúcidos y nuevas facultades adquiridas durante el ¨viaje¨.

¿Porqué no se habla del tema? Pues Judy dice que los ¨viajeros¨ sienten vergüenza de hablar de sus experiencias, ante el temor de que sus amigos y familiares los tilden de ¨locos¨. A partir de investigaciones y entrevistas, se ha logrado documentar cada vez más casos.
¿Porqué no se publica sobre el tema? Ha habido algunas pocas publicaciones científicas, hay neurólogos especialistas, que reconocen que los directores de las instituciones temen perder credibilidad científica ante temas que tocan la muerte, lo desconocido.

La autora ha tenido la profesionalidad de entrevistar doctores investigadores y exponer casos y distintas opiniones. Queda en el lector entender que no hay conclusiones, salvo las personales.
La muerte clínica, queda aclarado, no es el fin de la conciencia.

Monday, March 10, 2014

Sobre publicaciones pagas y artículos científicos falsos

Una curiosidad de la naturaleza. El efecto de una lámpara en una pecera. Mi foto, sacada en Septiembre de 2013, en el Aquarium of the Pacific, Long Beach, CA. Un ejemplo de foto de naturaleza ¨trucada.¨

He leído con interés el artículo de Diego Golombek para La Nación, llamado ¨Sin repetir y sin soplar,¨ que cuenta someramente acerca de un ¨paper¨ científico falso, escrito por el periodista John Bohannon, quien lo presentó a 304 revistas científicas, de las cuales, 157 (dato de wiki) lo aceptaron para publicación. El caso tiene un antecedente importante que causó indignación en EEUU, el ¨Sokal affair¨, que fue una publicación del profesor de física Alan Sokal en Social Text, 1996. Esta presentación fue un experimento perpetrado por Sokal para ver si la editorial -que incluía importantes investigadores-, publicaría artículos con datos sin sentido si, ¨sonaba bien¨ y si coincidía con los preconceptos ideológicos de los editores. En wikipedia leemos los detalles:

Habiendo publicado yo en varias oportunidades, quisiera ampliar un poco los conceptos y metodologías, a través de mi propia experiencia. Es cierto que el comité editorial va a apoyar a aquéllos que comparten sus ideologías. Y me ha pasado que de tres evaluadores, dos me han apoyado el artículo en cuestión sin duda alguna, para publicación, mientras que un tercero lo descalifica automáticamente. Una de mis peores experiencias fue en mi propia Universidad, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de Buenos Aires, donde el evaluador (o evaluadora) se quejó que hubiera escrito el texto en inglés (cuando la revista aceptaba inglés y castellano/español) y que tomara ejemplos en EEUU, donde es mi campo de trabajo. El artículo (paper en lenguaje general científico) se publicó, con leves correcciones, y con la obligación de traducirlo, lo cual me disgustó, porque se supone que dicha revista tiene alcance internacional. Vemos aquí un ejemplo de comportamiento nacionalista que en vez de abrir las posibilidades de expansión de conocimientos fuera de la universidad local, lo cierra.

Hay otra cuestión importante, y que bien aclara Golombek, las revistas que aceptaron el artículo falso de Bohannon, eran aquéllas donde se debe pagar para tener derecho a publicar:

¨Una importante aclaración es que las revistas que aceptaron el trabajo cobran por publicar (lo que supuestamente no tiene que interferir en el proceso de revisión por pares), y a veces hay un negocio montado con editoriales de dudoso prontuario que prometen rapidez, eficiencia y visibilidad para los trabajos que allí se publiquen. De hecho, en las revistas que aceptaron el trabajo, en general las críticas resultaron superficiales y referidas al formato y el estilo del paper.¨

Personalmente, yo no me he tentado nunca a publicar en estos Journals, la mayoría de los cuales proceden de la India. Muchos investigadores recibimos emails con propuestas de publicación, que son ¨flattering,¨ o sea, el que no conoce el sistema, se siente orgulloso que lo hayan contactado, lo cual es muy tentador. Sólo aquéllos que leen bien todos los links de la página web del Journal, descubren que: el paper va a tener un ¨peer review¨ (evaluación de editores) de rigor científico de ¨ciertas personalidades¨ y que luego de la aceptación, el investigador deberá pagar con tarjeta de débito o crédito la suma de........... 
Para mí, es más riguroso y enorgullecedor publicar donde no se requiere pago, sino competencia entre pares. Que no significa, en el ámbito interdisciplinario ¨entre colegas,¨ y ésta es la parte más difícil, que los editores/evaluadores comprendan lo que uno está escribiendo.

Lo ideal entonces, es publicar en Jounals de nuestras propias disciplinas o muy afines. Ésto permite que los evaluadores conozcan bien la bibliografía, al menos en términos generales, y nos aseguramos que nadie presentaría falsos autores o referencias. En el mundo de las especialidades, todos los investigadores conocen las bibliografías afines, muchas referencias se repiten pero se citan desde distintos puntos de vista.

De allí en más, lo que el investigador tiene que ver también, es el alcance de la revista, si también se publica o no on line, en qué idiomas y la calidad de la presentación. Una mala edición por falta de fondos de parte de la editorial, le baja el valor a una presentación que cuenta con imágenes. Entre los arquitectos, no hemos de querer que nuestras ilustraciones o fotos salgan borrosas y menos fuera de contexto.

Saturday, January 26, 2013

From ¨The house where Darwin lived¨


" Charles Darwin lived with his wife, children and servants in Down House, a Georgian manor 15 miles south of London in the Kent countryside, for 40 years—from 1842 to 1882. Like all close-knit families, they did not just live in this house, they created a remarkable home here. Emma and Charles adapted Down House and the 20 or so acres of its grounds, extending the building and gardens continuously, so they could nurture a large family and a community within it, built on routines, mutual respect, adaptation, tolerance, affection and good humor.
In his book Art Matters, the art theorist Peter de Bolla claims that we must attend to what paintings “know,” what knowledge they contain in themselves that is separate from what their makers might have known; coming back to visit Darwin’s house last fall, in rich autumnal sunshine, I wondered what Down House might know, not just about Darwin and his family but about kinship and community.
Once Emma died, in 1896, 14 years after her husband, the house was rented out to tenants and spent some time as a girls’ school, but from the late 1920s various attempts were made to preserve it as a monument to Darwin. An institution called English Heritage acquired Down House in 1996 and restored it; it is open to visitors year-round and now has a small museum, a shop and a parking lot. Though it was the home of a wealthy country squire, it was always a family house, not at all showy, and its curators have kept it that way. There’s a large hallway with cupboards built to store tennis rackets and boots and old manuscripts. Off it branch high-ceilinged family rooms: a billiards room, Darwin’s study, a drawing room, a dining room. Upstairs is a school room and bedrooms and, on the third floor, servants’ quarters. The high windows have solid-panel shutters that fold back into their frames, so the boundary between inside and outside seems permeable; trees and green are visible everywhere through glass; light pours in." 
Read the article by Rebecca Stott in full: 


“Capital” was how Darwin described his study, where he analyzed carnivorous plants and invited his children to oversee experiments. (Andrea Artz / LAIF / Redux)
Manuscript pages from On the Origin of Species lie on the desk where Darwin wrote his masterwork. (Press Association / AP Images)

Friday, January 11, 2013

El enlatado de alimentos como invención bélica



He estado leyendo el artículo de Alejandro Maglione para Conexión Brando, ¨Las latas y los cubitos de carne como inventos bélicos, ¨ y si bien, yo no soy fan absoluta de las latas, reconozco que muchas veces las uso, especialmente para los porotos, porque para mí son más ricos de lata. Las sopas condensadas, son excelentes a la hora de cocinar en crock pot o cocción lenta, y la leche condensada es el ingrediente maravilloso para hacer exquisitos helados caseros, ya que da textura y no cristaliza.
Compartiré algunos párrafos, pero a quienes les gusta el tema de la historia en la cocina, les recomiendo clickeen en el link arriba, es un artículo sumamente entretenido e instructivo.
Las imágenes las bajé del artículo, hago mención especial al diseño vintage de la primera, muy al estilo estadounidense de las viejas guerras.



¿A qué viene esto de las latas como instrumentos de la guerra? Viene a que ese elemento tan común en nuestras alacenas hasta hace 20 años, que hoy encontramos de tanto en tanto, se puede sospechar que fue una de las claves de la logística alimentaria durante los primeros años del siglo XIX pensando en un ejército en movimiento, cada vez más alejado de sus fuentes de suministros. 
Si lo sabría el Gral. José de San Martín, quien antes de cruzar la cordillera, acopió en lo que es hoy la provincia de San Luis una cantidad enorme de reses, que fueron sacrificadas y su carne transformada en charqui para facilitar su transporte. Sus soldados, luego colocaban esos trozos de carne salada y seca en una olla de campaña hirviendo, con el agregado de algunas papas y batatas, conformando una comida completa en materia de féculas y proteínas. 
También entendió las ventajas de enlatar proteínas el propio Virrey Santiago de Liniers, que en su corto retiro en Córdoba, que culminó de una manera muy desafortunada, produjo unas latas con una pasta de carne para hacer sopas. No me imagino el sabor del preparado, pero puesto en la opción, creo que miraría con mayor afecto a nuestros modernos cubitos, si no tengo tiempo de hacer un caldo obedeciendo a las reglas de la ortodoxia culinaria. 


El uso gourmet

Aunque creadas para las vituallas militares, los pescadores de Nantes pensaron, en 1820, que era un envase ideal para sus afamadas sardinas. La evolución fue explosiva: la empresa que regenteaba Joseph Colin declaró haber producido 100 mil latas en 1836. Para 1880, varias fábricas de la costa occidental francesa llegan a elaborar 50 millones de latas de sardinas. 

La refrigeración


Fue la instancia superadora del enlatado de productos para conservarlos. Imagínese que en 1806 en Boston se comercializaban bloques de hielo traídos del Ártico, que vinieron remolcados por el mar. En 1851 el primer tren refrigerado a hielo transportó manteca o mantequilla desde una localidad del estado de Nueva York hasta Boston. 
Los australianos perfeccionan el compresor para los equipos de refrigeración, claro que ellos lo pensaron originalmente para la industria cervecera, siendo que a la vez eran un país con grandes excedentes de carne y con mercados ubicados a distancias inalcanzables sin el auxilio del frío artificial. Como sea, no lo pensaron originalmente para esto. Curioso, ¿no? 
No obstante, la Argentina ganó la carrera cuando en 1876, se despacha carne refrigerada desde Buenos Aires a Francia, en el buque Paraguay. Los australianos harían su primer envío a Londres en 1880. 
La producción industrial
Pero volviendo al comienzo de la nota, la comida industrial ha reconocido su origen en las necesidades militares. Las panaderías públicas de Francia adoptaron un método de cadena industrial para producir galletas para su Marina. Igualmente fue la Marina de este país la destinataria del invento de Hippolyte Mège-Mouriés, quien en 1869 gana el premio ofrecido por Napoleón III a quien inventara un sustituto de la manteca. Se especificaba que: "Debe ser un producto apropiado para sustituir la manteca, destinada a la Marina y a las clases menos prósperas de la sociedad.Producto que debe ser barato de fabricar y capaz de conservarse sin volverse rancio o despedir un olor fuerte".  
El resultado fue la margarina. Su inventor la bautizó de este modo porque dice que su brillo desvaído y de color mantecoso hacía recordar a las perlas pequeñas, que se conocían comomarguerites. Una imaginación fértil también para bautizar inventos. 
Cuando se habla de caldos, es obligatoria la mención del barón Justus von Liebig, y su invento del caldo concentrado que logra en 1865 luego de varios intentos fallidos. 

Wednesday, November 28, 2012

Royal Society Winton prize for science goes to James Gleick


This is one of my favorite books, now I have two at home. And I´m so happy to know that it´s author, James Gleick has won a prize. For those who research on fractality, this book Chaos, can´t be missed.
From Guardian.co.uk:

¨There's always an awkward moment before somebody opens the envelope and reveals the winner, and it usually has to be filled with urbane chatter and cautious modesty. I'll end the suspense now: the £10,000 Royal Society Winton prize for science books was won by James Gleick with The Information, an account of communication technology which sweeps from prehistoric talking drums to telegraph wires and the modern internet.
The awkward delay on this occasion was compounded by a television timetable: the winner was to be announced and interviewed live on Channel 4. So before the announcement, and having read out specimens of their texts – and you can have a look for yourself here – the evening's moderator, the comedian Ben Miller, called the five attending hopefuls to sit on stage at the Royal Society and engage in a panel discussion.
That is a tough call, when you are waiting to hear if you've just collected £10,000, and it must have been especially tough for Steven Pinker, whose The Better Angels of Our Nature had also just failed to bag the Samuel Johnson prize. Gleick – yet to learn that he had won – contemplated the colossal flood of information newly available at the touch of a keyboard and reminded the audience that he was addressing them on Cyber Monday ("something to do with shopping. I didn't make that up. Google it after we are done.") Paradoxically, people sometimes felt they were drowning in information. "We have devices in our pockets that instantly let us get information," he said. He saw such devices as new agencies in an old ambition to make sense of the world. "They ought to be making us more conscious than ever that information is not knowledge – much less wisdom."
James Gleick: too much information. Photograph: Mark Jenkinson/Corbis

Tuesday, November 6, 2012

The Demon-Haunted World. By Carl Sagan


I´ve only read one book by astronomer Carl E. Sagan: Cosmos, this was a gift I had from one of my best friends.
It is still inside a box in my native city, and though I have seen it many times on the bookshelves at the library, I don´t buy it again, thinking that the concepts are too old, and the amazing pictures can be better seen at Google Earth, just to start with.
Today, I´ve been reading this review by Tim Radford, the science columnist at Guardian.co.UK, here, some excerpts:

Carl Sagan. From thefamouspeople.com

¨Carl Sagan published The Demon-Haunted World in 1996, in a very different world. Cellphones were used only for phone calls and most people didn't have one; the circulations of newspapers were counted in millions and cynics said the world wide web was a passing craze. (.....)
Sagan spent most of his life taking other people seriously: he considered their fears, anxieties and obsessions; he understood the appeal of easy explanations and glib answers; and he made it his business to present the reality of the cosmos to readers and listeners in language that they could enjoy.
He did not expect people to know the facts of science – and he was conscious of science's own occasional complacencies – but he did want people to understand the substance of science: the notion that startling claims should be supported by evidence that can be tested and challenged. He enjoyed writing for the magazine Parade, which was syndicated to more than half of all US newspapers, because through it he had access to 80 million readers. He also enjoyed addressing the marvels of the world and the things ordinary Americans wanted to marvel at: these were not necessarily identical.
Many of the chapters in this book were originally written for Parade, which is why, even though we need people like Sagan more than ever, it has an oddly dated feel. This sense of being caught up in the receding past is simply explained: in the decade before the publication of The Demon-Haunted World, many Americans believed that they were at risk of alien abduction. Little green creatures with cadaverous faces might whisk them up into spaceships, penetrate their torsos and collect their vital bodily fluids before returning them to their beds in perfect condition. (....)
When this book first appeared, aliens were still reportedly creating crop circles in England and committing improper acts on mysteriously unmarked adults in America. A few years later, Ming the Merciless and his minions had boarded their flying saucers and fled: vampires and werewolves and other grisly phenomena had begun to displace aliens, joined by the psychokinetic athletes, crystal therapists, faith healers and spiritualists who feed on fascination with the unknown. (...)
After reading a book like this, scepticism seems a warm, positive thing: a tool with which to expose the real wonder of the world around us, as well as to dismiss the delusions. In the course of enjoyable dissections of human folly, he tells some lovely anecdotes. He is confident enough to tease the Dalai Lama; he is aware enough to speak knowledgeably about Leviticus, Exodus, Numbers and the Gospels; and he takes aim at embedded attitudes in American and other cultures that dismiss education and reject systematic curiosity.
His range of reference is phenomenal. In one essay he illuminates US constitutional history at the time of Thomas Jefferson; witchcraft trials of Wurzburg, Germany, in 1631; the manipulation of historic memory in Russia under Stalin (he confesses to smuggling Trotsky's History of the Russian Revolution into the USSR); the monopoly of media ownership; Linus Pauling and the test ban treaty of 1963; and Edward Teller's enthusiasm for the hydrogen bomb.
Nor is he afraid of going back to the things that matter, arguing in the next essay that Thomas Jefferson "believed that the habit of scepticism is an essential prerequisite for responsible citizenship. He argued that the cost of education is trivial compared to the cost of ignorance, of leaving government to the wolves."
He may not always be right (he says that the word "demon" means knowledge in Greek, although the Oxford Dictionary of Etymology says it means genius, or divinity) but he is always on the right side: the side of generosity, freedom, tolerance and scholarship. (....)

Sunday, July 8, 2012

A scientific old poem, by Margaret Lucas Cavendish

Margaret Lucas Cavendish, 1650. Getty images

I was really surprised at reading Carol Rumens´ article for Guardian.co.UK about this aristocrat lady, Margaret Lucas Cavendish, who was the duchess of Newcastle-upon-Tyne. Rumen says:

As an aristocrat, Cavendish was well-educated for a young woman of her period, and she later learned science and philosophy from her husband William and brother-in-law Charles. While much of 17th-century science is still at a relatively early stage of development, we cannot but be intrigued by the way her poem seems to foreshadow some of the discoveries of our own times: microscopic life-forms, atomic physics, fractals.(...) Cavendish demonstrates a truly scientific mind in that she makes no assertions. She uses "may" and "may be" throughout, rather than "are" and "is." At the same time she writes in a straightforward manner which suggests objectivity. "Nature is curious," she remarks in the middle (more or less) of the poem, and though she means "curious" in the sense of ingenious, we catch a whiff of Cavendish's own intellectual curiosity in that statement, and indeed throughout the poem.

Well, I never imagined a woman poet from SXVII writing like this:


Of many worlds in this world

Just like as in a nest of boxes round,
Degrees of sizes in each box are found.
So, in this world, may many others be
Thinner and less, and less still by degree:
Although they are not subject to our sense,
A world may be no bigger than two-pence.
Nature is curious, and such works may shape,
Which our dull senses easily escape:
For creatures, small as atoms, may be there,
If every one a creature's figure bear.
If atoms four, a world can make, then see
What several worlds might in an ear-ring be:
For millions of those atoms may be in
The head of one small, little, single pin.
And if thus small, then ladies may well wear
A world of worlds, as pendants in each ear.
Read the article in full:


Thursday, June 14, 2012

Imágenes de flores vintage de The Royal Guide to Wax Flower Modelling



He estado viendo un libro en projectgutenberg.org llamado The Royal Guide to Wax Flower Modelling (Londres, 1851); no por interés en aprender sobre el arte de  hacer flores de cera, sino porque me gustó ver las estampas vintage de flores que contiene. La autora Mrs Emma Peachey era la artista de Su Majestad la reina Victoria y tuvo el buen gusto de intercalar poesías sobre flores entre las explicaciones técnicas.
Lamentablemente Mrs Peachey no ha ilustrado el ¨paso a paso¨ de su arte, pero no importa a los fines de compartir imágenes y algún poema.
No he encontrado al autor de todos los poemas ni de las ilustraciones, tal vez la autora misma (?).
En el libro Women and Their Gardens: A History from the Elizabethan Era to Today de Catherine Horwood , página 209, he leído que Peachey desarrolló esta actividad para sustentarse; el libro se publicó en el año de la Gran Exhibición, donde supuestamente ella tendría un stand. Sin embargo, prefirió declinar porque le habían asignado un lugar bajo el gran techo de vidrio, lo cual, haría que su bella colección comenzara a derretirse. Así que su exposición tuvo lugar en su casa, y debe haber sido espléndida con cantidad de flores conocidas por los botanistas, desde el honeysuckle hasta flores exóticas orientales. 


A continuación, transcribo The Daisy (la margarita) de Wordsworth, página 2:

"A nymph demure, of lowly port,Or sprightly maiden, of Love's court,In thy simplicity the sportOf all temptations;A queen in crown of rubies dressed,A starveling in a scanty vest,Are all, as seems to suit thee best,Thy appellations.
"I see thee glittering from afar,And then thou art a pretty star;Not quite so fair as many areIn heaven above thee;Yet like a star, with glittering crest,Self-poised, in air thou seem'st to rest—May peace come never to his nest,Who shall reprove thee.
"Sweet flower—for by that name at last,When all my reveries are past,I call thee, and to that cleave fast,Sweet silent creature,That breath'st with me in sun and air;Do thou, as thou art wont, repairMy heart with gladness, and a shareOf thy meek nature."

Sunday, May 27, 2012

Algunas imágenes de Modernist Cuisine de Nathan Myhrvold



A principios de Octubre 2010, hice un post sobre el libro Modernist Cuisine del matemático (entre otras profesiones) Nathan Myhrvold, un experto en cocina molecular.
Había visto on line algunas imágenes del libro, en ese entonces un volumen enorme, fascinantes.
Hoy La Nación Revista publica algunas fotografías (referencia de autor Taschen) de la nueva edición en varios volúmenes: 



Seis volúmenes en estuche, 2440 páginas, espectaculares fotografías, cientos de técnicas paso a paso, además de recetas adaptadas de chefs como Ferran Adrià, Grant Achatz, Heston Blumenthal y David Chang: Modernist cuisine (Taschen), la obra desarrollada por Nathan Myhrvold junto con Chris Young y Maxime Bilet, es mucho más que un libro de cocina. Se trata de una obra muy exclusiva ($ 4750) donde la abundancia de información se aúna a la preocupación estética. Ensayo exhaustivo sobre los hallazgos de la llamada cocina moderna, libro objeto y recetario. Todo, enmarcado en una cuidada edición. 
 "Si mi historia y mis circunstancias hubieran sido diferentes, en la actualidad podría ser chef", escribe Myhrvold, alma máter de la obra y autor, junto con Ryan Matthew Smith, de algunas de sus elaboradas imágenes. Matemático, físico y apasionado por la cocina desde pequeño, Myhrvold hizo dos años de prácticas en el restaurante francés más famoso de Seattle y luego se formó con la chef Anne Willan. Nadie mejor que él para liderar este recorrido por experiencias que, desde restaurantes como el Bulli o The Fat Duck, hicieron entrar las técnicas del laboratorio a la cocina y así inauguraron una nueva era en la creación culinaria.

Imagen bajada de decuina.net
Imagen bajada de decuina.net
Imagen de wired.com

Lea más
Lea una parte del libro, en inglés
Lea el artículo de Wired.com, recomendado absoluto:
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