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Saturday, May 12, 2018

Barnes and Noble, decayendo?



Hace más de un año que no posteo en este blog, y no es porque no esté leyendo, sino que aparte de mi trabajo diario me he dedicado más a pintar y a la fotografía artística. 
Este fin de semana he estado además leyendo este artículo de Edward Helmore tan interesante acerca de Barnes and Noble que aparentemente cerrará o está cerrando, indefectiblemente.
Primer mea culpa; no estoy posteando una foto propia porque desde junio 2017 no he vuelto a Barnes and Noble, incluso teniéndolo a 5 minutos de casa. La razón de mi última visita fue comprar un journal de cuero para un regalo de promoción. Son caros, pero muy bonitos.
Leyendo cuidadosamente el artículo de Helmore, veo el ataque constante a Amazon, el monstruo que hace quebrar a las industrias con sus precios, servicios y ofertas. Pues bien, para comprar libros, desde mi punto de vista, no hay nada como los libros usados de la biblioteca de Huntington Beach (de alcance local...) y Amazon, donde puedo encontrar los libros más recónditos. Adivinaron. Soy defensora de Amazon.

Qué sucede en Barnes and Noble? Dejando de lado los precios, los títulos son muy kistch. En cualquier disciplina, veremos los autores mejor promocionados por las editoriales que no suelen ser los mejores. Un horrible ejemplo que duele en el alma: en el 2004 he visto libros de Cortázar a la venta junto a los de Corin Tellado. No necesito explicar cómo se siente. Una burla, un ejemplo de ignorancia intelectual. Sin ánimo de criticar a Corin, que es para otro tipo de público.
El lugar no es ¨amigable¨. Hay asientos cada tanto, entre las góndolas, donde la gente se sienta a leer mientras otros pasan alrededor. El sector de los niños es más ameno, con juegos.
Qué hacen los lectores? Pues van a Starbucks a tomar el tradicional café gigante con su laptop y un libro en sus manos. Horrible, meterse en un café de cadena, en una mesita en ¨nowhere retail¨. 
Un truquito: los profesores de High School, al menos en el Sur de California, suelen tener convenios con Barnes and Noble y nos han mandado a los padres a la librería en cuestión, a comprar los títulos ¨en forma urgente¨ para nuestros niños. Sabemos que Amazon prime a veces falla con los tiempos y qué no haríamos por que nuestros hijos cumplan con sus tareas escolares a tiempo?

Pasemos a mi interés. Arquitectura: vemos un par de libros con las casas kitsch de California, otros con Frank Lloyd Wright, que todos veneramos, arquitectura colorida de patios de México.... En otras palabras, consumismo popular.
También me he tentado a comprar su tablet: sólo podremos incorporar en sus datos los libros de venta del negocio. Si tratamos de subir pdf de journals, papers científicos u otros libros clásicos accessibles on line, no es posible. Fin de la tentación, cualquier otra tablet que  pueda salvar pdf es mejor.
Y la peor de las condiciones: no es un negocio establecido en las calles, mucho menos en el Sur de California. Y como bien dice el artículo, porqué alguien, a no ser que tenga en mente algo específico, manejaría un auto para ir a leer un libro o simplemente curiosear los títulos? Del artículo original, y tan certero:

¨Analyst Neil Saunders of GlobalData Retail said one difference between Waterstones and Barnes & Noble is that the UK chain is centered on high streets whereas the US chain tends to be centered on malls. It’s one thing, he says, to attract high street foot-traffic, another to get customers to drive to a mall for a book. Especially when America’s malls too are being swept away by the Amazon effect.
“People may drop in for a browse but they won’t make a dedicated trip to a bookstore,” Saunders says. “They don’t have the need and they don’t have the time. The way people shop changed, and that’s been detrimental for Barnes & Noble.”
Cómo extraño el aroma de las librerías de Corrientes y Uruguay, la búsqueda del (libro) tesoro, donde llenarse de polvo, arrodillarse por horas en el ansia intelectual de hallar los grandes títulos valía la pena. Donde Borges se codea con Cortázar y García Marquéz entre otros y ni se acercaban a las novelitas burdas. 
Es lo que me toca y ya postearé una foto propia. 



Sunday, April 9, 2017

Angels. The mysterious messengers. Editado por Rex Hauck


Este fin de semana vi la película de suspenso sur coreana The Wailing, que muestra cómo la fe nos deja ver lo que queremos. También trata de la lucha entre el bien y el mal, el demonio y un ángel bueno, que algunos comparan con Jesús. Más allá de ser fan de películas de horror, el final me resultó muy interesante: la duda sobre a quién creer, por quién dejarnos seducir en nuestra fe, el conflicto sobre hasta qué punto seríamos pecadores en el afán de salvar a un ser querido.
Y así hoy recordé que había leído ¨Angels. The mysterious messengers,¨ editado por Rex Hauck, quien fuera escritor, coproductor, y director de la serie norteamericana del mismo nombre.
Sé que se pueden ver los videos en Internet, pero sólo le dediqué unos minutos, no es un tema de televisión que me atraiga.

Pero sí me gustó el libro que compré en la sección religiosa (cristiana) de libros usados de la biblioteca local, y no es que yo lea libros cristianos (evangélicos), pero me interesó que fuera un compendio de reportajes a escritores, personas de vidas normales que dicen haber tenido algún encuentro con ángeles, teólogos, sacerdotes, rabinos, médicos....

Las preguntas son bien objetivas y las respuestas, según de quien vengan, están fundadas en la fe o en la ciencia.
Según los relatos, los encuentros no son directos sino más bien visiones o a través de personas (o animales) que se acercan  para ayudarnos en un trance difícil, especialmente antes de morir o en un accidente. Esta persona o animal, luego se va sin dejar rastro alguno.

Un médico entrevistado atribuye las visiones a ¨endorfinas¨ que son producidas por la glándula pituitaria y nos dan la sensación de felicidad, esto sumado a la educación recibida de niños.

Los teólogos del libro hablan específicamente de Lucifer o el ángel caído, citan la Biblia y la Torá. También se toca el tema del exorcismo, lo cual fue inesperado.

El libro tiene varias ilustraciones de ángeles en el arte, en blanco y negro, lamentablemente.

Queda claro en varios párrafos que los ángeles son espíritus, no se sabe cuál es su forma porque no la tienen, son intangibles pero pueden corporizarse.  Y que la representación de los ángeles con alas y los querubines son solamente artísticas.

En lo personal, el libro no me dio más o menos fe que la adquirida durante doce años de educación en colegio católico. Sin embargo, en tantos años, no recuerdo haber tenido una explicación o lectura instructiva acerca de los ángeles; de ahí mi curiosidad.

Una de las historias me dejó meditando acerca de algo que me sucedió en mi juventud. Una noche iba con mis primos a buscar a mi novio para salir todos juntos, y él vivía frente a una barrera. Le dije a mi primo que parara del otro lado de la barrera así no se nos complicaba el tránsito, yo cruzaría y volvería con él. Y cuando estaba en el paso a nivel, en una noche absolutamente ¨cerrada¨, esas noches que ni la luna vemos, paro por prevención y veo las luces de mercurio y una luz que no estaba segura si era o no parte del alumbrado urbano, no recuerdo sonidos, sólo mi duda si era o no el tren. Decidí que no.
Empezaba a cruzar y un viejito que estaba a mi lado gritó desesperado, con una voz disfónica, ¨nooooooo!!!!!¨. Es como si me hubiera despertado de mi ensueño; volví hacia atrás, el tren pasó a toda velocidad y el viejito que me salvó la vida, cruzó las vías y se perdió en la oscuridad, sin saludar siquiera.

Espero poder enterarme algún día si era o no ángel, pero sí estoy segura que el viejito fue mandado a cuidarme en ese preciso momento.


Acá dejo una breve explicación de quién es Rex Hauck. No creo que el libro se haya traducido a otro idioma, tal vez se pueda leer on line. Invito a los lectores del blog a dejar sus comentarios y anécdotas al respecto.

Tuesday, February 7, 2017

Transgender-transexuales y lenguaje periodístico



Elegí esta foto mía del 2015 para este post,  una rosa que es deshojada, maltratada, femenina y masculina en sus formas a la vez.
Me voy a referir al lenguaje y a mis recuerdos de cuando estudiaba inglés. Ningún curriculum tomaba las palabras del día a día, las populares, y en el último año de exámenes de la Cultural Inglesa, uno podia comprar un cuadernillo de diálogos cotidianos para practicar.
Muchos años después, ese cuadernillo resultó totalmente obsoleto y palabras banales, como ¨papel higiénico¨, ¨pinza de depilar¨, ¨misil¨, ¨gender/género¨, etc etc, nunca resultaron parte de la jerga estudiantil.
Pero lo mismo me ha sucedido con el castellano. Luego de tantos años fuera del país, hay un ¨slang¨, idioma particular de una sociedad, que ya no comprendo, se me escapa, frases como ¨estamos en el horno¨ que no tenía idea de su significado, entre otras del léxico argentino.

Para aprender slang, nada mejor que leer los diarios o los posts de social media (¿Cómo se decía antes??).

Puedo sonar antigua y bien recuerdo las críticas acerca del lenguaje de Julio Cortázar, quien se atrevía a ¨escribir al revés¨. Estamos muy alejados del lenguaje pulido de Bioy Casares y Borges.
Pero a veces tocamos los extremos. Estaba leyendo el artículo sobre ¨transgender¨, ¨Transexuales¨ , del cual copio esta introducción:

¨En materia de identidad de género empieza a vivirse un cambio de paradigma mundial que en la Argentina se hace eco: la manifestación de niñxs trans es cada vez mayor, la edad en que empiezan a visibilizarse se reduce y cuando los padres consultan ya no preguntan cómo curo a mi hijx sino cómo puedo acompañarlx con amor. ¨

Y pensé, -ah, siempre los jóvenes bloggeros cometen errores porque los editores no prestan atención en pro de la urgencia de la noticia, y los horrores literarios, la falta de referencias, es algo que sucede diariamente-.

Sin embargo, el  artículo continúa con las X y finalmente  la autora aclara ¨Por respeto a la norma de uso de los entrevistados, la letra "x" reemplaza la "a" y la "o".

Mis hijos han compartido las aulas de High School en EEUU o secundaria con transexuales que _por ejemplo_ siendo hombres iban a clase con maquillaje y pollera. Lo que es visto como muy normal, excepto por algún profesor cristiano que echó de su grupo al ¨transgender¨. 
Unos pocos años atrás, la reina del baile de graduación fue un chico transexual, ampliamente apoyado y votado por sus compañeros. Una gran sorpresa para mí, tal vez casi un disgusto al ser madre de dos mujercitas ¨y porqué ellas no tuvieron nunca la posibilidad de ser reinas¨. Pero fue una forma de mostrar la igualdad a la elección de ¨género¨ o sexo que yo acepto.

A nadie se le ocurriría cambiar el lenguaje en pos de ¨defender al género¨. Es anecdótico, superficial y ridículo, solamente imaginen si los profesores aceptaran en sus aulas chicos con ropa de sexos opuestos, sin ataduras de uniformes. 
No sé qué pretendía la reportera Verónica Dema, pero por estos lares suena a chiste y falta de respeto a la lengua castellana.

 

Sunday, July 5, 2015

Cuentos logrados y Malogrados. Ficción Concreta.


Ya está a la venta en Amazon el libro de Luis R. Makianich versión Kindle,  ¨Cuentos Logrados y Malogrados¨, una compilación de relatos y cuentos que él llama de ¨ficción concreta¨, o sea ficción basada en hechos reales. Algunos de ellos yo los consideraría  surrealistas.


Luis Makianich es arquitecto argentino, ex profesor de diseño arquitectónico en la FADU, artista plástico y escritor.
La ilustración de tapa es una foto de mi galería en la National Geographic, y fue seleccionada por ser un elemento vegetal que parece cobrar vida animal con ¨ojos múltiples.¨
A continuación compartiré su cuento ¨Desolación¨ que fuera1er Premio en el I Certamen de Microrrelato “A Vuelo de Pájaro” de LetrasKiltras, Santiago de Chile 2009.

Su Pensamiento se había detenido cuando ella lo dejó. Al cerrar la puerta el reconfiguró el área de su nueva vida, circunscribiéndose a las dimensiones de esa habitación. Su mente reproducía continuamente los momentos que estuvieron juntos hasta el punto en que se estrellaban contra la superficie de la puerta, y por más que lo intentara, su imaginación no podía ir más allá. Todo un mundo se le había vedado y le dolía pensar en que le deparaba a ella detrás de la cerradura que él mismo se había fabricado para protegerla de su propia hostilidad. Alguna vez escudriñó alguna explicación en el reloj de pared pero no tuvo respuesta así como tampoco funciona ahora el intento de comprender el almanaque que pareciera burlarse de su ignorancia. “Es que el tiempo se detuvo para mí”, reflexionó… y la angustia acumulada no le permitía establecer aquellos momentos en el calendario. Empezó a extrañar la bebida blanca, aquella que le ponía significado a su vida. Se sintió atrapado en un corral que le impedía ir tras ella, creyó por fin que su amor por ella llegaría a enloquecerlo y no sabía por qué. Toda su vida pasaba por sus ojos continuamente, y se preguntaba qué fue lo que falló. Tal vez, la comunicación y se cuestionaba a sí mismo el no haberse propuesto comprender su lenguaje corporal. De pronto, comprendió que romper en llanto era la única solución a tanto tiempo de angustia y desolación. En medio del lloriqueo, se escuchan pasos detrás de la puerta cada vez mas apresurados…la puerta se abre enérgicamente y allí está ella…parada en el umbral, atrapándolo en pleno lamento desconsolado… Luego un silencio dramático se prolonga mucho más de lo que él hubiera deseado, y por fin ella exclama… ¿Pero mi amor, qué son esas lágrimas?... ¡Si solo tardé unos minutos en prepararte el biberón!

Saturday, January 17, 2015

Korean writing. Escritura coreana


Para comenzar el año, he decidido no hablar de libros ya que estoy atrasada con las lecturas, debido a mis ocupaciones. Aunque sigo con el hábito de leer libros de a dos o tres, este año estoy terminando de leer ¨Camouflage¨ de Neil Leach, un libro sobre teoría de la arquitectura, y ¨Conversations¨, que son las charlas de Borges y Osvaldo Ferrari, tomadas de sus sesiones de radio. Por supuesto ya volveré sobre el tema....
Presento hoy tres fragmentos de una pintura sobre papel coreano que contiene caligrafía coreana. Tan fascinada estuve con las texturas y la delicadeza de las letras, que, vergonzosamente olvidé tomar nota del autor. 
No obstante, esta pintura está expuesta este año en Los Angeles Art Show, una hermosa exhibición de galerías en el Convention Center de Los Angeles, California.
Dejo entonces tres fotos de mi autoría, la primera está también publicada en mi galería en la National Geographic.
Con todo afecto, deseo a todos los lectores de este blog que tengan un excelente año.



Tuesday, September 2, 2014

Los períodos tardíos de los artistas. La positiva influencia del fantasma de la muerte

Undiminished … JMW Turner's War. The Exile and the Rock Limpet. Photograph: Sam Drake/Tate London. Bajado del artículo de Smiles

Acá estoy nuevamente, luego de un largo intervalo por falta de tiempo, aunque siempre me esmero por encontrar minutos valiosos de lectura. La tablet, que tanto dudé en comprarla, ha sido una gran ayuda para trasladar libros electrónicos en un formato muy cómodo. Y su luz beneficia a mis ojos cansados por la noche.Tomando el hilo del tema del sutil envejecimiento, y en el ámbito de la muestra de J. M. W. Turner que abrirá a fines de febrero del 2015 en el Getty Center (y a la que espero poder asistir), estoy muy entusiasmada por ver la película biográfica británica Mr Turner, en diciembre de 2014 y mientras tanto, leo los artículos de The Guardian, ya que la muestra itinerante está camino a Inglaterra.El artículo de Sam Smiles sobre los períodos tardíos de los autores, ¨Artists over fifty: better late than ever?¨ me resulta bastante original, porque no habla en sí de las características estilísticas, sino de los grandes logros de autores en su edad madura.

Se habla del mito de la declinación de la obra en la  ¨vejez¨, cuyos standard originales eran los 45 y 50 años. Luego de esa edad, se consideraba una absoluta degradación, pero ese concepto cambia a fines del siglo XIX y ya se comprende que hay maravillosas obras de ¨late periods¨ en artistas plásticos y también en la literatura. Sin embargo, queda claro que el período tardío no es relativo a la edad. Como ejemplo se cita a los músicos muertos en sus treinta y tantos años, Mozart entre ellos. Algunos autores, muestran una línea de continuidad; otros tienen cambios abruptos, unos pocos debido  a su condición senil o cuasi senil, o por un replanteamiento de vida.Ante la idea de la muerte cercana, deciden liberarse de ataduras, sus estilos cambian radicalmente y lo positivo de la actitud es que no se sienten afectados por la opinión de los demás. Se hace lo que se desea y se siente, sin restricciones, gracias a la -positiva- influencia del fantasma de la muerte.

Autorretrato de Rembrant, de 1969, que fue pintado cuando él tenía 63 años. Bajado del artículo de Miles.

¨Burckhardt wrote his book at a time when two of the most influential figures of the age had thrown down a major challenge to the critics. The last works ofBeethoven and Goetheconfounded conventional standards. When compared with the works of their early maturity, Beethoven's late string quartets or his Choral Symphony and Goethe's second part of Faust could seem mannered and self-indulgent, but it was clear to some that these works needed to be judged by other criteria.
By 1880 a music critic could refer to "the so-called 'late Beethoven'" as an established reference point. And in 1878 Beethoven's example was invoked by one of Turner's champions, William Kingsley, to defend his last watercolours: "These late Swiss drawings bear the same relation to his early work that Beethoven's Choral Symphony does to one of the simple movements of his early pianoforte sonatas."
Un excelente artículo que se presta a la reflexión de cualquier artista que siente el paso de los años. A no bajar los brazos que viene lo mejor!

Tuesday, January 14, 2014

¨Para acabar de una vez por todas con Chespirito¨

Algunos personajes del Chavo del 8. De http://www.servicioshf.com/hfblogs/sufridores-en-casa


Este artículo me sorprendió realmente, por inesperado. Yo soy una de las admiradoras del Chavo del 8, comedia en serie mexicana que llegó a Argentina a fines de los setenta, o principios de los ochenta, no recuerdo exactamente. No es un artículo de arquitectura, pero sí muestra en tono crítico lo que el Chavo y sus vecinos representan. La pobreza del conventillo, las burlas, la vida cotidiana; una analogía del habitat del inmigrante europeo en la pujante América del S.XIX.
El autor, Edgar Allan García (Universidad Central de Ecuador) nos dice porqué El Chavo no es gracioso, y deplora que el público tome como ¨normal¨ lo inaceptable.
Confieso que yo nunca lo había visto así. Porque para nuestra sociedad (digamos la sociedad de mi contexto social en los ´80) la época del conventillo de inmigrantes ya había pasado con nuestros abuelos y era ¨perfectamente normal¨. Tuve que ingresar a la universidad para comprender que había otro mundo más allá de mi barrio, immerso en un contexto similar al del Chavo aún, y me llevó muchos más años aprender sobre la idiosincrasia mexicana y su humor ingenuo.
Creo que ahí está la clave. He visto otros programas de la TV mexicana, teóricamente de humor, que fallaría en hacer reír a otro público distinto del mexicano, simplemente porque su humor es diferente, así como el humor inglés se diferencia tanto del humor norteamericano.
Pero con El Chavo, es otra cuestión. Con él volvemos a nuestras raíces, recordamos las historias de los abuelos y por carácter transitivo el personaje es parte de nuestras vidas. Y esta memoria opaca la inconveniencia de pegar, maltratar, burlar.
A continuación, el texto de Edgar Allan García, ¨Para acabar de una vez por todas con Chespirito¨, y el link para conocer al autor y su obra.

 Imagen de http://profile.pics.ak.sonicocnt.com/photos/

No creo que haya hogar en Latinoamérica que no haya crecido, durante casi tres décadas, con la imagen familiar y aparentemente inocua de los shows televisivos de Chespirito. La más popular ha sido siempre la del Chavo del Ocho y, según mi encuesta personal, no he encontrado un solo padre o madre de familia que le haya visto un solo “pero” a dicho programa, por lo que me he preguntado, más de una vez, qué hace que miremos sin ver, y oigamos sin escuchar, en qué consiste el velo que cubre nuestro raciocinio y nuestras emociones para aceptar como “normal” lo inaceptable, aun cuando todo resulte tan evidente. ¿De qué estoy hablando? Veamos algunos elementos del famoso Chavo del Ocho:
a) Se trata de un niño que vive en un supuesto cuchitril que seguramente lleva el número ocho en su puerta, de ahí su nombre, pero en realidad este niño huérfano de padre y madre vive dentro de un barril ante la mirada indiferente, excluyente y hasta cruel de la comunidad. 
b) El niño casi siempre anda muerto de hambre pero a nadie se le ha ocurrido adoptarlo, o por lo menos darle un par de comidas diarias o vestirlo decentemente o ayudarlo de manera sistemática. Nada de eso: abandonado a su suerte, el Chavo suele robar comida o, “abusando” de la confianza de sus vecinos, se come los alimentos que son para otros. Peor aun, Quico, el niño tonto y “rico” de la misérrima vecindad, suele alardear de sus pertenencias con el pobre Chavo y toda la situación se presenta como “graciosa”: “te voy a romper los cachetes de marrana flaca” suele exclamar, entre frustrado y furioso, el huérfano al que le han restregado el pastel al que jamás será convidado.
c) Una de las situaciones más despreciables que nos ha “regalado” Roberto Bolaños, el inefable Chespirito, tiene lugar cuando un personaje adulto (don Ramón) arremete con sendos coscorrones contra el Chavo, Quico o la Chilindrina. En estas escenas de maltrato infantil, inaceptables desde todo punto de vista, mucho menos para ser mostradas como situaciones “normales”, don Ramón, al grito de “¡tomaaa!” golpea a estos niños, en especial el Chavo que no tiene mamá que lo defienda, y todo se lo pinta como objeto de risa (lo peor de todo es que el público, tanto adulto como infantil, verdaderamente ríe con el llanto de los niños, de la misma forma en que ríe con esas pésimas representaciones para infantes en los que una “profesora”, con la regla en la mano, golpea a los alumnos que se “portan mal” o “no saben la respuesta”).*
 
d) No solo los niños son objeto de maltrato, también lo es una representante de la tercera edad a la que todos llaman “la bruja del 71”. Su condición de anciana le sirve de pretexto a Chespirito para hacer que los personajes de la serie le gasten bromas pesadas, al tiempo que se encarga de que su interés sentimental por don Ramón sea visto como ridículo y hasta asqueroso, esto es, inaceptable en una mujer de su edad. Con la complicidad de los adultos, los niños arremeten contra la “bruja” inventando historias sobre sus supuestos poderes malignos. En el fondo, lo que le reclaman tanto niños como adultos es que sea “vieja y fea”, esto es, que no calce con el estereotipo de belleza supuestamente propio de la juventud. Pero la señora Clotilde no es la única despreciada por ser diferente: tanto la flacura de don Ramón como la gordura del señor Barriga y de su hijo Ñoño también son objeto de burla constante: bola de grasa, globo inflado, cochinillo… son algunos de los adjetivos que refuerzan la exclusión de estos “diferentes”, aunque a cada uno le toque, en su momento, ser diferente y excluido por niño, por viejo, por feo, por pobre…
e) Don Ramón, en este sentido, no solo es el contumaz maltratador de niños de la vecindad, es también el estereotipo del inútil y vago latinoamericano, hecho que –en esta serie y en la ideología dominante- explicaría de cuerpo entero su pobreza. Y puesto que es el más pobre de la vecindad y, en esa medida, un ser de muchas maneras indefenso, nada impide que la vecina “rica” le entre a cachetadas cada vez que se cruza por su camino lo cual, por supuesto, es increíblemente “gracioso” tanto para Chespirito como para el público infantil y adulto que mira la escena y repite: “chusma chusma”!, como si no fuera con ellos.
Hay, no se puede negar, una parte divertida en esta serie (de lo contrario no habría tenido tanta aceptación) como es el caso de los famosos malentendidos, las frases (repetidas y repetitivas: “cállate cállate que me desesperas!”), los recursos gestuales de sus actores y ciertas situaciones humorísticas clásicas o “gags” pero más allá de la forma, el programa no solo que refuerza la costumbre, por desgracia tan común en nuestro medio, de abusar de los niños, burlarse de los ancianos, los gordos, los flacos, los feos, los débiles y los pobres, sino que ayuda a sacralizar la tara social volviéndola no solo aceptable sino, incluso, “graciosa”. Es por ello una lástima que Chespirito haya estado vigente tanto tiempo en nuestro continente, algo que solo se explica por la falta de una conciencia crítica en nuestra población, incluida la que tiene estudios universitarios. Por desgracia, la “masa” devora por igual comida chatarra, telenovelas chatarra, discursos chatarra y, con un candor digno de mejores circunstancias, se sienta junto a sus hijos a “gozar” con el Chavo del Ocho.
*Solo en la serie “Los Simpson” hay un caso evidente de maltrato infantil, cada vez que Homero intenta estrangular a su hijo Bart, pero a) no es un programa originalmente diseñado para público infantil; b) es un dibujo animado, lo cual de alguna manera le quita “realidad” al repudiable hecho.

Thursday, September 12, 2013

De la venta de libros piratas en Lima, Perú

Jiron Quilca, una de las calles de Lima donde se puede comprar libros piratas.
Foto del artículo de Manuel Vigo, link abajo

Quisiera compartir un post publicado por Manuel Vigo en Informal City Dialogues acerca de la venta de libros ¨pirata¨ en Lima, Perú.
El artículo es muy interesante, más allá de mostrarnos el pintoresquismo de los procederes ilegales, cómo se burla a los derechos de autor ante la gran cantidad de prensas que todo lo copian, -incluso antes que el Best Seller salga a la venta-, se plantea una realidad que es imposible evadir: los costos de los libros originales y la imposibilidad de comprarlos cuando cuestan más que el promedio del sueldo de un día de trabajo.
Lo que no justifica la piratería, pero al menos la hace comprensible, especialmente cuando de textos de universidades se trata, cómo se puede estudiar en facultades que tienen sólo un par de -copias- disponibles? Y sólo de algunos libros.
En la contracara de la situación, la nota nos recuerda que un autor que es pirateado, debiera ser feliz de serlo, ya que implica popularidad, un cierto homenaje a la creación.
También deja entrever la diferencia entre bajar libros on line y comprarlos ¨truchos,¨ pareciera que comparlos hace el acto más digno. Mi esposo, que está muy en contra de estas ilegalidades y prefiere publicar sus libros en forma gratuita on line, me aclara, con razón, que una cosa es la necesidad de bajar un libro por falta de dinero y otra la de los empresarios que se llenan los bolsillos con la venta en el mercado negro, porque, obviamente hay todo un negocio tras de ello, opinión que yo suavizo diciendo que además genera fuente de trabajo para tanta gente pobre.
Como ven, tengo una postura ambigua porque he conocido mucha gente buena de Perú, inmigrantes en Buenos Aires, y sé cómo piensan y cómo trabajan de sol a sol, intentando sobrevivir, los que viajan y sus familias que quedan en sus países. Y no estoy a favor de los ¨manteros,¨ nombre que se le da en mi país a aquéllos que tienden sus mantas incluso frente a los negocios donde se venden los mismos productos, originales, ya que el que alquila el local debe pagar todos los servicios, incluídos los impuestos. Mi corazón comprende fundamentalmente a los estudiantes......
Voy a dejar el link para el texto completo y copio solamente un párrafo, si Ud no lee inglés, use el traductor de Google porque vale la pena leerlo. En este blog, encontrará el traductor arriba, a la derecha.

The illegal copies aren’t restricted to high-profile places like Jiron Quilca – they’re ubiquitous, displayed by street vendors, on highway stands, inside markets and during the summer months at the city’s most popular beaches. According to one estimate, quoted by the BBC, Peru’s pirated-book publishers employ more people than their legal counterparts, and are thought to cost the industry $52 million in annual losses. In formal Peruvian bookstores the price of an average book hovers around 50 soles, or about $18, which is significantly more than what the average Peruvian makes in a day.
Many titles from Peruvian writers have also been given the full pirating treatment, including books by Mario Vargas Llosa, the 2010 Nobel Laureate, who has said the country’s book piracy “reflects the little or no respect for the law.”
Book pirates are known for their resourcefulness. Illegal copies of major novels are known to make their way to the streets on or before the official release date. 

Tuesday, July 23, 2013

Burnt books in Kathmandu


Sharing from Nationatl Geographic.com. Photograph by Navesh Chitrakar, Reuters
This aerial photo shows police in Nepal looking through burnt books following a massive fire at a tourist hub in Kathmandu, Nepal (map). Local media reported that flames first sparked in the kitchen of a lounge and bar when a cooking gas cylinder exploded. Flames spread quickly to two other buildings, including a large bookstore.
No deaths were reported, but hundreds of books did suffer from the incident.
Why We Love It
"The overhead shot gives you a sense of how overwhelming the clean-up process will be for the police. The picture is intriguing because its subject matter is not immediately clear; we need to squint at it for a few moments to understand what is going on in the frame."—Alia Wilhelm, photo intern

Tuesday, July 9, 2013

Libros de niños para intercambiar en la vía pública


Ya he mostrado en este blog, algunos ejemplos de países donde se dejan libros para intercambiar.
El ejemplo más interesante, lo he leído desde Israel:

En España y Argentina, también hay algunos días donde se permite dejar libros en la calle, al azar. La gente que selecciona un par de ejemplares, debe reemplazarlos por otros, que a su vez serán leídos por otras personas.
Estas fotos las saqué en la calle 2nd, que es la entrada a Long Beach, California, una calle comercial muy pintoresca. Como ven, se ha abierto un espacio en este contenedor de diarios y revistas, para que la gente lleve y traiga libros para niños. Es la primera vez que veo el ¨evento¨ en persona, y fue una grata sorpresa.


Saturday, July 6, 2013

Almanaque del mes de Julio. Diseñado por Sergio Astorga


Quiero agradecer al artista Sergio Astorga, quien me ha compartido desde su blog Antojos su almanaque diseñado para el mes de Julio.
Es un honor para mí haberlo recibido!

Saturday, May 25, 2013

Yellow Journalism. Prensa Amarilla

Yellow Journalism. Prensa amarilla. Arte digital de Myriam B. Mahiques

Así es como veo yo la prensa amarilla, un conglomerado de ideas inconexas, de estructura caótica, con un centro que es el del hundimiento de las personas. Pero sí, en una visión general, muy divertida.



Thursday, April 25, 2013

The great story of the Timbuktu´s manuscripts salvation

Haidara with his manuscripts in 2009.Brent Stirton/Getty Images

I´m sharing an excerpt of the great article by Yochi Dreazen that tells us the story of the old Timbuktu´s manuscripts salvation from Al Qaeda´s linked Islamist group, Ansar Dine, which for most part of last year ruled Timbuktu through terror.

¨When Abdel Kader Haidara was 17 years old, he took a vow. Among the families of Timbuktu with manuscript collections (and the Haidaras had one of the largest), it’s traditional for one family member from each generation to swear publicly that he will protect the library for as long as he lives. The families revere their manuscripts, even honoring them once a year through a holiday called Maouloud, on which imams and family elders perform a reading from the ancient prayer books to mark the birth of the Prophet Mohammed. 
h
 “Those manuscripts were my father’s life,” Haidara told me. “They became my life as well.” That life came under serious threat last year, when a military coup ousted Mali’s democratically elected leader just as a loose alliance of Tuareg separatists and three Islamist militias began conquering broad swaths of the north. The rebels quickly routed the Malian army, and Timbuktu fell in April 2012. As the militias poured into his city, Haidara knew he had to do something to protect the approximately 300,000 manuscripts in different libraries and homes in and around Timbuktu.
Haidara had spent years traveling around the country negotiating with Mali’s ancient families to assemble thousands of texts for the Ahmed Baba Institute, which was founded in 1973 as the city’s first official preservation organization. “When I thought of something happening to the manuscripts, I couldn’t sleep,” he told me later. 
 The initial wave of invaders were secular Tuareg, but quickly the Islamist militia Ansar Dine asserted control, imposing a harsh regime of sharia in Timbuktu and other northern cities. The Islamists didn’t know, at first, about the manuscripts. But their indiscriminate cruelty and their tight-fisted control over the city meant that the texts had to be hidden—and fast. Haidara thought the manuscripts would be most secure in the homes of Timbuktu’s old families, where, after all, they had been protected for centuries. He assembled a small army of custodians, archivists, tour guides, secretaries, and other library employees, as well as his own brothers and cousins and other men from the manuscript-holding families, and began organizing an evacuation plan.
Starting in early May, every morning before sunrise, while the militants were still asleep, Haidara and his men would walk to the city’s libraries and lock themselves inside. Until the heat cleared the streets in the afternoon, the men would find their way through the darkened buildings and wrap the fragile manuscripts in soft cloths. They would then pack them into metal lockers roughly the size of large suitcases, as many as 300 in each. 
At night, they’d sneak back to the libraries, traveling by foot to avoid checkpoints on the road, pick up the lockers, and carry them, swathed in blankets, to the homes of dozens of the city’s old families. The entire operation took nearly two months, but by July, they had stowed 1,700 lockers in basements and hideaways around the city. And they did it just in time, because not long after, the militants moved into the Ahmed Baba Institute, using its elegant rooms to store canned vegetables and bags of white rice. Haidara fled to Bamako, hoping the Islamists’ ignorance about the texts would keep them safe.¨

Read the article in full:

Sunday, April 21, 2013

Spanish words in the ¨pure¨ English

These sculpted words are designed by Stephan Sagmeister. Google images

Here´s an excerpt from the great article by Korey Stamper at The Guardian, who reflects about the Spanish words that are contained in the English language. The text is mocking the tendency of the immigration debate to keep ¨only¨ English. Besides, this is enlightening, by force of habit, I haven´t noticed our words intermingled in the everyday language.


¨Take Spanish, a frequent target of American lexical jingoism: English has been borrowing words from Spanish – or its ancestor language, Old Spanish – since the 14th century. It's not surprising when you consider that Spain was one of the reigning world powers in the Middle Ages. During the 15th and 16th centuries, the Spanish managed to circumnavigate the globe, conquer half of the New World, and claim thePacific Ocean. They gave the world Henry VIII's first (and most long-lived) wife, Catherine of Aragon. And they coughed up two Popes and an Antipope.
Our oldest Spanish "loanwords" give you a sense of just how much of the world Spain was conquering. "Armadillo", "iguana", "sarsaparilla", and "tobacco" describe new flora and fauna Spanish explorers found in North and South America. "Canary" flitted into English from the Spanish name for a group of islands off the coast of Africa. "Eskimo", while ultimately from an Algonquian language of western Canada, likely was introduced into English via Spanish.
Spanish influence doesn't end with the Renaissance: almost a quarter of the US was under Mexican or Spanish rule until the mid 1800s. If you grew up watching spaghetti Westerns or idolizing the Wild West as presented by Johns Wayne and Ford, then you are steeped in Spanish loanwords. Renegade caballeros on broncos, riding through the canyons of Colorado – if you dump the Spanish loanwords, you're left with "on, riding through the of".
Over the last 400 years, there have been movements to make English a "pure" language, and these movements have generally targeted foreign loanwords. Even lexicographers were not immune from lexical nationalism: Samuel Johnson, in writing his 1755 Dictionary of the English Language, omitted foreign words (like "skunk" and "hickory") that had gained currency in the English-speaking American colonies.
But such movements ignore a basic fact: English has been borrowing words from other languages since its infancy. The names for the days of the week are some of our oldest English words, and they honor the sun, the moon, and a handful of northern Germanic gods the Anglo-Saxons worshipped. But "Saturday", the beginning of our weekend, honors a Roman god in Saxon clothes: the Anglo-Saxon "sætern" means "Saturn" and was stolen outright from Latin.
And so it goes, throughout history. English takes Latin words and Old Norse words, then dips into French, Spanish, Arabic, Dutch, Bantu, Wolof – and that doesn't even bring us into the modern era of immigration, where loanwords from Yiddish, Modern Greek, Italian, German, Japanese, Farsi, Irish Gaelic, and other languages arrive.¨

Sunday, April 14, 2013

Biografías. Instalaciones con libros de Alicia Martín


Alicia Martín es la artista española que ha montado estas instalaciones. La serie se llama Biografías, y  cada muestra lleva aproximadamente unos 5000 libros, que caen desde ventanas, como un tornado. Lo más interesante es que las hojas se mueven al viento, dándole vida al conglomerado de libros.
Este post está compartido desde 
donde pueden ver más fotos y leer más sobre el tema.


Wednesday, March 27, 2013

Mi experiencia con mi primer ereader



Finalmente he sucumbido al ereader, y sabía que sucedería en algún momento, cuando la tecnología me avasallara o mejor dicho, me acorralara.
Y no es que he abandonado mi preferencia por el papel, su olor, su textura, sino que los textos cada vez más se publican on line o en formatos digitales y necesitamos una maquinita con qué leerlos.
No me refiero a las computadoras, tengo una importante para dibujar con comodidad, con monitor grande, y mi celular con todas las funciones de esperar; sin embargo, hay una cantidad de textos sobre los que no posteo, que son ¨papers¨ o publicaciones profesionales cuyo formato invariable es pdf y sólo con un ereader puedo leerlos fuera de mi escritorio. A ellos les sumo una cantidad de clásicos que suelo bajar de Project Gutenberg u otros sitios gratuitos, a los que he dado prioridad entre las novelas.
Este post parecerá muy ingenuo a aquéllos que tienen en claro qué desean comprar, y sólo basta con elegir una marca de tablet de moda. Pero lo dedico a aquéllos cuya intención primaria es la lectura.

La historia comienza con que mi esposo se compró una tablet Craig, barata, y a los pocos días no anduvo. La abrió, y una plaqueta estaba desconectada, con un cablecito ¨insignificante,¨ cortado. La llevó a varios lugares de reparación y la respuesta fue siempre la misma: para un artículo de menos de 100$ (dólares) no se hacen arreglos, deséchela señor!
Al mes, compró una hermosa Samsung, y me ofreció compartirla para leer. Muy complacida, bajé algunos pdf´s que tenía en mi PC y cuando quise pasar las hojas, el zoom se me desconfiguró, debía volver a acomodar la página y agrandar la letra. Intentamos configuraciones, y no encontramos la solución. Otro problema es el brillo del acabado que no está pensado para ereader.
Entonces decidimos comprar otra para leer exclusivamente, y pensamos en una Kindle de Amazon. Fuimos a averiguar y el que compre Kindle ereader, paper white, está atrapado con el mercado de Amazon, no es posible pasar archivos desde la computadora. Fuimos luego a Barnes and Noble, pensando que la Nook sería más amigable. Pues no. Los modelos blanco-negro son sólo para compra de libros del mercado de dicha librería, a no ser que gastemos lo mismo que una tablet, y para eso, ya teníamos una.
Finalmente, encontramos una muy sencilla de Sungale, que no me tiene atada al mercado de libros digitales, es simplemente un lector de archivos a color. Entiéndase bien: no tiene wi fi, ni lo necesito, porque yo bajo y compro a través de mi computadora. 
Comenzamos probando un libro en pdf, y vimos que tenía el mismo problema de la tablet; pasamos a .text y a html y funciona perfecto, una vez que alcanzamos el zoom deseado, pasamos páginas sin problemas de desconfiguración. La razón, los pdf se leen como si fueran fotos, así que me dediqué un rato a convertir archivos pdf a text para pasarlos al ereader: desde el acrobat reader, ponemos save as o guardar como : ¨text¨. 
Mi esposo, decidió hacer lo mismo con su tablet más avanzada, y vió que no podía. No tiene lector de html o text a no ser que se bajen apps. Y por supuesto, aún no hay lectores de .doc, pero ya están viniendo.
Conclusión, no tendré una tablet poderosa, pero es un buen ¨utilitario,¨ de 1.6 G de memoria, con la posibilidad de agregarle una tarjeta de 32G. Con respecto al hábito de lectura, aún debo acostumbrarme al formato. Al leer en fragmentos y  no ver la página completa (debo ampliar un poco el zoom), pierdo la noción de la totalidad del libro, lo que me incomoda. Tal vez sea por mi profesión, que estoy acostumbrada a ver primero el todo, luego las partes. Es decir, con el libro, mentalmente tengo su estructura, el prólogo, índice, cantidad de capítulos, ahora siento que leo parcialidades y eso me distrae un poco, no es una impresión racional, sino intuitiva.
El post continuará si descubro más bondades o inconvenientes.

NOTA AL 28 DE MARZO:
He tratado de bajar Ulysses, de James Joyce de Project Gutenberg, y la conversión a html no anduvo, pero sí con otros libros. Tanto .txt como html se leen bien.
Algunos libros en txt se desconfiguran. Primero pensé que era el ereader, luego observé que en mi computadora se ven exactamente igual desconfigurados, o sea, es un problema de la conversión del archivo. Lo ideal, es testear primero en nuestras PC´s.
Recuerden que esto sucede porque no estoy comprando libros ya preparados para ser leídos en ereader, entiendo que comprando por Kindle o Nook, no deberíamos tener este inconveniente. Sin embargo, he leído que las ediciones de bajo costo no son corregidas adecuadamente y muchos usuarios se han quejado por la falta de legibilidad
Con respecto al lenguaje, no recomiendo esta modalidad para quienes están aprendiendo un idioma, porque las palabras, según la configuración del texto original, pueden quedar cortadas en cualquier lugar, y por supuesto no vemos el texto justificado. Debemos tener un amplio dominio del idioma para que no nos afecte.
El ¨juguete¨ me ha resultado sumamente tentador para pasar desesperada de un libro a otro, imaginen, tener tanto en algo tan pequeño. Anoche empecé con un libro de urbanismo, y luego de una hora salté a The Illustrated Man, de Ray Bradbury, que no leía desde mis quince años, tal vez algún cuento suelto he releído. Y no podía dejarlo, hoy necesitaría unas horas más de sueño....

NOTA AL 7 DE JULIO:
Siempre tuve en mente usar la tablet para ir leyendo en el auto mientras mi esposo manejaba en la autopista. Pero no ha sido posible, ya que la pantalla no es de papel digital y el sol no me deja ver, por más que he cambiado el color de la letra, el fondo.
Para quienes vayan a comprar una tablet, recuerden determinar dónde leerán, al sol o en un ambiente con luz natural pero no directa.
Me ha resultado fantástico, por ejemplo si me despierto temprano un fin de semana (no me despierto nunca tarde, por fuerza de costumbre), y ya entra en la habitación un poco de claridad. No necesito ni abrir la ventana ni prender ninguna luz.
Luz artificial directa tampoco es necesaria en estas tablets.

Friday, March 8, 2013

¿Tiene sentido seguir escribiendo ficción?


Un cuadro surrealista de Vladimir Kush mostrando un libro -aparentemente- de ficción
He dado con el artículo de Verónica Chiavarelli  para La Nación, del cual reproduzco una parte, y me he sentido absolutamente identificada por los sentimientos descriptos.
Y no es que yo sea novelista, cada tanto me inspiro para escribir un microrrelato, algunos que he tenido la suerte de publicar gratuitamente por selección del editor, y he ganado algunas menciones. Pero premios y reconocimientos en literatura no son mi meta, lo hago por placer.
Sin embargo, estando en la biblioteca de Huntington Beach, en la sección de venta de libros usados, me ha asaltado la pregunta de porqué habría tantos autores de ficción -fundamentamente veo autoras femeninas-, si lo hacen por pasatiempo o con la esperanza de lograr un best seller, o de llegar a ser famosas. No lo sé. Pero como dicen en el artículo, no hay tiempo para leer tanto en oferta, y seguramente hay títulos excelentes en tanto que se acumula en las bibliotecas y librerías. 
Luego, el comentario de Ian Mc Ewan, aún siendo yo más joven que él, tengo la inquietud Borgeana de cuestionarme cuántos libros más he de leer en lo que me quede de vida; por lo tanto, he desplazado mi atención a los que creo no debiera haber dejado de lado, muchos clásicos y libros científicos, es así como unos días atrás hice un post sobre El Conde de Montecristo, que leí en 2013. Más vale tarde que nunca....
Sinceramente, creo que los escritores debieran continuar escribiendo, por alguna razón el destino les ha dado la oportunidad, y siempre es un placer poder desarrollar un acto creativo.
Vamos al artículo:
Un escritor argentino muy popular se lamentaba en privado: "Cada vez que entro en una librería y veo los estantes y las mesas rebosantes de novelas que acaso nadie compre, muchas de ellas seguramente buenas, merecedoras de lectores atentos, me pregunto qué sentido tiene seguir escribiendo y agregar una historia más". El brote melancólico era injustificado en su caso (cada vez que publica un libro, inmediatamente se ubica entre los primeros puestos de las listas de best sellers ). Sin embargo evidencia los síntomas de un agobio que todo amante de la literatura conoce: la abrumadora cantidad de ficción que nutre las librerías sin cesar es inversamente proporcional al tiempo escaso del que se disponer para leer.
La semana pasada, en el suplemento Babelia, de El País de Madrid, el escritor británico Ian McEwan planteaba un problema similar pero aún más provocativo porque, como novelista, no se pregunta por qué escribir ficción sino más bien por qué leerla, consciente de que el interrogante no recae sólo sobre sí mismo sino que entra como un proyectil en la desarticulada comunidad de los lectores del mundo.
Dice McEwan: "Mi corazón de escéptico flaquea cuando me acerco a la sección de ficción de una librería y veo [...] las frases publicitarias sobre las cubiertas (´Él la quería, pero ¿ella lo iba a escuchar?'), los resúmenes de argumentos en las solapas, con su solemne uso del presente: ´Henry abandona su matrimonio y se embarca en una serie de salvajes...' [...] Tengo 64 años. Con suerte, podrían quedarme aún unos 20 años de lectura. ¡Quiero aprender cosas del mundo! Quiero leer a cosmólogos que me hablen de la creación del tiempo, a los analistas del Holocausto, al filósofo que se ha emparentado con la neurociencia, al matemático capaz de describir la belleza de los números al más zopenco, a los aficionados a la guerra civil inglesa".
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