Pages

Sunday, November 20, 2016

Roadside Picnic y la frustración de un texto cercenado


Ha pasado mucho tiempo desde que no posteo aquí y no es que no he leído, sino que me he dedicado más al arte, y al trabajo.
Entre todo lo que leí este año, no puedo dejar de mencionar Roadside Picnic de Arkady y Boris Strugatsky, que es el libro en que fue inspirada la película Stalker de Andrei Tarkovsky.

Ví la película hace unos años y debo confesar que me costó seguirla, por el lenguaje ruso, más el tono monótono del protagonista. Pero un arquitecto no debiera dejarla pasar, la película tiene mucho de filosofía, psicología y una gran apreciación de los cambios en el paisaje, y cómo afectan a las personas. La puesta en escena del paisaje me fascinó.
Porqué el título del libro? Nos encontramos con una ciudad rusa, en algún futuro, a la que los aliens han visitado, fugazmente, y dejan una zona geográfica totalmente afectada y con artefactos y tecnología extraterrestre que los humanos tratan de analizar, a veces con graves consecuencias.
Estos ¨artefactos¨ y tecnologías son obtenidos a partir de ¨stalkers¨ que son los hombres (no hay mujeres para este puesto) que ilegalmente los buscan y luego los venden en el mercado negro.
Los autores comparan a esta zona como los restos de un picnic al costado del camino, donde la gente para, se entretiene, come, y deja su basura.

La película no es muy fiel al libro pero toma su esencia. Y lo que más nos hace reflexionar, se trata también de la búsqueda de una esfera que cumple los deseos íntimos de las personas. Y aquí viene el paréntesis, no son los deseos que uno expresaría normalmente frente a la gente, sino los deseos ocultos, los que nosotros mismos no queremos dar a luz y de los que tal vez su concreción sea terrible. 
El final acerca de la actitud del stalker con respecto a la esfera, difiere de la película y es de todos modos interesante.

Más lo son aún las palabras finales de Boris Strugatsky. La novela fue concebida en febrero de 1970 y publicada diez años más tarde, transfigurada, cercenada, en una antología llamada ¨The Unintended Meetings¨.
Boris transcribe algunas críticas hechas por los editores, imposible decir ¨al diablo con ésto¨, ¨me muero de hambre¨, ¨eres basura, un buitre¨, etc etc.
Un proceso de diez años de burocracia sufrido por los autores, quienes finalmente publican resignados entre otras historias, despreciando el resultado.

Boris aprecia el interés de Tarkovsky y cree que su película fue la razón por la que Roadside Picnic se hizo famosa. Entre tantas nuevas ediciones en varios países, en EEUU e Inglaterra la primera edición en inglés es de 1977.

Una novela y película son imperdibles para las mentes intelectuales. La versión que tengo, cuya tapa ilustra el post, es completa, sin recortes. Mi libro es de Chicago Review Press, 2012.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...