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Monday, January 10, 2011

Marcos Aguinis escribe sobre la persecución a los cristianos

Patriarca Antonios Naguib. Imagen de dar-y-comunicar.blogspot.com/

Transcribo aquí los párrafos del comienzo del artículo de Marcos Aguinis para La Nación, sección Opinión, ¨El Cristianismo objeto de persecución¨.
El sr. Aguinis es judío y me complace que haya escrito en defensa del cristianismo, en una muestra clara de su visión y criterios amplios.

Imagen de mmmperu.org

¨La criminal agresión contra una iglesia copta en Alejandría, que dejó decenas de muertos y heridos, es sólo una muestra irrefutable de la campaña contra las minorías cristianas que se viene desplegando en Africa y Asia desde hace décadas, con el silencio culposo del resto del mundo. Esta agresión no se limita a intimidar personas, expulsarlas y recortarles sus derechos, sino que llega al asesinato.
El cristianismo, desde que consiguió terminar con las persecuciones romanas y convertirse en una religión dominante, no ha conocido otras heridas que las que se infligieron entre sus propias denominaciones o en las campañas de expansión. A partir del siglo XIX y gran parte del XX, la democracia y el enciclopedismo impulsaron hondas reflexiones eclesiales en todas las instituciones cristianas.
El Concilio Vaticano II, convocado por el revolucionario papa Juan XXIII, alcanzó el nivel de los paradigmas. El cristianismo dejó atrás su modalidad parcialmente inquisidora y se volcó de forma decidida hacia la libertad y el respeto por la diversidad en materia de fe. Excepto algunas minúsculas -aunque todavía hostiles- sectas fundamentalistas, el océano mundial de los cristianos apoya y practica la tolerancia en el campo religioso.
Gracias a su noble impulso, proliferan encuentros ecuménicos y manifestaciones fraternales. Pero obstruye la visión sobre el sufrimiento que padecen comunidades cristianas minoritarias. Pese a la globalización, en muchas regiones aún predomina la barbarie. Los esfuerzos para avanzar hacia el diálogo, que abundan en Occidente, no emocionan ni penetran a numerosos sectarios. Para colmo, muchos gobiernos e infinidad de organizaciones prefieren poner sordina ante los crímenes porque suponen que erguirse contra esos fanáticos hace el juego a la discriminación, la xenofobia y la intolerancia. Creen que ajusticiar a quienes persiguen y matan cristianos contradice sus postulados pacíficos. Por eso, las pocas voces que se expresan, aunque muy alarmadas, cuidan en extremo los vocablos.
El pecado mayor no reside en enfrentar con energía a los salvajes, sino en dejarlos hacer, impunemente. Muchas agresiones religiosas todavía tienen lugar en países democráticos y modernos, pero contra ellas pelean organizaciones de diverso tipo. No ocurre así donde falta la democracia y reina el sectarismo. Ni siquiera la prensa o las organizaciones que defienden los derechos humanos se dedican a investigar y denunciar esos horrores con la energía que corresponde.¨

Arte copto. Arcángel San Miguel, ícono del SXIII. Imagen de wikipedia.org
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Acerca de Marcos Aguinis

Marcos Aguinis. Imagen de miscelaneasdecuba.net

Este blog tiene un lugar para el escritor argentino Marcos Aguinis a quien admiro. De La Nación, extraigo un resumen de su biografía:
El escritor Marcos Aguinis ha transitado una amplia formación internacional en literatura, medicina, psicoanálisis, arte e historia. En 1963 apareció su primer libro y, desde entonces, ha publicado nueve novelas, once libros de ensayos, cuatro libros de cuentos y dos biografías que generan entusiasmo y polémica. En los últimos años todos sus títulos se convirtieron en best-sellers.
Además, escribió artículos sobre una amplia gama de temas en diarios y revistas de América latina, Estados Unidos y Europa. Dictó centenares de conferencias y cursos en instituciones educativas, artísticas, científicas y políticas en Alemania, España, Estados Unidos, Francia, Israel, Rusia, Italia y casi todos los países latinoamericanos.
Cuando se restableció la democracia en la Argentina en diciembre de 1983, el escritor fue designado subsecretario y luego secretario de Cultura de la Nación; impulsó la famosa primavera cultural que animó el país. Creó el PRONDEC (Programa Nacional de Democratización de la Cultura), que obtuvo el apoyo de la UNESCO y de las Naciones Unidas, y puso en marcha intensas actividades participativas para concientizar a los individuos sobre los derechos, deberes y potencialidades que se cultivan en una real democracia. Por su obra fue nominado al Premio Educación para la Paz de la UNESCO.
En el campo de los derechos humanos enfrentó temas polémicos que pusieron en riesgo su vida. Durante la última dictadura fue limitada la circulación de sus libros y algunos salían del país en forma clandestina. Innumerables lectores admiran su vision profética sobre el conflicto árabe-israelí, las tensiones internas de la Iglesia Católica, el autoritarismo y el resurgimiento del fundamentalismo étnico y religioso.
Marcos Aguinis recibió, entre otros, el Premio Planeta (España), la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, el Premio Reforma Universitaria (Universidad de La Plata), el Premio Fernando Jeno (México), Premio Benemérito de la Cultura de la Academia de Artes y Ciencias de la Comunicación, Premio Nacional de Sociología, Premio Lobo de Mar, Premio Swami Pranavananda, la Plaqueta de Plata Anual de la Agencia EFE por su contribución al fortalecimiento de la lengua y la cultura iberoamericanas y fue designado por Francia Caballero de las Letras y las Artes. Le otorgaron el título de Doctor Honoris Causa la Tel Aviv University (2002) y la Universidad de San Luis (2000). En 1995 la Sociedad Argentina de Escritores le confirió el Gran Premio de Honor por la totalidad de su obra.

Sunday, January 9, 2011

Usos del maguey o ágave. El ¨papiro¨ americano.

Códice Huejotzingo. Cultura Nahua, 1531. Documento pintado a mano sobre ágave americana. Imagen bajada de tagartteacher.blogspot.com

El maguey o ágave es una planta que fue altamente utilizada por los aztecas. Y, a falta de papel, la procesaban como papiro. He aquí algunos de los usos más importantes del maguey:

Maguey. Imagen de allposters.com

¨Los ágaves han sido una fuente de alimento y fibra para muchos grupos de aborígenes de Norteamérica. Presscott (1867) indica que el ágave era consumido, bebido, vestido y empleado como material de escritura por los aztecas¨. (...). Rivero (1855) destaca la importancia del paperl en la cultura azteca precolombina, en la configuración de importantes bibliotecas ¨Cuan grande fue el tesoro de los manuscritos puede ser juzgado por el relato de Torquemada, que nos dice, que en los últimos días de la monarquía mexicana, cinco ciudades enviaron al gobernador 1600 fardos de papel, fabricado de la planta del maguey (Agave americana) y que el total de estos fueron llenados con jeroglíficos pintados¨.
Rivero (1855) indica que los habitantes del Perú empleaban troncos de Agave americana en sus edificios. En Ecuador, Hassaurek (1868) indica que las hojas anchas de los ágaves eran empleadas en las escuelas (de las clases más pobres) en vez de papel, para aprender los rudimentos de la escritura, y añade ¨El vástago floral constituye un material indestructible...de las flores hervidas, con la adición de vinagre, fabrican un agradable encurtido llamado ¨alcaparras¨. Los tejados de las chozas como he dicho, son, en ocasiones, cubiertas por las hojas, y yo he visto paredes de chozas indias parcheadas con ellas. La gente común emplea las hojas como jabón para lavarse¨.
REFERENCIA
Fragmentos tomados de la Monografía de la revista Bouteloua 3. El género ágave L. En la flora alóctona valenciana.
De Daniel Guillot, Piet Van der Meer, Emilio Laguna & Josep Antoni Rosselló. Huesca. Septiembre de 2009

Enfrentamientos en Rusia por la figura de Tolstoi

León Tolstoi en el último tramo de su vida, alejado de todo tipo de comodidades. Foto Bettmann/Corbis


Hace un par de meses, uno de los mayores estadistas de Rusia emprendió una misión paradójica: rehabilitar a Tolstoi, una de las figuras más queridas de la historia nacional.
Tal vez podría parecer un gesto innecesario un siglo después de la muerte del escritor. Pero el año pasado los rusos se enfrentaron en torno a la figura de Tolstoi, casi como cuando estaba vivo. Los intelectuales acusaron a la Iglesia Ortodoxa Rusa de mantener a un héroe nacional en la lista negra. La iglesia acusa a Tolstoi de haber ayudado a que ascendieran los bolcheviques. El melodrama de los últimos días del escritor, cuando huyó de la casa familiar para hacer vida ascética, se revivió con todos sus detalles jugosos, como un "reality" antiguo.
Pero, en un país que no pierde ninguna ocasión para una celebración pública, el aniversario de la muerte del autor de Guerra y paz , el 20 de noviembre de 1910, no fue conmemorado con galas ruidosas ni películas taquilleras financiadas por el gobierno. Oficialmente apenas si se hizo referencia al hecho.
Teniendo esto en mente, el ex primer ministro Stergei V. Stepashin se decidió a escribirle al líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, convertido hoy en árbitro de la política y la cultura. En un lenguaje cuidadosamente diplomático, que tiene en cuenta "lo particularmente sensible" de "esta cuestión delicada", Stepashin pidió perdón en nombre de Tolstoi, que fue excomulgado hace 110 años.
El impulso para hacer ese pedido le surgió después de una visita solitaria al montículo de tierra sin identificación donde Tolstoi está enterrado. Stepashin describió la visita -que hizo cuando era director del Servicio Federal de Seguridad, continuador de la KGB- como una experiencia emocional que nunca pudo borrar de su mente.
"Uno mira la casa donde vivió y trabajó, donde creó sus obras, y después llega a un lugar donde no hay nada más que esta pequeña colina", dijo Stepashin, que tiene estrechos vínculos con la iglesia. "Es algo que deja absorto, en un plano humano y moral. Y entonces decidí escribir esa carta."
Siga leyendo la nota de Ellen Barry y Sophia Kishkovskyt para The New York Times. 
Traducción de Gabriel Zadunaisky para La Nación.

First cookery books of modern times

Bartholomeus Platina. Image from google images

In 1375 the first cookery book of modern times appeared. It was compiled by Guillaume Tirel, ¨First squire of the kitchen¨ to Charles VI of France and previously (at the time when the manuscript was written) cook to Charles V, for whose kitchen staff the book was intended. It was written under the pseudonym of Taillevent. Although in modern French taille-vent means seagull, it is very tempting to take the word in its literal sense of ¨cut wind´ -for the mediaeval digestive system was much afflicted by wind, and any author who offered the promise of reducing it would have been a popular man indeed. (…) A few years after Tirel produced his manual for the kitchen of the French king, a similar work appeared for the instruction of the cooks of Richard II of England. This was known as The Forme of Cury (Cookery) and had much in common with Le Viandier. Both books rely on heavy spicing, and most of the food is minced or chopped so that it may conveniently be eaten with a spoon. (…)

Platina, De Honesta Voluptate (1st page, detail)
copy of the incunabulum of 1480
Museo Archeologico Nazionale di Cividale del Friuli
published by the Societa Filologica Friulana in 1994
A page from De Honesta Voluptate. Picture from University of Glasgow Library

The first printed cookery book came, as was hardly surprising, from Renaissance Italy in 1475. It was written –and this, superficially, was surprising- by the Vatican librarian. Renaissance humanists, however, were interested in everything, even in the mundane subject of food which so many philosophers and historians have regarded as a matter of no importance. The librarian´s name was Bartolomeo de Sacchi, but he was known as Platina. His book, De Honesta Voluptate, was partly a cookery book and partly a guide to good health.
Reference:
The Fine Art of Food. By Reay Tannahill. P. 75/76. Great Britain. 1970
Read The Forme of Cury at Project Gutenberg

Saturday, January 8, 2011

Invisible Architecture: Experiencing Places Through the Sense of Smell

I was writing my post about scratch and sniff events at theaters and thinking about this emphasis of the senses in architecture, when I found by chance this book Invisible Architecture: Experiencing Places through the Sense of Smell. I think it must be really interesting, considering the smell is very important, for example, in the Middle Ages, people thought that diseases were produced by inhaling putrid smells. In consequence, all meals were absolutely spiced and treated with vinegar.
In my experience, one can reject a place, just because we can´t stand the smell. Isaac Asimov, in his book Foundations Edge writes about the smell of the cities and how uncomfortable it could be for visitors.
From The Scented Salamander´s post:
"An extract from Daniel Defoe's Journal of the Plague Year, 1722, is quoted in the book and he wrote: "If we came to go into a church when it was anything full of people, there would be such a mixture of smells at the entrance that it was much more strong, though perhaps not so wholesome, than if you were going into an apothecary's or druggist's shop." He goes on to describe the different smells that would be encountered. This quotation sums up much of what the book is about, but it is brought it right up the present day with the 9/11 destruction of the Twin Towers in New York with the smell of the dust, consisting of cement, asbestos and paper among other things."
An important aspect of this study is that it also helps you redefine what architecture is,
"The book also raises the question, what is architecture? Most of us have a preconceived notion that it is buildings and the built environment, but if we experience places through the sense of smell, as this book sets out to do, then it is rarely the actual buildings that produce the odour but the activities associated with them."

From goodreads.com:
What does a church smell like? Or a movie theater? How conscious are we of the smells that surround us? The idea that places have an olfactory identity is not recent. Even in ancient architecture the dynamics of scents and their permeation were incorporated into the design. The 20th century, however, witnessed an increasing need to dry out spaces and sterilize the air in the effort to eliminate any olfactory perception in the regulation of indoor air quality. The resinous odor of the timber in Peter Zumthor's Swiss Pavillon at the Hannover Expo; the thinness of the oxygen-poor Blur Bar by Diller+Scofidio; the shape-rendering Wind Tunnel by Renzo Piano for Ferrari at Maranello—these are among the most recent signs that architecture is reclaiming it's invisible olfactory dimension to add a further experience to space. This original book maps out places and scents from around the world, in architecture throughout the ages, accompanied by expert "noses": celebrated architects, avant-garde artists and scientists who research perception.

Friday, January 7, 2011

Quién era Funes el Memorioso?

Imagen de google images

Hoy leí este artículo fantástico de Silvia Hopenhayn en La Nación, e invito a su lectura. En él se da a conocer la verdadera historia del personaje de Borges ¨Funes el Memorioso¨, uno de los cuentos más bellos de Borges, al menos para mí. Dejo el link para que continúen la lectura con opiniones de escritores y un neurólogo, más el link del cuento para bajarlo en pdf.
Ireneo Funes nació en 1868, en Fray Bentos, Uruguay. Hijo de María Clementina Funes, una planchadora del pueblo, y un tal O'Connor, médico del saladero según algunos, aunque otros dicen que se ganaba la vida como domador o rastreador en el departamento de Salto. En todo caso, la impronta paterna es bastante imprecisa. Ni siquiera se conoce el nombre de pila.
Ireneo tenía dos rasgos que caracterizaban su aspecto insondable: no darse con nadie y estar siempre al tanto de la hora. Sin consultar el cielo ni mirar el reloj, sabía la hora con exactitud. Y cuando se la consultaban, solía responder con una voz aguda y burlona, poniendo el acento en los minutos.
El primo de Borges, Bernardo Haedo, solía desafiarlo en cualquier esquina. Junto a él Borges vio a Funes por primera vez, durante uno de los plácidos veranos en que se hospedó en la estancia San Francisco, del padre Bernardo, sobre el río Uruguay, muy cerca de Fray Bentos.
Era un atardecer de marzo o febrero de 1884. Volvían a caballo, cantando, después de un día bochornoso y con ansias de tormenta. En ese momento, apareció un muchacho corriendo por una estrecha y rota vereda. Oscureció de golpe e imprevisiblemente, el primo de Borges le gritó, poniéndolo a prueba: "¿Qué horas son, Ireneo?". Sin detenerse, Funes le respondió: "Faltan cuatro minutos para las ocho, joven Bernardo Juan Francisco".
Por eso lo llamaban el "cronométrico Funes". Nunca fallaba en su percepción del tiempo. No era una adivinación. Lo hacía por gusto, siempre con un cigarrillo, el rostro duro, vestido con bombachas y alpargatas.
Para Pedro Leandro Ipuche (1889-1976), poeta uruguayo iniciador del "nativismo", Funes era un precursor de los superhombres. Lo llegó a calificar de "Zaratustra cimarrón y vernáculo". Si bien Borges era un gran admirador de Ipuche (ver "La criollidad en Ipuche", Proa , segunda época, Buenos Aires, año 1, número 3, octubre de 1924), prefería considerar a Funes un compadrito de Fray Bentos con ciertas incurables limitaciones.
De aquel efímero cruce (cuya fugacidad más tarde Ireneo lamentaría), Borges lo recuerda de cara taciturna y aindiada, con manos afiladas de trenzador y voz pausada, "resentida y nasal del orillero antiguo".
Los dos veranos siguientes, la familia de Borges decidió veranear en Montevideo. En ese tiempo, ocurrió el accidente de Ireneo.
La volteada de Funes fue famosa en todo el pueblo. No tanto por la violencia del golpe como por las consecuencias que tuvo la caída en su acérrima memoria.
Con 19 años, fue derribado de manera imprevista por un redomón en la estancia de San Francisco y quedó, según cuentan, completamente tullido. Inmovilizado en un catre, con los ojos puestos alternativamente en la higuera del fondo o en una telaraña, viendo de cerca o de lejos cosas distintas, pero siempre desde el mismo lugar. Esto es: en la pieza del fondo, detrás de la reja de la ventana, a veces con los ojos cerrados y otras absorto en la contemplación de un oloroso gajo de santonina.
Pasaba sus días en un rancho decente, con dos patios de baldosas y una parra, junto a su dedicada madre. Pero el hecho de que estuviera postrado no le significó un aislamiento. Todo lo contrario. Los efectos del accidente lo volvieron omnipresente. El mundo y la historia desfilaban por su mente.
El propio Borges fue quien descubrió este tardío y repentino don de Funes. En febrero de 1887, cuando volvió con su familia a Fray Bentos, Borges había llevado consigo varios libros, lectura propicia para un veraneo de llanura; entre ellos, un volumen impar de la Naturalis historia , de Plinio (obra fundamental de consulta en cuestiones científicas durante la Edad Media). Al enterarse de esta posesión "anómala", Ireneo Funes le envió una carta florida y ceremoniosa, en la que le recordaba el encuentro "desdichadamente fugaz" del día 7 de febrero del año 84 y le solicitaba con gentileza el préstamo de la Naturalis historia , acompañada por un diccionario. Prometía devolverlos en buen estado, casi inmediatamente. De esa carta se puede deslindar su letra. Era perfecta y la ortografía, muy particular, como la preconizada por Andrés Bello: la "i" por "y" y la "j" por "g".
Un anuncio repentino llevó a Borges a apurar la devolución. El 14 de febrero le telegrafiaron desde Buenos Aires para avisarle que su padre estaba muy mal. Convenía que volviera inmediatamente.
En la noche previa a su viaje de regreso, pasó por el rancho de Funes, quien le reveló su más preciado y fatal secreto.
En una conversación casi en penumbras, Funes le contó que después del accidente había perdido el total conocimiento y al recobrarlo, "el presente era casi intolerable de tan rico y tan nítido". Era el presente de la memoria, de las memorias más remotas a las más triviales. Apenas le importó saber que quedaría paralizado toda su vida, incluso que su vida tampoco duraría tanto. Estaba maravillado por su percepción rememorativa. Tenía algo de infalible. Todo lo que vivía, miraba, soñaba o percibía se almacenaba en una suerte de presente perpetuo.
No eran recuerdos simples; según contó Funes, "cada imagen visual estaba ligada a sensaciones musculares". Y como no olvidaba ningún detalle del día, necesitaba de un día entero para recordarlo. Llegó a calificar su memoria de "vaciadero de basura". Allí entraba toda la historia del mundo. Pero tenía un problema de ocupación. Tantos detalles, tantos pormenores recordados, le impedían pensar. Borges le buscó una explicación: "Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos".
Funes era casi incapaz de ideas generales, platónicas. Le costaba entender, por ejemplo, los colectivos o las nominaciones genéricas. El caso más famoso que recuerda Borges es el del perro: "Le molestaba que el perro de las tres y catorce (visto de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente)". Por otra parte, no sólo recordaba lo que veía sino su propia percepción de lo observado. "No sólo recordaba cada hoja de cada árbol de cada monte, sino cada una de las veces que la había percibido o imaginado." Es decir, conservaba el momento en que esa hoja se posaba en su mirada. Y recordaba el estremecimiento de sus ojos.
Imposible dormir en estas circunstancias. Uno se duerme cuando olvida.
Ahogado en el mar de su memoria, Ireneo Funes murió en 1889. Motivo: congestión pulmonar. ¿Habrá sido su vida, como dijo Borges muchos años después, "una larga metáfora sobre el insomnio"?

Thursday, January 6, 2011

La Edad Límite

Adoración de los magos. De Giotto. Imagen de google images.

Como cada año cuando se acercaba la fecha del reparto de juguetes, los Reyes Magos se encontraban leyendo cartas y ordenándolas por fechas, países, pedidos. Comparando con los viejos archivos, era motivo de alegría notar que algunos niños conversos pasaban a integrar sus listas, y al menos compensaban un poquito su angustia por las grandes pérdidas en las terribles catástrofes. También se complacían ellos en ver cómo la caligrafía nítida de los padres, se transformaba en garabatos cada vez más legibles, hasta que llegaba el momento en que no habría más cartas de esa personita, quien retornaría a futuro escribiendo por sus propios hijos. Esta cuestión, traía aparejada la del límite de la recepción de regalos. Dada la aceleración intelectual y actividades de adultos que los niños modernos tenían, se preguntaban cuál sería la edad correcta, tema más engorroso aún, si consideraban que los adultos se divertían a la par con los juegos electrónicos, siempre dejando entrever sus costados infantiles. Sin llegar a resolverlo, pasaron al caso de la carta que llegaba desde hacía 18 años, con letra esmerada, la tinta corrida en algunos párrafos. Era una madre, sin duda, que se excedía en su función de representante. El trío espió en el domicilio de la infractora y allí la vieron, escribiendo al lado de un adolescente inmóvil, leyéndole en voz alta, las lágrimas cayendo cada tanto en el papel arrugado que ubicó junto a sus medias, a falta de zapatos.
A su regreso, los Reyes concluyeron que otorgarían algunos presentes vitalicios.
Safe Creative #1101058203739
Este cuento fue premiado en el certamen de cartas y relatos para los  Reyes Magos, en  Parnassus Patria de Artistas


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