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Thursday, April 22, 2010

La Difícil Empresa de Escribir Cuentos de Niños

Caperucita Roja. De http://entrenomadas.files.wordpress.com/



Seré humilde y diré que mi opinión, acerca de lo difícil que debe ser escribir cuentos para niños, tal vez surja de mi absoluta inexperiencia en tal disciplina, pero al menos muchos coincidirán en que no es tarea sencilla, especialmente en una época en que Internet y los juegos electrónicos ocupan gran parte de las mentes de padres y niños.
Por mi parte, no he sido muy exitosa con mis hijos en mi insistencia sobre leer cuentos clásicos, hasta compré una colección de cuentos enormes, pensando que el gran tamaño de las bellas ilustraciones, captarían su atención. También probé con cuentos cortitos, sencillos, para que aprendan a leer antes de comenzar el jardín de infantes, pero les resultó más práctico leer las etiquetas de los productos de la cocina, y no hubo marca de auto que no leyeran de corrido. Palabras asociadas con imágenes fue la clave.
Adolescentes hoy, dudo que mis hijos recuerden la Cenicienta, Blancanieves, Pocahontas, entre otros conocidos, a no ser que hayan visto la película, de las cuales no les queda moraleja. También pasaron por los cuentos bilingües, que no me fueron de utilidad, porque el castellano leído fue desplazado a segundo lugar, a fuerza de hablar diariamente en inglés en el colegio y entre grupos de amigos. Un cuento bilingüe implicaba un esfuerzo extra que no estaban dispuestos a realizar.

La Familia Conejola. Este cuento lo leí estando en cama, con enfermedad eruptiva, en una edición más moderna. Con cada eruptiva, leía un cuento de Constancio C. Vigil. Esta foto pertenece a la primera edición de 1943. Imagen de http://pictures.todocoleccion.net/

Más adelante, recurrí a los cuentos con moraleja, precisamente a las fábulas. Pero el lenguaje resultó un poco oscuro, mea culpa por comprar los textos sin adaptaciones, pero no soy partidaria de los procesos de ´bobalización¨, donde al chico se les modifican las palabras y disfrazan los textos, si yo leía arqueología a los nueve años, ellos también pueden leer textos originales. Es cuestión de abrir la mente.
Los cuentos de aventuras, dieron sus frutos, especialmente cuando yo se los leía, y mucho más si se los modificaba un poco para asemejarlos a la vida real o situaciones por ellos conocidas, en una  práctica improvisada de cuento personalizado en los que se verían protagonistas. Éste truco los hacía reír y pedir un nuevo cuento la noche siguiente, mi gran recompensa por ser paciente y prestarles atención. Obviamente, estaban desatando su imaginación, y creo que así aporté algo para su desarrollo evolutivo-cognitivo.
Coincido plenamente con el escritor Miguel Abelleyro que nos muestra la importancia del cuento con ¨plusvalía¨, y es la participación activa del niño, el cuento  troquelado de mi niñez dió lugar al cuento moderno transformado en un juguete, con rompecabezas, sonidos, y otros adminículos que atrapan la atención. Abelleyro, también destaca la importancia de trabajar en adaptaciones locales, como Caperucita Roja del Noroeste, Cinthia Scoch y el lobo, entre otros títulos.

La hormiguita viajera, de Constancio C. Vigil. Imagen de http://www.colegio-humboldt.edu.pe/

Isabel Requejo (2008), por su lado, defiende el cuento narrado –y de alguna manera teatralizado- en desmedro del cuento leído:
¨Un cuento oral transformado en escritura es como un día de sol mirado a través de anteojos estáticos, porque se debilita su trama y contexto interpersonal, su dimensión comunicativa real, cara a cara.  
En la escritura los cuentos orales infantiles se quedan sin gestos corporales, no tienen “ojos de asombro”, carecen de las señales y los códigos que las manos y el cuerpo realizan en la medida que avanzan en el relato oral. Pierden o transforman esa sintaxis-semántica esencial que es propia de la comunicación cara a cara: la que se gesta, expande, redefine desde la relación humana en presencia de los otros.
El cuento puede ser un medio valioso, pero no siempre es un fin en sí mismo. Lo importante es lo que esa narración desencadena:
a) las representaciones subjetivas o afectivas que elaboran los niños;
b) el puente, la cercanía o distancia entre ese cuento y su vida cotidiana;
c) la evidencia de lo maravilloso como ámbito de reflexión e indagación.¨
Muy acertada me pareció la opinión del escritor peruano Jorge Eslava, quien en una entrevista para La Fuente, en 2005, aclara que el creador de cuentos infantiles debe ¨arder en experiencia, pero debe tener también la frialdad para conocer y manejar los mecanismos íntimos de la creación¨. Para Eslava, el cuento infantil es también destinado a los padres y ¨debe ofrecer el disfrute de un partido de fútbol, un concierto o una película. Y en cada una de estas experiencias también se aprende, pero no como extensión de un programa escolar: La enseñanza que proporciona el arte es más profunda y sutil.¨ 
Y ante la difícil pregunta acerca de la oportunidad que frente a la computadora el niño le da al cuento infantil, responde:
¨La computadora, como cualquier invento, es un traje que cada uno se hace a la medida. Nadie duda de su importancia para escribir, para leer, para informarse. Es un signo de los tiempos, con sus enormes posibilidades y limitaciones.
Aunque frente al pequeño libro, que tiene un aroma y una textura, podríamos decir que se repite el encuentro de David y Goliat.¨
Al respecto, mi táctica fue dejarlos ver la película o jugar el juego en relación a la película y a la vez comprarles el libro que originó dicha película y juego. Con el apoyo de los profesores que los incentivan a leer los grandes títulos para luego hacer reportes, he logrado que si bien, no conocedores de cuentitos, mis hijos no abandonen el hermoso hábito de la lectura.
Manuelita. De María Elena Walsh. Imagen de  http://es.tinypic.com/view.php?pic=2usg9ht&s=4

Referencias
Isabel Requejo. Cuentos infantiles: temas, estrategias y asombros. En Correo del Maestro. No 143, abril 2008
Jorge Eslava. ¨El libro debe ofrecer goce¨. Entrevista para La Fuente, 2005
Safe Creative
#1004226082665

5 comments:

  1. Estoy de acuerdo en que el libro de cuentos no debe sustituir la educación infantil, y es bueno que se acepte que respecto de la computadora, el libro es David y no Goliat. Lo que no me termina de convencer es dejar la educación de nuestros hijos en manos de la escuela, privándonos de nuestro contacto personal con ellos, lo que nos permite guiarlos dentro de la maquinaria institucional, creada para uniformar en lugar de permitirles ampliar su mente.

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  2. Gracias por el comentario, sobreentiendo que gran parte de la educación de los niños sale de su entorno familiar. Claro que en algunos casos, mejor dejarlo en manos de las escuelas, recordarás cuántos chicos dan vueltas por las calles limosneando para sus padres.

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  3. Soy educadora en Educacion Preescolar, y mi pasion es escribir para los mas pequenos. No me parece tan dificil, solo es importante conocer sus intereses en este siglo XXI. El bombardeo de las computadoras, television y cine son un buen punto de referencia. Ellos ya se aburren con los cuentos clasicos, hay que escribir historias originales y totalmente diferentes. La saga de Harry Potter fue todo un exito ya que el universo de la magia es un mundo que a ellos les enloquece. Las buenas historias necesitan buenas ilustraciones, es lo que se vende, y lo que llama la atencion a estos chiquitines. un abrazo muy grande. judith

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  4. Estimada Judith, me alegra mucho que hayas agregado un comentario, porque sos experta en este campo, ya ves que yo no, y lo aclaro, pero mi post fue en función de mis vivencias. Coincido totalmente con lo que decís, y esa es mi cuestión, los cuentos infantiles contra Internet y los jueguitos. Lo de las ilustraciones, por supuesto, y gracias por hacerlo notar. Luego de este post, caí casualmente en el blog de Susana Rosique, que es ilustradora de cuentos de niños, su trabajo es fantástico, y ahí me dí cuenta de la importancia de las ilustraciones. La magia, también, adoro los cuentos mágicos. Gracias por visitar mi blog y esclarecer este tema.
    Saludos,
    Myriam

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  5. Me he sentido un niño, lo soy de hecho anímicamente; al leer esto: "Caperucita Roja del Noroeste"....¿Del Noroeste?... ¿Del Noroeste de qué? Es verdad que algunas propuestas de cuentos te hacen pensar; siempre hay un noroeste a algo; orejones hay en todas partes y espero que el que propuso ese tipo de caperucitas no estaría pensando en Hitchcock.. Por otra parte ¿no os parece que eso de "roja" es una acepción demasiado fuerte, políticamente partidista y que puestos a llamarla algo a Caperucita, Leninista quedaría mejor?

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