Félix Luna, a sus 85 años en el despacho de su revista ¨Todo es Historia¨. Foto del diario Clarín
Ya no sorprende a nadie y mucho menos a Félix Luna que Alfon sín ayer fuera un canalla y hoy, "el padre de la democracia". Tampo co que Frondizi fuese derrocado y después considerado el único esta dista de la historia nacional por la UCR, Macri, Kirchner y también por Luna. El abandonó precisa mente la política, porque conoce las lecturas históricas circunstan ciales, necesariamente sesgadas y, la mayoría de las veces, opor tunistas, que acompañan la lucha partidaria."Todos los gobiernos hacen una utilización política de la historia. Lo hizo Perón, por ejem plo, cuando creó el arquetipo falso del 'estanciero oligarca y haragán', un estereotipo que caló hondo en el imaginario colectivo, pero que evidentemente ya era falso en esa época", recuerda Luna.
-Ese arquetipo del estanciero oligarca, a propósito del conflic to entre el gobierno y el sector agropecuario, parece más vigen te que nunca.
-El gobierno ha dejado de lado lo de oligarca. Sabe que el trabajo en el campo es riguroso, riesgoso y necesita de tecnología. Ya pasó el tiempo en que el estanciero se iba tres meses a París.
-Por estos días también se lo compara con el enfrentamien to del campo con Alfonsín, que provocó la recordada silbatina que le propinaron en 1988 en la Sociedad Rural.
-(Minimizando) La Rural tuvo contacto con casi todos los gobier nos. A (Hipólito) Yrigoyen tam bién lo silbaron. Cada generación de trabajadores rurales piensa que está pasando por el peor momento y después siguen otros momentos peores. Es bastante normal esa especie de complejo de que todo anda mal, pero la principal dife rencia entre el 88 y ahora son las retenciones, que son muy altas.
-Ese arquetipo del estanciero oligarca, a propósito del conflic to entre el gobierno y el sector agropecuario, parece más vigen te que nunca.
-El gobierno ha dejado de lado lo de oligarca. Sabe que el trabajo en el campo es riguroso, riesgoso y necesita de tecnología. Ya pasó el tiempo en que el estanciero se iba tres meses a París.
-Por estos días también se lo compara con el enfrentamien to del campo con Alfonsín, que provocó la recordada silbatina que le propinaron en 1988 en la Sociedad Rural.
-(Minimizando) La Rural tuvo contacto con casi todos los gobier nos. A (Hipólito) Yrigoyen tam bién lo silbaron. Cada generación de trabajadores rurales piensa que está pasando por el peor momento y después siguen otros momentos peores. Es bastante normal esa especie de complejo de que todo anda mal, pero la principal dife rencia entre el 88 y ahora son las retenciones, que son muy altas.
-¿Cómo explica la vigencia de la figura de Perón en el discurso político?
- Es muy difícil saberlo. Por un lado, la personalidad misma de Perón, el movimiento que creó y la adhe sión popular que construyó, cola boran. Era un hombre que trataba de ser seductor, que ponía diferen tes discos según el interlocutor que tenía. A mí no me sedujo ni me convenció. Me pareció que se manejaba con lugares comunes. Perón era un señor con una ideo logía muy elemental.
- Es muy difícil saberlo. Por un lado, la personalidad misma de Perón, el movimiento que creó y la adhe sión popular que construyó, cola boran. Era un hombre que trataba de ser seductor, que ponía diferen tes discos según el interlocutor que tenía. A mí no me sedujo ni me convenció. Me pareció que se manejaba con lugares comunes. Perón era un señor con una ideo logía muy elemental.
-¿Por qué cree que tiene tanto éxito la vocación de desmitificar la historia?
-Siempre existió la idea de des mitificar la historia. Sin embargo, muchas veces los mitos no son tales, entonces no hay nada que desmitificar. Otros se olvidan del contexto, pretenden criticar a los personajes con los criterios de hoy y se olvidan de cómo se pensaba en esa época. Las consignas y los problemas de una época deter minada son las que van forjan do a los personajes. No se puede juzgar a un inquisidor del siglo XVI con los criterios de hoy, pero comprendiendo el contexto de la época, el poder de la religión como herramienta política, uno entien de, no justifica, pero entiende. Y lo mismo pasa con Roca. No hubo ningún plan distinto al que Roca propuso respecto de los indígenas. Nadie propuso mandar maestros, curas, ni dijo "hagamos escuelas". En ese tiempo se creía que había razas inferiores, que el progreso tenía un costo y que ese costo ha bía que pagarlo.
-¿Y cuáles de esas ideas equi vocadas persisten en el imagina rio colectivo?
-La de Rosas, la idea de un San Martín mestizo, que ha tenido sus adeptos. La idea de un Mitre que no fue sino un personero de intereses británicos. La idea de la llamada década infame, que no fue infame salvo en el aspecto electoral, pero en otros fue brillan te. Hay una especie de tono popu lista que atraviesa toda la escuela argentina y que a veces se apodera de procesos y de personajes.
-Pero no deja de ser cierto que la historia la escriben los gana dores. ¿O también se trata de un mito?
-La historia la escriben los gana dores, pero también los vencidos. Si no, fijate todo lo que se ha escri to sobre los indígenas en tiempos de la conquista, gracias a testimonios escritos u orales. Hoy se puede hacer y leer completamente una historia de los perdedores con tanto rigor como se puede hacer la historia de los vencedores.
-Siempre existió la idea de des mitificar la historia. Sin embargo, muchas veces los mitos no son tales, entonces no hay nada que desmitificar. Otros se olvidan del contexto, pretenden criticar a los personajes con los criterios de hoy y se olvidan de cómo se pensaba en esa época. Las consignas y los problemas de una época deter minada son las que van forjan do a los personajes. No se puede juzgar a un inquisidor del siglo XVI con los criterios de hoy, pero comprendiendo el contexto de la época, el poder de la religión como herramienta política, uno entien de, no justifica, pero entiende. Y lo mismo pasa con Roca. No hubo ningún plan distinto al que Roca propuso respecto de los indígenas. Nadie propuso mandar maestros, curas, ni dijo "hagamos escuelas". En ese tiempo se creía que había razas inferiores, que el progreso tenía un costo y que ese costo ha bía que pagarlo.
-¿Y cuáles de esas ideas equi vocadas persisten en el imagina rio colectivo?
-La de Rosas, la idea de un San Martín mestizo, que ha tenido sus adeptos. La idea de un Mitre que no fue sino un personero de intereses británicos. La idea de la llamada década infame, que no fue infame salvo en el aspecto electoral, pero en otros fue brillan te. Hay una especie de tono popu lista que atraviesa toda la escuela argentina y que a veces se apodera de procesos y de personajes.
-Pero no deja de ser cierto que la historia la escriben los gana dores. ¿O también se trata de un mito?
-La historia la escriben los gana dores, pero también los vencidos. Si no, fijate todo lo que se ha escri to sobre los indígenas en tiempos de la conquista, gracias a testimonios escritos u orales. Hoy se puede hacer y leer completamente una historia de los perdedores con tanto rigor como se puede hacer la historia de los vencedores.
Referencia
Revista Eñe, 18 de Abril de 2009
En el texto anterior han sido quitados varios de los comentarios del entrevistador Guido Carelli Lynch. Para leer el texto completo
http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/04/18/_-01900210.htm
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