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Friday, November 5, 2010

Las bases neurales del prejuicio racial

Algunos tipos raciales. Imagen de deconceptos.com

Me contaba mi esposo que trabajó un tiempo con un ingeniero argentino, que cuando éste atendía el teléfono, escuchaba el acento de la persona que le hablaba del otro lado de la línea, y, según descubriera su nacionalidad, le respondía que podía ofrecerle sus servicios o, buscaba una excusa y decía que no.
Mi esposo, asombrado, le preguntó el porqué de su actitud, y el ingeniero le respondió que una vez que conozca bien las diferentes razas, sabría que con algunas era muy difícil trabajar.
Acostumbrada ya a vivir entre gente de distintas razas, creo que, si bien no podemos generalizar, hay comportamientos culturales-sociales típicos de algunos grupos que definen su comportamiento. Por supuesto, me incluyo, yo tengo mucho del comportamiento de un porteño. Lo que, a la larga genera un cierto prejuicio, para bien o para mal, yo ya aprendí que, por ejemplo, algunas razas son más respetuosas que otras o más confiables que otras, para el parámetro de un porteño. Esta cuestión no implica racismo, sino un reconocimiento de las culturas y es relativo al receptor.
Al respecto, hoy leía en La Nación que doctores argentinos han descubierto que hay bases neurales para el prejuicio racial -insisto, positivo o negativo-.
¨En un trabajo que se publica en Frontiers in Human Neuroscience, Agustín Ibáñez, Ezequiel Gleichgerrcht y Facundo Manes, del Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias de Ineco y la Universidad Favaloro, junto con colegas de las universidades Diego Portales y Católica de Chile, pudieron probar que al mismo tiempo que percibe una cara el cerebro registra además a qué etnia pertenece y le atribuye un contenido emocional positivo o negativo. ¡Y todo esto en menos de 170 milisegundos!
"Con esta investigación mostramos que el cerebro detecta automáticamente si un rostro integra o no el propio grupo de pertenencia y le asigna una valoración positiva o negativa mucho antes de que el sujeto responda", afirma Ibáñez, también investigador del Conicet. Según los científicos, éste es el primer trabajo que pone en evidencia las bases cerebrales de la pertenencia grupal y del prejuicio racial.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores sometieron a 36 personas de entre 18 y 40 años a un experimento conocido como "test de asociación implícita" (IAT, según sus siglas en inglés).¨
Me resultó sumamente interesante, y dejo el link para la lectura completa del artículo de Nora Bär. Aunque tal vez 36 personas no sean lo suficiente como para sacar conclusiones definitivas.

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