Mary Wollstonecraft
Henry Fuseli. Autorretrato
Si pensamos en el término ¨revolución sexual¨, seguramente se nos viene a la mente la década del ´60, con su prédica de ¨amor y paz¨. Pero hubo un grupo de escritores y artistas en la época del romanticismo inglés, que sin encajar directamente en el romanticismo, gestaron una nueva corriente que, influenciada por la revolución francesa, luchaba por los derechos de la mujer, el amor libre, la homosexualidad sin ataduras, las profesiones por igual para hombres y mujeres.
Dentro del fuerte grupo de las mujeres, la más destacada ha sido Mary Wollstonecraft, madre de la famosa Mary Shelley. Como era de esperar, su comportamiento era acorde a sus principios. Si bien pregonaba que la mujer debía autosustentarse, cuando intentó vivir con su hermana y dos amigas, la economía le demostró que no era tan fácil. A pesar de su defensa femenina y su oposición al matrimonio, Mary se enamoró profundamente del pintor Henry Fuseli, en quien supuso había encontrado su alma gemela. Fuseli nació con el nombre de Johann Heinrich Füssli en Zurich, en 1741, y se trasladó a Inglaterra en 1760, donde adoptó su nuevo nombre. Era hijo de un pintor quien insistía que Henry fuera ministro cristiano, así que de niño pintaba en secreto. Fue ordenado a los 20 años, junto con su mejor amigo Johann Lavater, quien sería a futuro conocido por sus estudios sobre fisonomía, un método para determinar el carácter de una persona a través del examen de sus rasgos faciales.
Los dos hombres, tenían una intensa relación, aparentemente sexual. Fuseli era un brillante estudioso que conocía 8 idiomas, escribió ensayos sobre pintura, escultura, historia del arte. Pasó 7 años estudiando en Italia, y en 1782, completó su famosa pintura The Nightmare, la que causó sensación, por bizarra, erótica y emocional.
The Nightmare
Nightmare
Si bien es un ícono del romanticismo, algunos críticos de arte, consideran que Fuseli fue el precursor del surrealismo. Una centuria más tarde, Sigmund Freud colgaba una impresión de esta pintura en su oficina. Sus temas artísticos, no contienen paisajes, son cuerpos musculosos, en movimiento, eróticos, con su sexo expuesto.
Cuando Mary conoció a Fuseli, tenía 29 años y él 47. Este hombre culto, de baja estatura, lascivo, bisexual, que hablaba de prostitutas y mostraba sus dibujos pornográficos, fue una tentación para la naturaleza salvaje de Mary, quien se involucró en un affair desesperado. A pedido del pintor, ella cambió su apariencia. Antes de conocerlo, ella se vestía sin corsé, en ropas casuales, llevaba el pelo largo suelto; Fuseli le enseñó a vestirse más a la moda.
A medida que el ardor amoroso de Mary aumentaba, el de Fuseli se enfriaba, hasta reconocer que sólo sentía amistad por ella, dentro de un campo estrictamente cultural. Para desposarse, Fuseli prefirió a Sophia Rowlins, una de sus modelos. Irónicamente, Sophia quemó los dibujos de su esposo de sexo más explicito luego de su muerte.
Sólo la revolución francesa en 1789 distrajo a Mary de su encantamiento. Con el grito de ¨Libertad, Igualdad y Fraternidad¨, se declararon los Derechos del Hombre y los Ciudadanos. La revolución radicalizó a un gran número de mujeres escritoras que se manifestaron en contra del concepto de ¨mujer apropiada¨: el ideal de mujer que leía libros de etiqueta para actuar adecuadamente, la que se entretenía bordando, pintando, tocando el piano, cantando. La modestia era llevada a extremos y una mujer no podía admitir sus necesidades sexuales; si perdía su virginidad fuera del matrimonio era un deshonor, que -según un texto del SVIII- le quitaría su paz mental, la estima, el amor de sus familiares y amigos y todas las esperanzas de futura felicidad.
En la época en que los best sellers eran los libros románticos-góticos, Mary Wollstonecraft escribió ¨A Vindication of the Rights of Woman¨, publicado en 1792, un tratado en contra de estas ideas represoras, que se transformó en un bestseller inmediato, haciéndola famosa en toda Europa. En ese año, Mary cambió su apariencia nuevamente, dejando que su pelo cayera libre con sus rizos naturales; sus ropas eran ¨relajadas¨, según lo pedía el Dr. Erasmus Darwin, ya que era mejor para la salud.
Sin resignarse con su obsesión hacia Fuseli, en un movimiento desesperado, fue a su casa y le preguntó a su esposa si le permitiría vivir con ellos en una especie de ménage a trois. Sofía rechazó su propuesta, la echó de su casa y le dijo que no volviera nunca más. Irónicamente, en los años venideros, su hija, Mary Wollstonecraft Godwin (conocida como Mary Shelley), tendría el mismo problema de la trinidad amorosa con su marido, el poeta Percy Shelley.
REFERENCIA.
Dorothy and Thomas Hoobler. The Monsters. Chapter 1.
Imágenes bajadas de Google images
muy interesante, me encanto.
ReplyDeleteHola Silvani, bienvenida al blog! Me alegra que te haya gustado el post, un abrazo,
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