Manzanas. Pintura digital de Myriam B. Mahiques
Y fue así que la serpiente, intentando convencer definitivamente a la mujer, le ofreció la felicidad a partir del fruto prohibido. Sin resistencia alguna, la curiosa mente femenina se abrió al misterio; ella yació junto al hombre, y concibió su primer hijo.
Absolutamente hermosa, supongo que lo que se siente es particular a cada observador, para mí está llena de paz. Un beso grande. Cariños
ReplyDeleteMuchas gracias Silvia por tu cálido comentario,
ReplyDeleteun beso,
M