Ariel Torres disertando en el debate del MALBA. Foto de Marcelo Gómez para La Nación
Estaba leyendo -on line- acerca del debate del E-book contra el libro de papel en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, y pensaba que a pesar de amar los libros impresos y tener cantidad de ellos, cada vez leo más en computadora. Sinceramente, empecé con el diario en el 2000, me cansé de ver tanto papel de mesa en mesa y como añoranza, me reservaba los domingos que fuera a casa de mis padres a leer el diario de mi papá, -el que viene con la revista-, de la que arrancaba las recetas. Claro, también un día tuve que tirar mi carpeta enorme con recortes de recetas, entonces continué leyendo las recetas de blogs.
No pude traerme los clásicos, así que a pesar de haber comprado varios para estudio de mis hijos, he seleccionado otros que bajaría on line para volver a ¨hojearlos¨ en mi PC. Y ahora pienso, que paso muchas horas frente al monitor y que debiera caminar más, por lo cual en casa me dicen ¨comprate un E-book que hasta lo podés llevar a la playa¨ y ya estuve mirando modelos en Staples y hasta me imaginé leyendo al sol sin lentes y con la letra más grande :).... De ahí a dar el gran salto, creo que es cuestión de un par de meses....? ¿Acaso no es fantástico tener tantos volúmenes a nuestra disposición?
No obstante, he dicho a mis hijos que el día que muera por favor no donen todos los libros y conserven para ellos los títulos más importantes, no sabré nunca si me harán caso, pero ya no me importará.
Al respecto, Ariel Torres, director del suplemento de Tecnología del diario La Nación, expuso algunos pros y contras del papel vs el E-Book, y , considerando mi situación, es para mí muy acertado:
¨Luego de su introducción, Torres mostró un libro publicado en 1862. "Este volumen tiene 149 años, salió ocho años antes de que Bartolomé Mitre fundara LA NACION y cinco antes de que se patentara la máquina de escribir. Y, sin embargo, funciona a la perfección. ¡De hecho, tiene mejor calidad de imagen que una iPad o un Kindle! Ningún otro soporte de información puede igualar semejante durabilidad."
Añadió que los libros son los únicos medios que no necesitan de un aparato externo para poder acceder a sus contenidos. Por esa razón, y porque son objetos palpables, se establece con ellos una relación "más íntima" que con discos o e-books.
"Por otro lado, las estadísticas muestran que los que más leemos libros de papel somos también los principales consumidores de e-books . Es lógico -afirmó Torres-, la tentación de recorrer catálogos y obtener en instantes una obra que no habíamos leído es irresistible. Sí, nuestras bibliotecas reales son un tesoro, pero los e-books tienen la enorme virtud de expandir esa biblioteca casi hasta el infinito."
Por su parte, Indij trató el tema del futuro del negocio editorial y enumeró las ventajas que, a su juicio, tiene el formato tradicional.
"Con los libros podés hacer tantas cosas valiosas como regalarlos, donarlos, prestarlos, recibirlos, cambiarlos, dedicarlos. ¡Los e-books son tan poco sociales! Si se caen no se rompen, no se quedan sin batería, no debo actualizar sus sistemas operativos ni debo cerrarlos con el decolaje y el aterrizaje", apuntó Indij. "No tiene valor de reventa, patrimonial, de herencia", acotó. No obstante, subrayó que la incuestionable ventaja de los e-books es que el usuario puede guardar cientos y hasta miles de títulos en su e-reader .
Carrier habló de los cambios para el lector, el escritor, así como para las editoriales y librerías que introdujo la llegada del libro electrónico. "Leer es ahora más barato, más cómodo y hay más opciones ya que fomenta la lectura. Los libros no podrán escapar al tsunami de la digitalización", agregó.¨
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