Compré este libro equivocadamente. Pensé que serían historias folklóricas de fantasmas, pero, si bien había algo de folklore, el libro es específicamente sobre un ¨ghost hunter¨ (cazador de fantasmas): Hans Holzer (1920-2009), quien fuera justamente quien inventara el término. No me llevó mucho darme cuenta que el texto era tan insustancial como sus fantasmas, sólo trata de sus visitas a edificios de Irlanda donde supuestamente hay reportes de algún fantasma, a veces lo ¨encuentra¨ a través de una medium-astróloga, Sybil Leek (1917-1982) que oficiaba de psíquica sin que le dijeran cuál era la historia a indagar. Sybil era una ¨bruja¨ inglesa muy famosa, y Holzer, me enteré luego que fue el que investigó ampliamente el caso de Amytiville Horror (New York), que concluyó en un libro y una película muy conocida.
Hans Holzer. Google images
Sybil Leek. From lovestarz.com
Del libro, que no recomiendo a no ser que alguien esté específicamente interesado en el tema, ya que las únicas ¨pruebas¨ son los trances de Sybil Leek, sólo un relato me captó mi atención porque me trajo algunos recuerdos: contaba mi madre que antes que yo naciera, ella había sido internada de urgencia, y mi tío mayor, que estaba trabajando, de pronto sintió que tenía que ir a ver a mi mamá, que algo había sucedido; dejó el trabajo y fue hasta la casa de mis padres, para enterarse sorpresivamente del suceso. A ésto yo lo llamo ¨telepatía¨, y supongo a todos nos habrá pasado alguna vez.
La historia que cuenta Holzer, trata de dos amigos irlandeses, uno de ellos debe ir a la guerra y le dice al otro, que no volverá porque morirá en el servicio. El otro, no hace caso, sin embargo, su amigo es baleado en un enfrentamiento. Pasaron más de veinte años, ya se había olvidado del tema, y el señor sobreviviente alquila una casa con otro amigo, y contratan un mayordomo. Quien había estado en la misma guerra. Un día, el mayordomo entra a servirle el desayuno, y en él ve nítida la imagen de su amigo difunto; cuando el mayordomo se dispone a correr las cortinas, lo ve como era realmente, y le pregunta por su pasado en la guerra. Pues resulta que había estado en el combate con su propio amigo, quien muriera en sus brazos; según parece, el mayordomo era una especie de medium sin saberlo, o un ¨perceptivo¨. Otra anécdota sobre él, cuenta que le avisa a su empleador sobre un telegrama recién llegado, indicando que lo mandarían -al empleador- a trabajar a América. Le pregunta el señor, dónde está el telegrama? El mayordomo, ve que no lo tiene, y responde que lo habrá dejado en algún lugar, distraídamente. En ese momento golpean la puerta, era el cartero portando el telegrama que el mayordomo había ¨visto¨ previamente.
Por supuesto, la visión del soldado es considerada por Holzer como un fantasma reencarnado en el mayordomo.
Otro dato interesante, habla de las sesiones de espiritismo en una casa-pensión, a las que asistía el poeta irlandés W. B. Yeats, del cual también supone hay un fantasma vagando por los cuartos; según Holzer, el simbolismo en la obra de Yeats se atribuye a sus creencias sobre el más allá.
Myriam estos son mis preferidos, pero que entretenido, me lo leería todo, ayer fui a la Biblioteca (soy socia LOL) a buscar un libro para los niños pero no saqué nada para mi porque tengo dos o tres pendientes, pero por mi me habría quedado todo el día y si me gusta oler los libros tambien, besos
ReplyDeleteHola Gloria, para mí, la biblioteca de Huntington Beach es el paraíso. Porque está en medio de un parque regional lindísimo, adentro tiene una cascada, exposición de arte, y una reproducción de uno de los soldados chinos de arcilla. Lo mejor de todo, la gente dona libros en cantidades, y estos libros los venden a precios increíbles, lo que me da pena es ver las dedicatorias adentro, a veces quedan tarjetas de saludos, cuánta vida hay detrás de esos libros! Éste lo compré en la sección de Turismo, pero el resto de las historias son intrascendentes....Un beso,
ReplyDeleteQué entrada tan buena, Myriam. Me encanta este blog. Es uno de mis favoritos y no son pocas veces las que te lo he dicho.
ReplyDeleteComo a Gloria, a mí también me gusta leerlos, pero aquí no hay esas maravillosas bibliotecas de las que habláis.
Gracias por compartir toda esta información, pues no hacen más que alimentar mi apetito lector.
Saludos a ambas.
Por cierto, me encantan tus obras de arte, y tu Espectro ce cráneo roto es magnífico. Me encanta. ¿Cómo aprendiste a pintar digitalmente? Besos.
ReplyDeleteGracias Nicole, pero estas bibliotecas son bien ¨amigables¨, es un concepto distinto al de las bibliotecas tradicionales, es más, antes de viajar, doné un montón de libros a mi Facultad, y algunos no los aceptaron porque tenían muchos ejemplares, no entiendo porqué no los ponen a la venta, este sistema no se me había ocurrido hasta que lo ví en EEUU. En Newport Beach, el local de venta de libros de la Biblioteca da a la calle, directamente. Un beso,
ReplyDeleteNicole, trabajamos con computadoras desde el año 1993, aprendí varios softwares, entre ellos el Topaze, que ahora es obsoleto, como ejemplo de 3D en computación. Pero, lo que más me influye es lo que aprendí pintando con óleo, a fines de los 80. Para poder hacer arte digital, tenés que tener una formación artística, no es sólo la aplicación del software, eso es la técnica, como si dijeras uso lápiz, óleo, acuarela, etc. Hay mucha gente que está en contra porque no sentís el ¨olor¨ ni el contacto con la tela. Pero, mi esposo dice, que antes no se conocía, que si Da Vinci hubiera tenido una computadora, hubiera hecho maravillas con ella. Creo que tiene razón.
ReplyDeleteUna vez ganó un concurso de pequeño formato con una pintura digital. Y el jurado no supo cómo catalogarlo, esto fue a mediados de los 90; nos contaron que hubo un gran disenso, hasta que votaron por el premio, y llamaron la técnica ¨electrografía¨, porque no existía el término arte digital.
Un beso,