Goleman ilustra con varias anécdotas el tema en cuestión, que se opone al tradicional CI o coeficiente intelectual, con el que antiguamente se medía la inteligencia. En principio nos cuestiona, si imaginamos porqué algunas personas, que -por ejemplo- no saben nada de ciencias duras, son tan exitosas. A lo largo del libro, nos enteramos que hay distintas inteligencias, lo que llamaríamos vulgarmente ¨dones¨. Un jugador como Maradona, posee una gran inteligencia espacial, más que destreza, él sabe dónde están ubicados sus compañeros y juega -o jugaba- en consecuencia. Y seguimos con los músicos, los gimnastas, los artistas, los que socializan bien, los que revelan destrezas no sólo con la mente, sino con el cuerpo, que es una consecuencia del funcionamiento de su cerebro.
Luego de este libro, Goleman propone más clasificaciones de inteligencias, lamentablemente no tengo los libros conmigo, pero sí se puede bajar el PDF de La Inteligencia Emocional en castellano y acá dejo unos párrafos explicativos de la tesis y el link para bajarlo:
¨Para escribir este libro he tenido que aguardar a que la cosecha de la ciencia fuera lo suficientemente fructífera. Este conocimiento ha tardado tanto en llegar porque, durante muchos años, la investigación ha soslayado el papel desempeñado por los sentimientos en la vida mental, dejando que las emociones fueran convirtiéndose en el gran continente inexplorado de la psicología científica. Y todo este vacío ha propiciado la aparición de un torrente de libros de autoayuda llenos de consejos bien intencionados, aunque basados, en el mejor de los casos, en opiniones clínicas con muy poco fundamento científico, si es que poseen alguno. Pero hoy en día la ciencia se halla, por fin, en condiciones de hablar con autoridad de las cuestiones más apremiantes y contradictorias relativas a los aspectos más irracionales del psiquismo y de cartografiar, con cierta precisión, el corazón del ser humano.
Esta tarea constituye un auténtico desafío para quienes suscriben una visión estrecha de la inteligencia y aseguran que el CI (CI: coeficiente o cociente intelectual) es un dato genético que no puede ser modificado por la experiencia vital y que el destino de nuestras vidas se halla, en buena medida, determinado por esta aptitud. Pero este argumento pasa por alto una cuestión decisiva: ¿qué cambios podemos llevar a cabo para que a nuestros hijos les vaya bien en la vida? ¿Qué factores entran en juego, por ejemplo, cuando personas con un elevado CI no saben qué hacer mientras que otras, con un modesto, o incluso con un bajo CI, lo hacensorprendentemente bien? Mi tesis es que esta diferencia radica con mucha frecuencia en el conjunto de habilidades que hemos dado en llamar inteligencia emocional, habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Y todas estas capacidades, como podremos comprobar, pueden enseñarse a los niños, brindándoles así la oportunidad de sacar el mejor rendimiento posible al potencial intelectual que les haya correspondido en la lotería genética.¨
Tambien he leido Myriam unos dos libros de él, creo en lo de la Inteligencia emocional y en los niños es muy importante. besos
ReplyDeleteHOla Gloria, creo que es muy importante leer a Goleman, además es muy ameno. Un beso,
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