Serge Gruzinski. De informativo-unt.blogspot.com
Tengo dos libros del Dr. historiador francés Serge Gruzinski, uno que ya leí con devoción, ¨Images at War. Mexico from Columbus to Blade Runner (1492-2019) (La Guerra de las Imágenes) y ¨The Mestizo Mind¨ (La Mente Mestiza) que aún no concluyo de leer. Ambos libros recomiendo para aquéllos que sientan afición por las imágenes religiosas y la cultura chicana. Compré Images at War, para comprender más el imaginario y algunas ceremonias del Sur de California. Según Gruzinski, las imágenes barrocas importadas de Europa han influído en el imaginario indígena, que por supuesto las combinaba -disimuladamente- con sus propias imágenes paganas de adoración religiosa.
Cuando la imagen no cumplía en el pedido - y acá está el punto en cuestión, la divinización de una estatua, una estampita, una reliquia-, se la quemaba, clavaba, rasgaba, lastimaba, desechaba, enterraba, escupía, como si se tratara de un personaje de carne y hueso.
Demás está decir que en los estadios de amor al imaginario, Gruzinski menciona al menos un caso de manifestación sexual, una mujer declarada bruja por la Inquisición y quien hubiera mantenido relaciones con una imagen sagrada.
Images at War
Uno podría pensar que todos estos documentos registrados antiguamente son parte de la historia nativa de América en la época de la evangelización. Sin embargo, hoy, atónita, leía que la Virgen de Guadalupe (la favorita de los mexicanos) es también la favorita del Club de fútbol de Colón, en Santa Fe, Argentina.
Se la había llevado a la cancha, y resultó ser considerada ¨mufa¨ o sea, traer mala suerte. Así, fue removida de su lugar de preferencia y no se sabe de su destino, debiendo el arzobispo de Santa Fe, oficiar una misa de desagravio. Me pregunto si desagravio a la Virgen o a la imagen de la Virgen? He aquí la confusión de los simbolismos, como cuando Gruzinski habla de las teatralizaciones de dioses ¨Ixiptla¨, donde el dios no era una mera representación, sino el dios mismo (así se lo creía). Increíble, pero real situación en el SXXI.
A continuación, la reproducción de la nota de Mariano de Vedia, para La Nación:
Virgen de Guadalupe. De nuevosantander.com
Un profundo misterio rodea la situación planteada en Santa Fe, donde por impulso de los jugadores del club Colón fue retirada del estadio la imagen de la Virgen de Guadalupe, de fuerte devoción en esta provincia, que había sido entronizada en diciembre de 2001. Liderados por el defensor Ariel Garcé, el plantel sabalero resolvió quitar la estatua, de 2,2 m de altura, que estaba ubicada sobre la platea oeste del estadio que fue sede de la Copa América, por considerarla "mufa", especialmente después de la derrota por 2 a 0 en el clásico contra Unión, su rival de siempre. La imagen fue retirada el 7 de septiembre último y nada se supo de ella. No sólo no se dio ninguna explicación oficial, sino que los propios jugadores pidieron disculpas, mientras todo tipo de versiones circulaba sobre el destino de la imagen, desde que había sido destruida hasta que se encontraba en la vivienda de un vidente para quitarle "las malas ondas".
Mientras un abogado particular recurrió a la Justicia por sentirse agraviado ante la desaparición de la imagen, la Iglesia expresó oficialmente su profunda molestia, especialmente, por el sugestivo silencio del club acerca del destino de la imagen de Guadalupe, que había sido colocada por iniciativa del entonces entrenador Jorge Fossati. El propio arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, celebró ayer una misa de desagravio en el santuario dedicado a la Virgen, dado que no había sido posible localizar la imagen.
Sorpresivamente, cuando la tensión estaba en su punto máximo, ayer, un día antes de que venciera el plazo para que los abogados del club presenten su descargo ante la Justicia, trascendió que la imagen se encontraba en plena tarea de restauración en el taller del artesano Saúl Miller, el mismo que la diseñó hace una década. Así lo publicó el diario local El Litoral, al señalar que el artista la estaba refaccionando en su taller de Villa Anisacate, cerca de Alta Gracia, en Córdoba. Pero muchos dudan de esta versión, según pudo recoger en la capital santafecina el corresponsal de La Nacion.
Desde la desaparición de la imagen el club nunca precisó ningún dato que permitiera conocer su localización y no sería extraño que la imagen haya sido destruida y ahora se intente reemplazarla por otra, según el pensamiento que predomina en torno del escándalo. El arzobispo mantuvo la decisión de oficiar la misa de desagravio y nada queda claro sobre el destino de la imagen original.
La nota de Mariano de Vedia, es criticada por algunos lectores que no entienden el objetivo, tal vez crean que es una nota de fútbol y la popularizan. Desde mi punto de vista, la nota es muy interesante para análisis cultural y antropológico.
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