Bela Lugosi. Imagen de romaniansurvivalbook.wordpress.com
El mismo año que Mary Shelley – la creadora de Frankenstein- perdió sus dos hijos, 1819, vió la publicación del cuento del Dr. John Polidori ¨The Vampyre¨, uno de los mitos modernos, creado en 1816. Aunque la figura del vampiro no era nueva, sino que había sido sujeto de leyendas y folklore, antes de ser usado en los relatos de ficción del SXIX. La creencia que algunos muertos se levantaban de sus tumbas y se alimentaban de la sangre humana, era muy popular; estas historias se encuentran en las tradiciones chinas y japonesas también.
La creencia sobre vampiros no estaba limitada sólo a los ignorantes. Rousseau, quien no creyera en ellos, no obstante escribió: ¨If there is in this world a well attested account, it is that of the vampires. Nothing is lacking: official reports, affidavits of well-known people, of surgeons, of priests, of magistrates; the judicial proof is most complete. And with all that, who is there who believes in vampires?¨
(Si hay en este mundo un muy buen registro, es el de vampiros. No falta nada: reportes oficiales, declaraciones juradas de gente reconocida, de cirujanos, de sacerdotes, de magistrados; la prueba judicial está muy completa. Y con todo esto, quién está allí que crea en vampiros?). Después de todo, la iglesia católica había reconocido la existencia de vampiros en el SXV.
Christopher Lee. Imagen de tavarua-thetraveler.blogspot.com
El editor que escribió la introducción del libro original de Polidori, notó que el London Journal de 1732 publicó un caso de vampirismo en Hungría. Un hombre llamado Arnold Paul (Arnod Paole), quien había servido en el ejército en la Turquía Serbia, se quejó que mientras estaba en la frontera, había sido atormentado por un vampiro. Él había encontrado una forma de enfrentar la amenaza, comiendo algo de la tierra de la tumba del vampiro y frotándose el cuerpo con su sangre. Cuando volvía a su pueblo, un vagón de heno cayó sobre él y se rompió el cuello. Luego de su muerte, él mismo se convirtió en un vampiro. Un magistrado local, permitió que se abriera su tumba y encontraron que su cuerpo se hallaba incorrupto. Una estaca fue clavada en su corazón, y un chorro de sangre salió de su cuerpo, mientras Paul gritaba como si estuviera vivo. Supuestamente, otros casos similares se habían conocido durante el SXVIII. El editor suponía que estas creencias habían inspirado el poema de Byon ¨The Giaour¨:
But first, on earth as Vampyre sent,
Thy corse shall from its tomb be rent;
Then ghastly haunt thy native place,
And suck the blood of all thy race;
There from thy daughter, sister, wife,
At midnight drain the stream of life;
Yet loathe the banquet which perforce
Must feed thy livid living corse,
Thy victims ere they yet expire,
Shall know the demon for their sire;
As cursing thee, thou cursing them,
Thy flowers are withered on the stem.
……………………………………..
Wet with thine own best blood shall drip
Thy gnashing tooth and haggard lip;
Then stalking to thy sullen grave-
Go – and with Gouls and Afrits rave;
Till these in horror shrink away
From spectre more accursed than they!
Lord Byron. Imagen de tavarua-thetraveler.blogspot.com
El monstruo de Polidori, tenía toques modernos que influenciaron en el futuro los escritos sobre vampiros, desde Bram Stoker hasta Anne Rice. Su vampiro, Lord Ruthven, era un aristócrata, no un pastor o un paria, como en el folklore. Segundo, el vampiro era realmente Ruthven y no un espíritu que habitaba su cuerpo. Tercero, Ruthven era un viajero a través del mundo. Finalmente, él seducía a sus víctimas inocentes, mujeres, que habitualmente no sentían repulsión sino atracción hacia él. Todas estas innovaciones introducidas por Polidori fueron fuente de inspiración para Lord Byron.
REFERENCIA:
Dorothy and Thomas Hoobler. The Monsters. Mary Shelley and the curse of Frankenstein. P. 219-221. New York, 2006