Mi versión de Kaleidoscope, de Bradbury. Intervención digital fotográfica.
Como contaba en el post anterior acerca de mis comienzos con el ereader, uno de los primeros libros que pasé desde mi PC es The Illustrated Man, o El Hombre Ilustrado de Ray Bradbury, y estoy sintiendo el placer de leerlo por segunda vez y con muchos años de diferencia.
Esta serie de cuentos fue mi primer contacto con Ray Bradbury, y bastó para que lo adorara, aunque sus últimos trabajos no me han atrapado.
Lo bueno del paso del tiempo, es que la lectura es distinta y nuestras interpretaciones, también. Cuando leí el cuento Kaleidoscope o Calidoscopio, lo que registré en mi memoria fue la conversación -amigable- de dos hombres que caían en el espacio, hacia su muerte, y pensé, qué diría uno al saber que sólo le resta una hora de charla. Pero, a mis quince años, sin mayores preocupaciones, no reparé en que el cuento iba más allá de eso.
Un cohete explota en el espacio, y su tripulación, (alrededor de una docena de astronautas), cae a toda velocidad, mientras se van separando a miles de millas de distancia. Aún pueden intercomunicarse, tal vez por una hora. Uno caerá en Plutón, otro quedará atrapado en un calidoscopio de meteoritos, otro terminará en la luna, y uno solo, Hollis, atravesará la atmósfera de la tierra y arderá.
En esa ¨charla,¨ hay quien grita desesperado, hay acusaciones, resignaciones, disculpas. Lo más importante son las palabras que cruzan Hollis y Lepere. Éste último, había disfrutado la vida, tenía dinero, mujeres en distintos planetas, ansias por hacer cosas. Mientras que Hollis, se reconoce como un hombre temeroso, aislado de la sociedad, cauteloso, celoso. Cuando Lepere cuenta sus anécdotas de vida, Hollis, maliciosamente, le dice que al fin de cuentas, ambos morirán. Pero Lepere tiene hechos para contar, mientras que Hollis tiene sólo sus pensamientos y deseos; uno ha estado lleno de vida, el otro, ha sido un muerto en vida.
El reconocimiento de esta situación, hace que Hollis reflexionara, que ya no tiene tiempo de dar marcha atrás, sin embargo, así como hay diferentes vidas, hay DESTINOS de distintas muertes, aunque la razón, sea, como en este accidente, la misma: ¨La calidad de la muerte, como la de vida, debe tener infinitas variedades, y si uno ha estado muerto ya una vez, qué queda entonces para buscar de bueno en la muerte?¨ (Mi traducción).
Finalmente, al atravesar la atmósfera, la muerte de Hollis tiene un significado importante para un niño.
Hermoso cuento, y les dejo el link para que lo lean en un sitio on line.
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