Finalmente he sucumbido al ereader, y sabía que sucedería en algún momento, cuando la tecnología me avasallara o mejor dicho, me acorralara.
Y no es que he abandonado mi preferencia por el papel, su olor, su textura, sino que los textos cada vez más se publican on line o en formatos digitales y necesitamos una maquinita con qué leerlos.
No me refiero a las computadoras, tengo una importante para dibujar con comodidad, con monitor grande, y mi celular con todas las funciones de esperar; sin embargo, hay una cantidad de textos sobre los que no posteo, que son ¨papers¨ o publicaciones profesionales cuyo formato invariable es pdf y sólo con un ereader puedo leerlos fuera de mi escritorio. A ellos les sumo una cantidad de clásicos que suelo bajar de Project Gutenberg u otros sitios gratuitos, a los que he dado prioridad entre las novelas.
Este post parecerá muy ingenuo a aquéllos que tienen en claro qué desean comprar, y sólo basta con elegir una marca de tablet de moda. Pero lo dedico a aquéllos cuya intención primaria es la lectura.
La historia comienza con que mi esposo se compró una tablet Craig, barata, y a los pocos días no anduvo. La abrió, y una plaqueta estaba desconectada, con un cablecito ¨insignificante,¨ cortado. La llevó a varios lugares de reparación y la respuesta fue siempre la misma: para un artículo de menos de 100$ (dólares) no se hacen arreglos, deséchela señor!
Al mes, compró una hermosa Samsung, y me ofreció compartirla para leer. Muy complacida, bajé algunos pdf´s que tenía en mi PC y cuando quise pasar las hojas, el zoom se me desconfiguró, debía volver a acomodar la página y agrandar la letra. Intentamos configuraciones, y no encontramos la solución. Otro problema es el brillo del acabado que no está pensado para ereader.
Entonces decidimos comprar otra para leer exclusivamente, y pensamos en una Kindle de Amazon. Fuimos a averiguar y el que compre Kindle ereader, paper white, está atrapado con el mercado de Amazon, no es posible pasar archivos desde la computadora. Fuimos luego a Barnes and Noble, pensando que la Nook sería más amigable. Pues no. Los modelos blanco-negro son sólo para compra de libros del mercado de dicha librería, a no ser que gastemos lo mismo que una tablet, y para eso, ya teníamos una.
Finalmente, encontramos una muy sencilla de Sungale, que no me tiene atada al mercado de libros digitales, es simplemente un lector de archivos a color. Entiéndase bien: no tiene wi fi, ni lo necesito, porque yo bajo y compro a través de mi computadora.
Comenzamos probando un libro en pdf, y vimos que tenía el mismo problema de la tablet; pasamos a .text y a html y funciona perfecto, una vez que alcanzamos el zoom deseado, pasamos páginas sin problemas de desconfiguración. La razón, los pdf se leen como si fueran fotos, así que me dediqué un rato a convertir archivos pdf a text para pasarlos al ereader: desde el acrobat reader, ponemos save as o guardar como : ¨text¨.
Mi esposo, decidió hacer lo mismo con su tablet más avanzada, y vió que no podía. No tiene lector de html o text a no ser que se bajen apps. Y por supuesto, aún no hay lectores de .doc, pero ya están viniendo.
Conclusión, no tendré una tablet poderosa, pero es un buen ¨utilitario,¨ de 1.6 G de memoria, con la posibilidad de agregarle una tarjeta de 32G. Con respecto al hábito de lectura, aún debo acostumbrarme al formato. Al leer en fragmentos y no ver la página completa (debo ampliar un poco el zoom), pierdo la noción de la totalidad del libro, lo que me incomoda. Tal vez sea por mi profesión, que estoy acostumbrada a ver primero el todo, luego las partes. Es decir, con el libro, mentalmente tengo su estructura, el prólogo, índice, cantidad de capítulos, ahora siento que leo parcialidades y eso me distrae un poco, no es una impresión racional, sino intuitiva.
El post continuará si descubro más bondades o inconvenientes.
NOTA AL 28 DE MARZO:
He tratado de bajar Ulysses, de James Joyce de Project Gutenberg, y la conversión a html no anduvo, pero sí con otros libros. Tanto .txt como html se leen bien.
Algunos libros en txt se desconfiguran. Primero pensé que era el ereader, luego observé que en mi computadora se ven exactamente igual desconfigurados, o sea, es un problema de la conversión del archivo. Lo ideal, es testear primero en nuestras PC´s.
Recuerden que esto sucede porque no estoy comprando libros ya preparados para ser leídos en ereader, entiendo que comprando por Kindle o Nook, no deberíamos tener este inconveniente. Sin embargo, he leído que las ediciones de bajo costo no son corregidas adecuadamente y muchos usuarios se han quejado por la falta de legibilidad.
Con respecto al lenguaje, no recomiendo esta modalidad para quienes están aprendiendo un idioma, porque las palabras, según la configuración del texto original, pueden quedar cortadas en cualquier lugar, y por supuesto no vemos el texto justificado. Debemos tener un amplio dominio del idioma para que no nos afecte.
El ¨juguete¨ me ha resultado sumamente tentador para pasar desesperada de un libro a otro, imaginen, tener tanto en algo tan pequeño. Anoche empecé con un libro de urbanismo, y luego de una hora salté a The Illustrated Man, de Ray Bradbury, que no leía desde mis quince años, tal vez algún cuento suelto he releído. Y no podía dejarlo, hoy necesitaría unas horas más de sueño....
NOTA AL 7 DE JULIO:
Siempre tuve en mente usar la tablet para ir leyendo en el auto mientras mi esposo manejaba en la autopista. Pero no ha sido posible, ya que la pantalla no es de papel digital y el sol no me deja ver, por más que he cambiado el color de la letra, el fondo.
Para quienes vayan a comprar una tablet, recuerden determinar dónde leerán, al sol o en un ambiente con luz natural pero no directa.
Me ha resultado fantástico, por ejemplo si me despierto temprano un fin de semana (no me despierto nunca tarde, por fuerza de costumbre), y ya entra en la habitación un poco de claridad. No necesito ni abrir la ventana ni prender ninguna luz.
Luz artificial directa tampoco es necesaria en estas tablets.
NOTA AL 28 DE MARZO:
He tratado de bajar Ulysses, de James Joyce de Project Gutenberg, y la conversión a html no anduvo, pero sí con otros libros. Tanto .txt como html se leen bien.
Algunos libros en txt se desconfiguran. Primero pensé que era el ereader, luego observé que en mi computadora se ven exactamente igual desconfigurados, o sea, es un problema de la conversión del archivo. Lo ideal, es testear primero en nuestras PC´s.
Recuerden que esto sucede porque no estoy comprando libros ya preparados para ser leídos en ereader, entiendo que comprando por Kindle o Nook, no deberíamos tener este inconveniente. Sin embargo, he leído que las ediciones de bajo costo no son corregidas adecuadamente y muchos usuarios se han quejado por la falta de legibilidad.
Con respecto al lenguaje, no recomiendo esta modalidad para quienes están aprendiendo un idioma, porque las palabras, según la configuración del texto original, pueden quedar cortadas en cualquier lugar, y por supuesto no vemos el texto justificado. Debemos tener un amplio dominio del idioma para que no nos afecte.
El ¨juguete¨ me ha resultado sumamente tentador para pasar desesperada de un libro a otro, imaginen, tener tanto en algo tan pequeño. Anoche empecé con un libro de urbanismo, y luego de una hora salté a The Illustrated Man, de Ray Bradbury, que no leía desde mis quince años, tal vez algún cuento suelto he releído. Y no podía dejarlo, hoy necesitaría unas horas más de sueño....
NOTA AL 7 DE JULIO:
Siempre tuve en mente usar la tablet para ir leyendo en el auto mientras mi esposo manejaba en la autopista. Pero no ha sido posible, ya que la pantalla no es de papel digital y el sol no me deja ver, por más que he cambiado el color de la letra, el fondo.
Para quienes vayan a comprar una tablet, recuerden determinar dónde leerán, al sol o en un ambiente con luz natural pero no directa.
Me ha resultado fantástico, por ejemplo si me despierto temprano un fin de semana (no me despierto nunca tarde, por fuerza de costumbre), y ya entra en la habitación un poco de claridad. No necesito ni abrir la ventana ni prender ninguna luz.
Luz artificial directa tampoco es necesaria en estas tablets.
Myriam: coincido contigo, en perder la noción de volumen y de espacio de página, no me acostumbro, pero es un herramienta sensacional. Yo tengo un Kindle que compré antes de regresar a Portugal y no he tenido ningún problema en enviar mis pdfs al Kindle. Desconozco cuál sea el problema. Espero que tengas paciencia y para leer en el metro es espléndido.
ReplyDeleteAbrazos en formato antiguo.
Sergio, es que yo hablo del Kindle touch que es muy distinto al Kindle fire, que seguramente es el tuyo. El fire es una tablet, el que yo buscaba era un reader, nada más. Porque tablet ya tenemos.Acá no tengo metro, pero cuando vamos por la autopista, y suelen ser horas, le toca manejar a mi marido, y ahí aprovecho, esa fue una de las primeras intenciones, aprovechar los viajes. Otro abrazo antiguo :)
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