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Wednesday, May 22, 2013

¿Debemos formar nuestra biblioteca de clásicos?

La edición que tengo de El Profeta, de Gibran, con hermosas tapas duras y un logo de mano con flamas de siluetas humanas. Foto de archivos personales.

El fin de semana pasado estuve en Barnes and Noble y ví un cartel en una góndola que decía ¨empiece a formar su biblioteca de clásicos¨ o frase similar en inglés. En la góndola, una cantidad de libros con la misma encuadernación, todos prolijos con tapas duras y letras doradas, exponiendo los libros que son tan conocidos en la literatura inglesa o ¨the Western literature¨ como referiría Wikipedia, porque no pensamos en clásicos cuando de literatura de Asia o países nórdicos se trata, verdad? Y sólo esta mención continental para empezar. El Martín Fierro, es un clásico argentino, pero dudo que esté en las listas internacionales.
Fue así que me pregunté porqué tener todos (algunos) los libros ¨clásicos¨ encuadernados idénticos, comprados en lote, ridículo desde mi punto de vista. Entiendo que la exposición doméstica del clásico implica una cierta cultura, cómo no habríamos de leer aquéllos libros que son harto mencionados en reuniones culturales?
Soy más humilde en estas cuestiones, mis clásicos tienen diferentes ediciones, tapas blandas, duras, y hasta en formato digital. Y sí debo confesar, algunos me resultan aburridos y no haría el sacrificio de leerlos. Tengo una cierta aversión por Jane Austen, y es más una cuestión psicológica, desde que leí que sus originales contienen tantos errores gramaticales.
Porque el hecho que la historia los haya entronizado como los más leídos, no significa para mí que sean los mejores libros. Justamente hoy tuve una discusión con mi esposo sobre Rayuela, de Cortázar (si se me permite circunscribirlo ya en la clasificación), para mí no es su mejor libro, pero sí es cierto que produjo cambios radicales en la literatura.

He buscado en wiki la definición de libro clásico, y me gusta la postura de Italo Calvino:
“A classic is a book that has never finished saying what it has to say”
¨Un clásico es un libro que nunca terminó de decir lo que debía decir.¨ Lo que implica la continua vigencia del libro; otra definición atenta a los libros que dan los profesores de inglés a leer a sus alumnos. Entonces, la lista es más extensiva, año a año, y por supuesto ya incorporaríamos libros de Bradbury entre otros de autores americanos de color (por fin el reconocimiento....).

Hoy leía en Revista Eñe la traducción de un artículo de NYTimes, llamado El Genoma Literario, que trata del análisis de datos (BIG DATA) arrojados por computadoras sobre literatura. Los resultados son sorprendentes, y las nuevas estadísticas soportadas por la búsqueda en libros digitales on line, nos daría una nueva óptica sobre la lectura de los clásicos. Y yo diría que es momento de buscar una nueva definición al respecto.

Más allá de de las definiciones, creo que esas ofertas de la librería de USA son hechas para snobs, más se expone, más se presume de cultura. Pero la cultura no es una presunción. 
¿Debemos formar nuestra biblioteca de clásicos? Pues creo que sí, pero generada desde el corazón, con traducciones fieles de ser necesario, aunque sea con recortes de revistas o diarios, para qué bonitas encuadernaciones, si lo que valen son las palabras..?.

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