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Friday, January 27, 2017

Acerca del "Aleph Engordado"

Estuve leyendo acerca del caso de Pablo Katchadjian, el autor de ¨El Aleph Engordado¨ quien fuera llevado a corte por María Kodama hace cinco años. De La Nación:
¨En agosto del año pasado, la Justicia había decidido hacer un peritaje entre "El Aleph", el cuento de Jorge Luis Borges, y El Aleph engordado para determinar si Pablo Katchadjian había alterado o no el texto original. Entonces habían transcurrido ya cuatro años desde que se inició la demanda por plagio, y todavía otro año más pasaría hasta que se conocieran los resultados de ese peritaje. Pero ayer, finalmente, se dictó el procesamiento de Katchadjian. El fallo que firma el juez en primera instancia Guillermo Carvajal es terminante: "Tengo por acreditado que Pablo Esteban Katchadjian defraudó los derechos de propiedad intelectual que le reconoce la legislación vigente a María Kodama -viuda de Jorge Luis Borges- en relación con la obra literaria «El Aleph»". Y más adelante también: "Surge en forma palmaria la alteración del texto de la obra de Borges por parte del evaluado, dejando caer por tierra el descargo intentado por este último, en cuanto pretende explicar que la publicación de El Aleph engordado obedece simplemente a una experimentación literaria". Sobre este punto, Fernando Soto, abogado de Kodama, dijo ayer a LA NACION: "Katchadjian dice que fue un experimento, pero no fue ningún experimento. Copió y adulteró". El fallo señala además que el hecho de que Katchadjian no pretendiera beneficiarse económicamente no es pertinente porque "el perjuicio económico no tiene por qué existir en los delitos contra los derechos intelectuales". Soto cree, sin embargo, que Katchadjian obtuvo, si no dinero, por lo menos notoriedad.¨
http://www.lanacion.com.ar/1958635-procesan-al-autor-de-el-aleph-engordado-por-defraudacion

Algunos escritores han apoyado a Katchadjian quien insiste que ha sido un experimento literario.
Y es aquí donde quisiera expresar mi opinión, habiendo sido durante añoa jefa de trabajos prácticos de la carrera de Arquitectura y Diseño en la FADU.

Uno de los problemas que también sufrimos los arquitectos es el de copia, plagio, en forma moderada o descarada también. La ley nunca ha defendido a los arquitectos seriamente al respecto, y como suelen decir los abogados, hay quienes cambian una parte del diseño y ya se supone que no es copia directa, pero al ojo experto no se le escapa la intención.

Éste es uno de los aspectos a enseñar al alumno, quien en su desesperación por lograr ideas originales suelen tomar los conceptos fundamentales de arquitectos famosos, y he aquí la cuestión, tomar ideas, conceptos, estructuras, trabajar sobre ellos no es copia.
De hecho se les da a los alumnos ejemplos para que analicen de otras obras y puedan _a partir de allí_ desarrollar lo propio, poner su propia ¨marca¨ en una obra.
 Todo ello en el marco de la educación, hasta que cada alumno, una vez avanzado, madurado, tenga su línea personal de investigación y estilo.

Pero que un profesional, en este caso un escritor, manipule una obra famosa, la destruya, la recomponga, la altere, con fines que van más allá del ejercicio literario, es ofensivo y doy todo mi apoyo al juez que lo declara culpable y a María Kodama que defiende los derechos de Borges.
Porque no puede haber otra intención que la de notoriedad y posible venta de muchos ejemplares; de haber sido realmente un ejercicio, quedaría en los claustros, en la computadora, entre estudiantes.
Un escritor talentoso puede tener un estilo ¨a la manera de¨, sin embargo actitudes así nos permiten pensar que el talento dió paso a la creativa ¨avivada criolla¨. 

Sunday, July 5, 2015

Personas, hechos y lugares en torno a la Manzana de las Luces. " Los primeros empapelados de Buenos Aires."


Hace casi cinco años ya, había publicado un post en mi blog de arquitectura sobre el Empapelado artístico en las paredes de las casas del Virreinato del Río de la Plata, con permiso para reproducir parcialmente el texto publicado en ¨El Virreinato del Río de la Plata. 1776-1810¨, Pág. 47 a 50, edición de la Sociedad Rural Argentina, 1976. El autor del mismo, es el Dr. en Historia Juan Carlos Arias Divito, quien tiene una nueva publicación al respecto en ¨Personas, hechos y lugares en torno a la Manzana de las Luces. Los primeros empapelados de Buenos Aires¨. Edición Junio del 2015. 
 A continuación reproduzco dos de las páginas y transcribo parcialmente un breve resumen acerca del autor.



Juan Carlos Arias Divito nació en Bolívar, provincia de Buenos Aires. Tiene su doctorado de historia en la Universidad Complutense de Madrid. Es investigador de historia y miembro de numerosas instituciones, entre ellas la Junta de Historia Eclesiástica Argentina. Su libro ¨La Administración General y Factoría de Tabacos y Naipes de Santa FE, 1779_1812¨ recibió el 2º Premio de la Academia Nacional de la Historia Argentina. Fue distinguido ¨Historiador Porteño¨ por la Legislatura de la Ciudad.


La presentación del libro se hará en la antigua Sala de Representantes, Perú 272, Manzana de las Luces, CABA, el día 15 de Julio a las 12.30 hs.

Mis sinceras felicitaciones para el Dr. Juan Carlos Arias Divito!

Cuentos logrados y Malogrados. Ficción Concreta.


Ya está a la venta en Amazon el libro de Luis R. Makianich versión Kindle,  ¨Cuentos Logrados y Malogrados¨, una compilación de relatos y cuentos que él llama de ¨ficción concreta¨, o sea ficción basada en hechos reales. Algunos de ellos yo los consideraría  surrealistas.


Luis Makianich es arquitecto argentino, ex profesor de diseño arquitectónico en la FADU, artista plástico y escritor.
La ilustración de tapa es una foto de mi galería en la National Geographic, y fue seleccionada por ser un elemento vegetal que parece cobrar vida animal con ¨ojos múltiples.¨
A continuación compartiré su cuento ¨Desolación¨ que fuera1er Premio en el I Certamen de Microrrelato “A Vuelo de Pájaro” de LetrasKiltras, Santiago de Chile 2009.

Su Pensamiento se había detenido cuando ella lo dejó. Al cerrar la puerta el reconfiguró el área de su nueva vida, circunscribiéndose a las dimensiones de esa habitación. Su mente reproducía continuamente los momentos que estuvieron juntos hasta el punto en que se estrellaban contra la superficie de la puerta, y por más que lo intentara, su imaginación no podía ir más allá. Todo un mundo se le había vedado y le dolía pensar en que le deparaba a ella detrás de la cerradura que él mismo se había fabricado para protegerla de su propia hostilidad. Alguna vez escudriñó alguna explicación en el reloj de pared pero no tuvo respuesta así como tampoco funciona ahora el intento de comprender el almanaque que pareciera burlarse de su ignorancia. “Es que el tiempo se detuvo para mí”, reflexionó… y la angustia acumulada no le permitía establecer aquellos momentos en el calendario. Empezó a extrañar la bebida blanca, aquella que le ponía significado a su vida. Se sintió atrapado en un corral que le impedía ir tras ella, creyó por fin que su amor por ella llegaría a enloquecerlo y no sabía por qué. Toda su vida pasaba por sus ojos continuamente, y se preguntaba qué fue lo que falló. Tal vez, la comunicación y se cuestionaba a sí mismo el no haberse propuesto comprender su lenguaje corporal. De pronto, comprendió que romper en llanto era la única solución a tanto tiempo de angustia y desolación. En medio del lloriqueo, se escuchan pasos detrás de la puerta cada vez mas apresurados…la puerta se abre enérgicamente y allí está ella…parada en el umbral, atrapándolo en pleno lamento desconsolado… Luego un silencio dramático se prolonga mucho más de lo que él hubiera deseado, y por fin ella exclama… ¿Pero mi amor, qué son esas lágrimas?... ¡Si solo tardé unos minutos en prepararte el biberón!

Sunday, April 8, 2012

Soneto. De Francisco Luis Bernárdez

Roberto Arlt, Francisco Luis Bernardez and Roberto Ledesma (1930). Wikipedia.org 


He dicho muchas veces en este blog que no soy experta ni adicta a poesías, y que sólo algunas me llegan al corazón. Entre ellas, Soneto, de Francisco Luis Bernárdez. Y cuando ya casi la había olvidado (la leía y releía en mis quince), la encuentro otra vez con un texto (explicativo?) de Sergio Ginay: 

 Había sido amigo de Borges, a quien conoció cuando ambos eran muy jóvenes y él acababa de regresar de España, tierra de sus padres, en donde vivió cuatro años, desde los 20. Juntos, Borges y él gustaban de caminar por los arrabales porteños y perderse en ellos. Ambos integraron el grupo Florida, que se reunía en la mítica confitería Richmond ubicada en esa calle, y que contaba también a Oliverio Girondo, Conrado Nalé Roxlo, Leopoldo Marechal, Ricardo Güiraldes, Raúl González Tuñón, entre otros escritores, y a Xul Solar, Antonio Berni, Lino Eneas Spilimbergo, entre valiosos artistas plásticos. El grupo fue una poderosa vanguardia que revolucionó, en la década de los años 20 del siglo pasado, el arte argentino. El, Francisco Luis Bernárdez, una voz de intenso lirismo, fue activo en la tarea literaria, en la periodística y en la diplomática. Muchos de los poemas más bellos y conmovedores que se escribieron aquí en ese siglo le pertenecen y están en La ciudad sin Laura, El ruiseñor, Poemas de cada día o La copa de agua (algunos de sus libros). Pero hay uno, especialmente, que ha sido memorizado una y otra vez por personas de distintas generaciones y cuyo contenido sólo mejora con el tiempo. Su título es simple: Soneto. Su texto lo parece, pero es de enorme profundidad:

Si para recobrar lo recobrado 
 debí perder primero lo perdido, 
 si para conseguir lo conseguido 
 tuve que soportar lo soportado, 
 Si para estar ahora enamorado 
 fue menester haber estado herido, 
 tengo por bien sufrido lo sufrido, 
tengo por bien llorado lo llorado. 
 Porque después de todo he comprobado 
 que no se goza bien de lo gozado 
 sino después de haberlo padecido. 
 Porque después de todo he comprendido 
 por lo que el árbol tiene de florido 

Saturday, October 8, 2011

200 libros fundamentales para Argentina (?)

Horacio González, director de la Biblioteca Nacional Argentina. Foto archivo La Nación.


He leído asombrada esta nota de Alejandra Rey acerca de un jurado que votó por 200 libros que han sido fundamentales -según su criterio- para Argentina. Si uno lee entre líneas, se dará cuenta que la votación no parece haber sido justa, además el jurado no es representativo de los millones de habitantes del país. Por ejemplo, ¿Qué se lee fuera de Buenos Aires? Daría la sensación que la votación se restringe a Buenos Aires, y lamentablemente algunos autores se han dejado de lado, por olvido o desconsideración, como Juan Filloy quien fuera nominado para el premio Nobel. No se menciona a Mujica Láinez, desconozco si está en la lista, lo peor, haber elegido a Evita Perón quien no fuera escritora y jamás se destacó por su cultura.
Y el ¨jurado de notables¨ está formado por intelectuales que tampoco representan al grueso de la población. Otra cuestión, ridícula, más de uno de sus miembros son autores de libros y podrían o no haber sido votados; algunos comentaristas dicen que la lista fue ¨tendenciosa¨. Borges, uno de los seleccionados, mis lectores saben que lo admiro, pero, con franqueza, no es popular y que cualquiera pregunte cuántos argentinos lo han leído, y serán unos poquitos en el total. Entonces, hasta dónde llega la influencia de Borges? Que nos ha representado, no cabe duda y sí es uno de los autores fundamentales. Acá dejo unos párrafos del artículo y el link para su lectura completa:

Juan Filloy, escritor cordobés que fuera nominado para el premio Nobel. Wikipedia.org

¨La lista de los 200 libros, que se comenzó a gestar en 2009, ya desató ciertas controversias por algunos de los textos elegidos. Algo que los organizadores parecían haber previsto, según se consigna en la gacetilla que acompaña el anuncio: "Una nación se piensa, también, en sus textos. Respira en los distintos usos de la lengua y se reconoce en sus polémicas". Y sobre la selección de los títulos, señala: "No era fácil y sin dudas es arbitrario definir cuáles son esas obras que consideramos fundamentales. Para ello se convocó a un extenso grupo de intelectuales, escritores y artistas. Para que propongan, cada uno, diez libros para integrar la exposición". (...) En la elección de los títulos también se advierte que la mitad del jurado tiene un título de su autoría en la nómina. Sobre este punto, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, dijo a LA NACION: "Puede que haya arbitrariedades, pero eso sucede con todas las listas. Por ejemplo, León Rozitchner pidió que no se supiera a quién elegían los otros y es probable que por eso algunos jurados hayan votado por el libro de los otros. Se me pasó, la verdad".
Sobre la presencia en la lista de dos libros de Eva Perón, como autora, aunque se sabe que ella no escribía, González comentó: "Esto demuestra las imposibilidades de catalogar un libro. Es un tema complejo porque seguramente va a traer problemas de autoría, dado que hay un escritor fantasma. Para mí que Borges los hubiera elegido si hubiera sido jurado, porque le encantaban estos problemas literarios". En cuanto a Leopoldo Marechal, un peronista prohibido y maldito durante años y de cuya autoría figuran sólo dos libros, González apeló al humor: "Qué mala suerte, pobre hombre, incluso con este gobierno".
¿Cómo se eligieron estos 200 títulos, entre los que están Borges, Julio Cortázar, las hermanas Ocampo, Cristian Alarcón, Roberto Arlt y Juan Bautista Alberdi, entre otros? Dice Beatriz Sarlo, otra integrante del jurado (que no se votó a sí misma): "Yo mandé un mail en diciembre de 2009, por eso vas a ver que David Viñas todavía estaba vivo y era jurado. Me entusiasmé mucho cuando me lo pidieron y yo elegí 200 libros, pero después me explicaron que eran 12 o 15 por persona", Y añade: "Pensé que cada jurado elegía 200 y los que se superponían eran los que quedaban, pero no...".
Sarlo admite que es sumamente difícil hacer una nómina, pero que no haría una crítica al resultado. "No desconfío en absoluto de cómo se hizo la lista. En la literatura contemporánea va a haber ofendidos, porque es un campo en disputa, especialmente entre los jóvenes". Su último borrador incluyó a Facundo, de Sarmiento; Martín Fierro , de José Hernández; Ficciones y Evaristo Carriego , de Borges; Aguafuertes porteñas , de Arlt (ed. Victoria, 1933); Los siete locos , de Arlt; Muerte y transfiguración de Martín Fierro , de Ezequiel Martínez Estrada; Nadie nada nunca y El limonero real , de Juan José Saer; Obra completa , de Juan L. Ortiz (edición Universidad de Santa Fe); Boquitas pintadas , de Manuel Puig, y Literatura argentina y realidad política (1ra. edición), de David Viñas.
Entre los autores seleccionados también están Esteban Echeverría, Ricardo Piglia, Adolfo Bioy Casares, Isidoro Blaisten, César Aira, María Elena Walsh, Hilario Ascasubi y Osvaldo Bayer, mientras que no figuran, por ejemplo, Tomás Eloy Martínez ni Juan Filloy.¨
Lea la lista de libros y asómbrese:

Sunday, October 2, 2011

Un nuevo libro de Borges: Mi Amigo Don Quijote

María Kodama. Foto de Adrián Sack.


Se trata de la versión íntegra de una conferencia que dio en inglés en EE.UU., en 1968.
Del artículo de Adrián Sack para La Nación:
"El libro Mi amigo Don Quijote es una buena oportunidad para explorar al [Jorge Luis] Borges lector. Porque él siempre se jactaba de los libros que había leído, pero no de los que había escrito. Y en estas líneas se puede ver muy claramente este rasgo tan suyo", afirmó María Kodama, su viuda, en una entrevista con LA NACION en el hotel Westin Palace de Madrid.
El libro contiene agudas apreciaciones sobre la lectura de la piedra angular de la literatura española, así como de su autor, y el personaje principal, Don Quijote de la Mancha, a quienes considera cálidamente "amigos" en aquellas líneas. "Siempre hay un placer; siempre hay una suerte de felicidad cuando se habla de un amigo. Y creo que todos podemos considerar al Quijote como un amigo", destaca Borges en el escrito.
La obra se basa en la transcripción de una conferencia ofrecida en inglés por Borges en la Universidad de Austin, Texas, en 1968. Y aunque ya fue publicada una versión en su lengua original en Europa, y se ha conocido una primera traducción al español en las páginas de la revista Poesía , este texto, según los editores, es "la versión íntegra, corregida, aumentada y más fiel" a la grabación que fue hallada por casualidad, a mediados de los 70, por el académico Julio Ortega, de la Universidad de Brown. (...) La edición de Mi amigo Don Quijote , que incluye una grabación en inglés, una transcripción en ese idioma y su traducción al castellano, se caracteriza por el cuidado puesto en su tratamiento y por su exclusividad, ya que sólo fueron impresos, hasta el momento, 100 ejemplares. Sin embargo, Kodama no descarta que se realicen más copias. "Esta es una edición artesanal, que fue llevada a cabo gracias a los responsables del Centro de Arte Moderno. Y si bien no hay un proyecto concreto para editarlo, la idea es que este material tenga una mayor difusión", afirmó.

Lea la nota completa:
Lea un fragmento de Mi Amigo Don Quijote:

Sunday, September 25, 2011

La Estancia Colonial Rioplatense


Habiendo visitado muchas estancias en Argentina, sé lo hermosas que son, rodeadas de arboledas, perfumadas, con o sin paredes de adobe, en medio de paisajes de paz. Así que me encantaría tener este libro nuevo de Yuyú Guzmán, del que dejo una parte de la reseña de Carmen Verlichack para  La Nación, sección Campo.

Yuyú Guzmán. Google images

El libro es una crónica del nacimiento de las estancias en la cuenca del Río de la Plata, las que se formaron con el sistema de reparto llamado "suerte de estancias". La suerte era una medida de superficie de una legua y media de largo por media de ancho. El destino posterior de estas "suertes" fue inimaginable en esos momentos. Así, Maciel fue uno de los que recibieron un predio de Juan de Garay y le dio nombre al lugar, el que hoy se conoce como isla Maciel.
Por su parte, el propio Garay se adjudicó la suerte de lo que hoy en extenso se llama Recoleta. Garay nunca la pobló y en parte de ella se afincaron los monjes recoletos, la iglesia del Pilar, el cementerio y todo lo que vino. En lo que fue "Los tapiales", rumbo a Ezeiza, está el Mercado Central. Y la suerte de Olivos es la residencia actual de los presidentes argentinos. La que quedó más parecida a lo que fue es la chacra Pueyrredón, en San Isidro, en este tiempo museo del mismo nombre, que todavía conserva su planta primigenia. En el libro, publicado por Editorial Claridad, se incluye una treintena de fotos de estancias.
La autora sigue con tesón de detective el paso del patrimonio arquitectónico a través del tiempo, así como explica qué fue de un predio y cuándo y por qué cambió su destino. Y no falta un repaso de la historia del caballo en América, desde que fueron traídos los primeros ejemplares.
Guzmán recorrió esas estancias como venturosos lugares de historia, arte y misterio entre añosos algarrobos, viejos talas y perfumados jazmines; con miradores, galerías, aljibes, con el color sangre de toro en las paredes. Junto a esas estancias da cuenta también de algunas que las sucesiones y el paso del tiempo trajeron la dejadez y la vuelta al desierto y de las que apenas queda el recuerdo.

Friday, September 9, 2011

El Matadero de Esteban Echeverría ilustrado con las fotos de Sameer Makarius


He leído El Matadero del escritor argentino Esteban Echeverría el año pasado. Curiosamente, no me tocó leerlo en el colegio, y tal vez fue una suerte, porque no hubiera sabido apreciar el pintoresquismo social y urbano de la vieja Buenos Aires.
La buena noticia es que este libro ahora se ha editado con las fotografías que tomó Sameer Makarius del matadero en 1961, gracias a la labor de su hijo Karim.
Al respecto, reproduzco aquí la nota de Laura Casanovas para Revista Eñe de cultura y dejo el link para quienes quieran leer El Matadero:



La palabra matadero en la Argentina significa mucho más que el lugar donde se mata al ganado destinado al abasto público. Remite a la historia política, económica, social y cultural del país.
En ese espacio preciso, Esteban Echeverría hizo transcurrir su relato El Matadero. Escrita en 1838, esta ficción condensa la oposición irreconciliable entre unitarios y federales, que arrojó tanta sangre en la historia argentina como la derramada allí donde el ganado encuentra su inexorable muerte.
La capacidad descriptiva del relato, fundacional para la narrativa argentina, lo llevó a imágenes realizadas por grandes artistas, como lo demuestran las xilografías de Adolfo Bellocq, las tintas y acuarelas de Carlos Alonso y las ilustraciones de Enrique Breccia.
A esta historia iconográfica hay que sumar la serie de fotografías de Sameer Makarius en un frigorífico, en 1961. Si bien no se trata en este caso de una transposición visual del relato de Echeverría, la filiación se impone al recordar la identidad agro-ganadera del país. La Fundación Alon expone cuarenta imágenes de las 168 que totaliza este trabajo de Makarius, nunca antes exhibido.
Nacido en Egipto y luego de vivir en distintos países, Makarius llegó a la Argentina en 1953, donde residió hasta su muerte, hace dos años. Si bien fue también pintor, vinculado tanto en Europa como en nuestro país con las tendencias de la geometría constructivista, se lo conoce principalmente por su intensa y consagrada labor fotográfica. La cámara fue en sus manos una herramienta para adentrarse en esa ciudad de Buenos Aires donde eligió vivir. Lo atestiguan sus reconocidos libros Buenos Aires y su gente (1960) y Buenos Aires, mi ciudad (1963).
Un día de 1961, el artista decidió pasar 24 horas en un frigorífico. Tomó la Leica 35 mm. y hacia allí se dirigió. El resultado es el impactante conjunto de imágenes sobre la actividad de un frigorífico en esa época: desde el ingreso del ganado hasta el momento de descanso de los trabajadores luego de la tarea cumplida.
En esta serie se combina la pretendida objetividad de la fotografía documental con la mirada artística que busca algo más que el registro de un instante. Makarius no emplea flash ni luces adicionales. El interior del frigorífico presenta una atmósfera un tanto lúgubre en medio de la cual se destacan los focos de luz como pequeños círculos incandescentes, que producen un brillo sobre el líquido –la sangre– que inunda el piso.
La cámara, asimismo, logra transmitir el movimiento de la acción entre los cuerpos de los trabajadores y los de las inertes reses en una lucha entre dos adversarios definitivamente desiguales.
Algunas fotografías de la muestra presentan un tamaño mayor. Eso permite observar, según comentó a Ñ el hijo del artista, Karim Makarius, la importancia otorgada por su padre a esta serie al conferirle a un conjunto de imágenes una medida más grande que la que era usual en aquella época.
En ocasión de esta exposición, Makarius hijo editó un libro, El Matadero, con 107 de las imágenes de la serie, que incluye el relato completo de Echeverría. En uno de los textos introductorios del libro, Facundo de Zuviría dice sobre Makarius: “Su estilo, documental y sensible, muestra una plena conciencia de la trascendencia de cada toma, del sentido profundo de percibir, comprender, captar, reproducir y mostrar (...)”.
El libro posibilita una visión más exhaustiva de la narración pretendida por el fotógrafo ya que permite seguir, en orden cronológico, el relato que se inicia con un grupo de fotografías –ausentes en la muestra– de las calles por él transitadas para llegar al frigorífico. En ellas se puede ver unos muros con inscripciones políticas, donde se lee “huelga”, “unión cívica”, “gobierno”, “poder”, entre otras frases incompletas.
No sabemos el pensamiento del artista en ese momento pero, ante estas imágenes, se vuelve inevitable recordar hechos de la historia del país, como la denuncia del senador Lisandro de la Torre sobre una serie de irregularidades de los frigoríficos extranjeros, a mediados de la década de 1930, y la muerte de su correligionario Enzo Bodabehere, baleado entonces en el Senado de la Nación.
La narración de Makarius prosigue con el ordenado ingreso de las vacas al lugar donde les espera la muerte. El relato incrementa su ritmo con las escenas de los golpes de los matarifes y los cortes hasta llegar al momento en el que la res está lista para la venta. Los hombres se sientan a descansar luego del trabajo realizado y el relato se apacigua.
Con el final de la narración sentimos el privilegio otorgado por el fotógrafo, a través de sus imágenes, de permitirnos compartir los mundos que decidió explorar.

José Antonio Esteban Echeverría (1805-1851) http://en.wikipedia.org/wiki/Esteban_Echeverr%C3%ADa

REFERENCIAS
Las fotos son de Sameer Makarius y fueron bajadas del artículo de Revista Eñe
Lea El Matadero:

Sunday, August 14, 2011

Misteriosa Buenos Aires. De Manuel Mujica Láinez


De este libro publicado en 1950, habíamos leído un cuento en la escuela secundaria, El Hombrecito del Azulejo y una amiga me prestó el libro, tendríamos 15 años. Uno de mis grandes preferidos, lo he leído creo que tres veces ya, la última vez en el año 1990 y este año lo bajé de Internet para releerlo, aunque sea por partes.
Los maravillosos relatos en el claro lenguaje de Manuel Mujica Láinez recorren la historia de Buenos Aires, la gestación de su identidad desde sus meros comienzos, hasta la incipiente modernidad. Pasiones, intrigas, suspenso, ambiciones, hambruna, esclavitud, religión, etc, plasmados en cuentos de la cotidianeidad porteña.

Manuel Mujica Láinez. Google Images

Contaba hace unos días que del libro Las Ruinas, siempre recuerdo la situación desesperada de la hambruna. Este tema también lo toca Mujica Láinez en el primer cuento de la Conquista española, justamente, llamado El Hambre, fechado en 1536. Reproduzco el crudo final, como muestra de lo conmovedor que es el libro, un imperdible:

¨El hambre le tortura en forma tal que comprende que si no la apacigua en seguida enloquecerá. Se muerde un brazo hasta que siente, sobre la lengua, la tibieza de la sangre. Se devoraría a sí mismo, si pudiera. Se
troncharía ese brazo. Y los tres cuerpos lívidos penden, con su espantosa tentación... Si el genovés se fuera de una vez por todas... de una vez por todas... ¿Y por qué no, en verdad, en su más terrible verdad, de una vez por todas? ¿Por qué no aprovechar la ocasión que se le brinda y suprimirle para siempre? Ninguno lo sabrá. Un salto y el cuchillo de caza se hundirá en la espalda del italiano. Pero ¿podrá él, exhausto, saltar así? En Morón de la Frontera hubiera estado seguro de su destreza, de su agilidad...
No, no fue un salto; fue un abalanzarse de acorralado cazador. Tuvo que levantar la empuñadura afirmándose con las dos manos para clavar la hoja. ¡Y cómo desapareció en la suavidad de las nutrias! ¡Cómo se le fue hacia adentro, camino del corazón, en la carne de ese animal que está cazando y que ha logrado por fin! La bestia cae con un sordo gruñido, estremecida de convulsiones, él cae encima y siente, sobre la cara, en la frente, en la nariz, en los pómulos, la caricia de la piel.
Dos, tres veces arranca el cuchillo. En su delirio no sabe ya si ha muerto al cuatralbo del Príncipe Doria o a uno de los tigres que merodean en torno del campamento. Hasta que cesa todo estertor. Busca bajo el manto y al topar con un brazo del hombre que acaba de apuñalar, lo cercena con la faca e hinca en él los dientes que aguza el hambre. No piensa en el horror de lo que está haciendo, sino en morder, en saciarse. Sólo entonces la pincelada bermeja de las brasas le muestra más allá, mucho más allá, tumbado junto a la empalizada, al corsario italiano. Tiene una flecha plantada entre los ojos de vidrio. Los dientes de Baitos tropiezan con el anillo de plata de su madre, el anillo con una labrada cruz, y ve el rostro torcido de su hermano, entre esas pieles que Francisco le quitó al cuatralbo después de su muerte, para abrigarse.
El ballestero lanza un grito inhumano. Como un borracho se encarama en la estacada de troncos de sauce y ceibo, y se echa a correr barranca abajo, hacia las hogueras de los indios. Los ojos se le salen de las órbitas, como si la mano trunca de su hermano le fuera apretando la garganta más y más.¨

Aquí dejo el link para que lean el análisis del cuento El Espejo Desordenado, por Pedro Bayá Casal:

Imágenes varias de la película De la Misteriosa Buenos Aires, de 1981, basada en tres cuentos del libro. Imagen bajada de rarodvd.blogspot.com

Friday, July 8, 2011

La biblioteca de Victoria Ocampo

Biblioteca de Victoria Ocampo. Foto bajada de seinelibros.blogspot


La biblioteca de Victoria Ocampo, en su villa de San Isidro, cuenta con más de 11.000 libros, -muchos con dedicatorias de famosos autores-, que habían quedado olvidados desde su muerte en 1979. Hoy, los libros están restaurados y digitalizados, se puede consultar el catálogo y más en la página:
Y visitar la galería de fotos de su restauración:
¨La biblioteca de Villa Ocampo integra esa mansión histórica que habitó Victoria. Hasta hace poco estaba abandonada, con goteras en el comedor, plantas trepadoras que entraban por las ventanas, el jardín francés, de diseño belle époque, transformado en un bosque e insectos que se comían los libros. La Unesco, que recibió la casa en donación de Victoria, inició un proyecto nuevo en 2003: hoy el sitio está recuperado y atrae a unos treinta mil visitantes por año, entre turistas y escolares, jubilados y embajadores, y el visitante más habitual: la familia de clase media, que viene el fin de semana a pasear, a tomar el té y a entender cómo era la Argentina opulenta de antes y cómo puede ser que esa chica de mal carácter, criada para ser una buena esposa por institutrices severas, prefirió dedicar su vida y su fortuna a cambiar el país, pero no por medio de la política tradicional, como lo habían hecho sus antepasados ricos y poderosos, sino de una forma más sutil pero más efectiva: transformando la música, la arquitectura, la moda, la literatura, las convenciones sociales, las ideas y las costumbres de la gente.
Los bisabuelos Ocampo retratados por Prilidiano Pueyrredon recuerdan el academicismo del siglo XIX y el poder de las grandes familiar terratenientes. Las lámparas Bauhaus o las fundas blancas de algodón forman parte de la cruzada modernista de Victoria: son una reacción contra la rigidez decimonónica, acaso contra el mundo al que su padre quería someterla. En el comedor las sillas son de paja, porque así lo eran en lo de Coco Chanel, en París, el día que las dos amigas almorzaron en la cocina, y Victoria entendió que Chanel necesitaba de lo rústico, de lo simple y de lo económico para diferenciarse de los nuevos ricos que lo tienen todo. Lo mismo una Ocampo, habrá pensado. Por eso en su casa también hay botellones de vidrio convertidos en lámparas o una silla de mimbre junto a las Luis XVI. Es la forma que tenía Victoria de decir qué me importa, una de las marcas registradas de su estilo.
Así, el valor de Villa Ocampo no sólo está en su arquitectura, su jardín y sus colecciones: lo distinto, lo especial es que fue testigo de lo mejor de nuestra historia cultural, de las ideas y los conflictos que vivió el país desde mediados del siglo XIX hasta la década de 1960. Podríamos decir, desde la época de Sarmiento, amigo de la familia, hasta la de los Beatles, cuyos discos sonaban en el viejo tocadiscos de Victoria.¨

Villa Ocampo. Foto bajada de escapadas.com

REFERENCIA:
Nota de Nicolás Helft para La Nación, sección ADN Cultura
http://www.lanacion.com.ar/1387062

Sunday, June 26, 2011

Las historias y mitos del vino argentino plasmadas en un libro


Como argentina que soy, me gusta el buen vino, tomado con moderación y por la noche, nada de alcohol durante horas laborables. He estado leyendo, que el vino y su degustación, se ha transformado en moda en Buenos Aires y la carrera de Somelier, es ¨fancy¨, no todos saben reconocer el aroma y el sabor de un vino de buena calidad. Por otro lado, los que vivimos en otros países, conseguimos nuestro vino, pero no siempre llega fresco, y, si bien estamos ante un boom de exportaciones de vino argentino a EEUU, los que he visto en el supermercado son de muy baja calidad, y no nos dejan muy bien ante los extranjeros.
El vino se comparte, se disfruta, y, en un sentido social, merece su lugar en la  historia. Un libro que me gustaría tener al respecto, es el de Natalia Páez ¨Mitos y leyendas del vino argentino¨.
Sinopsis de libros Aguilar:
¨Un jinete fantasma recorre las fincas donde se plantaron las primeras cepas de Malbec; un oscuro bodeguero con fama de vampiro aterra a sus vecinos; una bodega está habitada por espectros que hacen oír sus voces. Seres fantásticos, míticos, tan argentinos como la jarra en forma de pingüino, curanderas de tormentas, trovadores del vino, conviven en este libro con San Martín, Sarmiento y Eva Perón. Realidad y leyenda se mezclan en las narraciones de los descendientes de aquellos inmigrantes emprendedores que fundaron una de las actividades económicas más prósperas del país, entre ellos, el mejor enólogo argentino del siglo XX.
Además de esas narraciones, Natalia Páez nos habla del vino en la poesía, en el tango y en el fútbol. Y describe con lujo de detalles las dos fiestas de la vendimia que se celebran todos los años en Mendoza.
Fruto de una investigación minuciosa, los relatos reunidos en Mitos y leyendas del vino argentino conforman una historia no oficial de nuestra bebida nacional.¨
Y, de La Nación, extraigo un relato sobre el cruce de Los Andes, de San Martín, quien estuviera borracho:

Batalla de Maipú. Pintura de Mauricio Rugendas (1802-1858). Wikipedia.org

"(...) Los patriotas venían de una inapelable derrota en Cancha Rayada. Su número era menor al de los enemigos. Tenían todas las de perder y, sin embargo, ganaron. Fue la primera gran contienda en la que los independentistas salieron victoriosos: la batalla de Maipú. Y el vino aparece como uno de los protagonistas de ese enfrentamiento ya legendario. Porque se rumoreó que San Martín, el gran Capitán, el futuro héroe de manuales de Historia y monumentos de bronce, aquel mediodía aciago en que se jugó su pellejo y el de sus hombres ante a un enemigo más poderoso, estaba borracho.
(...) El mito de que San Martín libró aquella decisiva batalla con demasiado alcohol en sangre surgió del mismo seno de su familia. Fue Hilarión de la Quintana, partícipe del combate y tío de Remedios de Escalada, quien difundió la versión, quizás sin pretender con esto socavar la grandeza de su bravura y liderazgo militar. Ebrio de vino, claro, porque es sabido que a Don José esta bebida lo apasionaba y, que era un gran conocedor. De la Quintana escribió que durante el combate se "percató de un tono de voz adormilado y gangoso del comandante" cuando, promediando el enfrentamiento, lo convocó para darle instrucciones de avanzar con el batallón de reserva para inducir la definitiva retirada del enemigo (...)"
No me cabe duda que este libro debe ser muy interesante para los argentinos.

Saturday, May 14, 2011

Los 25 mates ofrecidos al maestro de Manuelita Rosas

Manuelita Rosas, pintada por Prilidiano Pueyrredón. Wikipedia.org

Buscando unas fotos de la estancia Los Carrillos de Juan Manuel de Rosas, encontré esta página llamada La Gazeta Federal Confederación Argentina, que, entre recortes históricos, reproduce anécdotas, historias argentinas, muy simpáticas, de los comienzos argentinos. Entre ellas, reproduzco la de los 25 mates ofrecidos por Rosas al maestro de música de su hija Manuelita, las referencias están en el link debajo:

Juan Manuel de Rosas. Wikipedia.org

Cuenta Gabriel Carrasco, hijo de Eudoro Carrasco, empleado de la Secretaría de Rosas, una anécdota que recoge de su padre y que se refiere al Profesor de música de Manuelita Rosas (le enseñaba piano).
En una circunstancia, don Juan Manuel de Rosas trabó conversación con el Profesor, requiriéndole información sobre los adelantos de Manuelita en sus clases de música, originándose una prolongada conversación con el docente domiciliario...
Rosas, que siempre estaba asistido por una ordenanza que le cebaba mate, invitó al maestro de música, que aunque era poco aficionado a la criolla infusión, aceptó el ofrecimiento que venía de tan alta investidura. Mientras Rosas conversaba animadamente, el mate circulaba sin interrupción entre ambos protagonistas, hasta que en el sexto mate, el maestro, satisfecho, dio gracias al ordenanza.
Cuando Rosas recibe en forma seguida su mate se da cuenta que el maestro lo había abandonado, por lo que le advirtió que no quedaba bien tomar mate sólo, sino con alternancias, por lo que lo invitaba a seguir acompañándolo. El maestro, sin ningún entusiasmo, reanudó la ronda de mates con Rosas que era un gran tomador do esa infusión. Cuando se llegó a los quince mates el maestro estaba más que saturado y próximo a descomponerse, por lo que hizo señales al cebador en un sentido negativo. Rosas, advertido le manifestó que el mate estaba riquísimo y que sería una picardía el dejarlo, más aún, sería casi como una ofensa si lo dejaba sólo con el mate. Estas últimas expresiones, al parecer sonaron muy graves ya que el maestro resignado tuvo que seguir tomando mate.
El pobre hombre estaba hinchado, descompuesto, opilado como se dice, y entre la animada conversación de Rosas y sus miradas imperativas, siguió tomando hasta que Rosas, llamado por sus tareas políticas y administrativas tuvo que retirarse, situación que el maestro totalmente descompuesto aprovechó para retirarse de la casona de Palermo, llegando a su casa en estado deplorable.
A los pocos días, le llega de Palermo un sobre con una carta de Rosas en la que lo felicita por los progresos registrados por Manuelita en el piano, y también había dentro del sobre otro envoltorio; al abrir este último, encuentra veinticinco mil pesos y una nota que decía: “Van mil pesos por cada mate”, una pequeña fortuna. Dicen que el maestro golpeó fuertemente el pie contra el piso y exclamó: “¡Haberme tomado treinta mates!”, olvidando la descompostura de las vísperas.

Manuelita Rosas, ya anciana. Imagen de google images

Sunday, May 8, 2011

Bibliofilia en Buenos Aires


La bibliofilia, el amor por el libro como objeto de colección, tuvo su auge en Buenos Aires entre los siglos XIX y XX, merced al interés de una elite ilustrada que adquirió en Europa bibliotecas enteras y formó colecciones notables (Arata, Cárcano, Bunge, Gallardo, Llobet, Zorraquín Becú, Vogelius, Mayer). Muestra de ello son los 40.000 ejemplares reunidos por Jorge M. Furt, que se conservan en la estancia Los Talas, a unos 20 kilómetros de Luján. O los 60.000 títulos de la colección Quesada, hoy en Berlín. Un glorioso pasado que alcanzó su cenit a mediados del siglo XX.
Aquella "bibliópolis" de rango mundial (según Rubén Darío y Paul Groussac), famosa por sus escritores, editores, libreros y bibliófilos, mantiene su crédito como la plaza del libro antiguo más importante de Latinoamérica. Mario Vargas Llosa ha dicho que una de las razones por las que le gustaría vivir un tiempo en Buenos Aires son sus librerías. La Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina (Alada), fundada en los años 50, reúne a cincuenta libreros. Su presidente, Alberto Casares, afirma que la asociación, que desde 2004 organiza la Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires -única en el continente y must de la agenda porteña-, vive su mejor momento.


Librerías, libreros y bibliófilos
Una minoría sofisticada de librerías anticuarias ofrece libros antiguos (previos a los siglos XVIII o XIX) y de lujo. La mayoría, en cambio, se ocupa de libros raros, agotados, de colección, decorativos o preciosos, que atraviesan cronologías. Luego están las librerías de viejo, ocasión o lance, con libros descatalogados o usados. En rigor, la mayoría cuenta con un poco de todo y se define por lo que predomina. A los libros se suele sumar una vasta iconografía antigua en soporte papel (mapas, fotos, documentos, etcétera).
Las temáticas comunes son argentinas e hispanoamericanas y las especiales, fotografía (Poema 20); correos, gráfica, tabú (El Faro del Fin del Mundo); alemán, latín (Henschel); franceses ilustrados (Víctor Aizenman, El Incunable); idiomas (Glyptodon); teatro (Ávila; La Teatral); derecho (Platero). El gusto del coleccionismo fue nacional y americanista (siglo XIX), europeizante (inicios del XX), nacional (XX) y desde el año 2000 parece inclinarse por las vanguardias literarias.
REFERENCIA:
Textos del artículo de Maximiliano Gregorio Cernadas para La Nación. Lea el artículo completo:
Crédito fotográfico: Andrea Knight

Sunday, May 1, 2011

Borges y el lunfardo

Compadrito. De Sigfredo Pastor

A propósito de la famosa polémica surgida a partir de un artículo publicado por Guillermo de Torre en La Gaceta Literaria , en el que proponía que Madrid fuese el "meridiano intelectual de Hispanoamérica", varios escritores argentinos, como Pablo Rojas Paz, Ricardo Molinari, Santiago Ganduglia, Nicolás Olivari, Raúl Scalabrini Ortiz, produjeron respuestas en todos los tonos en el número 42 de la revista Martín Fierro del 10 de junio de 1927. En una de ellas, burlesca y desenfadada, cuyo título era "A un meridiano encontrao en una fiambrera", firmada por "Ortelli y Gasset" -escrita en realidad por Jorge Luis Borges y Carlos Mastronardi-, puede leerse:

¡Minga de fratelanza entre la Javie Patria y la Villa Ortúzar! Minga de las que saltan a los zogoibis del batimento tagai, que se quedamo estufo, que se? con las tirifiladas de su parola senza criollismo. Que se den una panzada de cultura esos rafañosos, antes de sacudirnos la persiana. Pa de contubernio entre los que han patiao el fango de la Quinta Bollini y los apestosos que la yugan de manzanilla. Aquí le patiamo el nido a la hispanidá y le escupimo el asao a la donosura y le arruinamo la fachada a los garbanzelis.
Se tenemo una efe bárbara. No es de grupo que semos de la mafiosa laya de aquellos crudos que se basureaban las elecciones más trenzadas en Balvanera. Par'algo lo encendimos al tango entre las guitarras broncosas y salió de taco alto y pisando juerte. No es al pepe que entramos en el siglo a punta de faca y tiramos la bronca por San Cristóbal y fuimos la flor del Dios nos libre en Tierra del Fuego y despachamos bar as agalludas al portador.
¿Manyan que los sobramos, fandiños? No hay miga caso de meridiano a la valenciana, mientras la barra cadenera se surta en la perfumería del Riachuelo: vero meridiano senza Alfonsito y al uso nostro.
Espiracusen con plumero y todo, antes que los faje. Che meridiano, hacete a un lao, que voy a escupir.

Es evidente que Borges no sólo conocía sino también manejaba cómodamente el léxico lunfardo. En un tono decididamente polémico, varias décadas después escribió en el prólogo de El informe de Brodie :
Recuerdo [?] que a Roberto Arlt le echaron en cara su desconocimiento del lunfardo y replicó: "Me he criado en Villa Luro, entre gente pobre y malevos, y realmente no he tenido tiempo de estudiar esas cosas". El lunfardo, de hecho, es una broma literaria inventada por saineteros y por compositores de tangos y los orilleros lo ignoran, salvo cuando los discos del fonógrafo los han adoctrinado.
Ensayo de Oscar Conde, para La Nación. Sección ADN Cultura

Saturday, April 30, 2011

Muerte de Ernesto Sábato

Escritor Ernesto Sábato. Foto del diario Clarín


La lamentable noticia sobre el deceso del gran escritor, en el diario Clarín:
La literatura argentina despide a uno de sus íconos populares. El escritor Ernesto Sábado murió esta madrugada a los 99 años en su casa de Santos Lugares. Autor de "El túnel", "Sobre héroes y tumbas" y "Abaddón el exterminador", entre otras obras, también fue uno de los rostros emblemáticos del regreso democrático, al encabezar la Conadep.
El fallecimiento fue confirmado por su colaboradora, Elvira González Fraga. "Hace quince días tuvo una bronquitis", contó en diálogo con Radio Mitre. "Estaba sufriendo hace tiempo, pero todavía pasaba algunos momentos buenos, principalmente cuando escuchaba música", le contó al canal de cable Todo Noticias.
Según informaron allegados, el velatorio se realizará a partir de las 17 en el club Defensores de Santos Lugares. Allí, Sabato disfrutaba por las mañanas de encendidas partidas de dominó.
Testigo y paradigma de su tiempo, la figura de Sabato adquirió una dimensión diferente luego de la dictadura militar con su labor al frente de la Conadep (Comisión Nacional de Desaparición de Personas).
Lejos de asumir un rol incontrastable, el autor de la trilogía de novelas "El Túnel" (1948), "Sobre héroes y tumbas" (1961) y "Abbadón el exterminador" (1974) fue un escritor y un ser humano polémico, cruzado por sus propias contradicciones, presentes en algunos de sus personajes literarios.


Ernesto Sábato entrega el informe de la CONADEP (Comisión Nacional de los Desaparecidos) al presidente Alfonsín

"Nunca me he considerado un escritor profesional, de los que publican una novela al año. Por el contrario, a menudo, en la tarde quemaba lo que había escrito a la mañana", declaró una y otra vez para referirse a esa obra que marcó las generaciones del 60 y 70 y se desdibujó cuando sus ojos comenzaron a fallar, para ser reemplazada por la pintura.
Sus escritos finales, que incluyen memorias y crónicas de la vejez, constituyen su postrera despedida con la escritura, más allá de algún destello vital como la conmovedora confesión de amor a su colaboradora Elvira Fernández Fraga, hoy al frente de la fundación que lleva su nombre.
Su figura recobró fuerza como portavoz de valores añorados por una sociedad atravesada primero por la dictadura militar y luego por el neoliberalismo de los 90. Su mensaje se concentró en los jóvenes: "Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía -dijo- serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido".
Sabato había nacido el 24 de junio de 1911 en la ciudad bonaerense de Rojas. Iba a ser homenajeado mañana en la Feria del Libro por el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, ya que este año iba a cumplir 100 años.
Durante su larga trayectoria, por solicitud del entonces presidente Raúl Alfonsín presidió entre 1983 y 1984 la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), cuya investigación, plasmada en el libro Nunca Más, abrió las puertas para el juicio a las juntas militares.
Sabato en 1984 recibió el premio Miguel de Cervantes, máximo galardón literario concedido a los escritores de habla hispana, por lo cual fue el segundo escritor argentino en recibir este premio, luego de Jorge Luis Borges en 1979.
En 1975, Sabato obtuvo el premio de Consagración Nacional de la Argentina y un año más tarde se le concedió el premio a la Mejor Novela Extranjera en Francia, por Abaddón el exterminador.
Luego, en 1977 Italia le otorgó el premio Medici y al año siguiente le otorgaron la Gran Cruz al mérito civil en España, y en 1979 fue distinguido en Francia como Comandante de la Legión de Honor.
Lea acerca del libro Nunca Más:
Producción literaria de Ernesto Sábato:
Novelas

El túnel (1948)
Sobre héroes y tumbas (1961)
Abaddón el exterminador (1974)

Ensayos

Uno y el universo (1945, junto a Ben Molar y Julio de Caro)
Hombres y engranajes (1951)
Heterodoxia (1953)
El caso Sabato. Torturas y libertad de prensa. Carta abierta al general Aramburu (1956)
El otro rostro del peronismo (1956)
El escritor y sus fantasmas (1963)
Tango, discusión y clave (1963)
Romance de la muerte de Juan Lavalle. Cantar de Gesta (1966)
Significado de Pedro Henríquez Ureña (1967)
Aproximación a la literatura de nuestro tiempo: Robbe-Grillet, Borges, Sartre (1968)
La cultura en la encrucijada nacional (1973)
Diálogos con Jorge Luis Borges (1976)
Apologías y rechazos (1979)
Los libros y su misión en la liberación e integración de la América Latina (1979)
Entre la letra y la sangre (1988)
Antes del Fin (1998)
La Resistencia (2000)
España en los diarios de mi vejez (2004)


Lea sobre el último premio otorgado a Sábato:
http://theclubofcompulsivereaders.blogspot.com/2010/06/premio-jose-hernandez-ernesto-sabato-el.html
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