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Monday, July 16, 2012

En defensa del traductor público

La Letra X. Pintura digital de Myriam B. Mahiques

Yo soy una defensora de los traductores públicos universitarios. Acostumbrada a leer en dos idiomas, y tantos libros traducidos de su idioma original, sé apreciar cuando una traducción es correcta y nos hace sentir que estamos reconociendo al autor.
En este momento, estoy leyendo Doña Flor y sus dos Maridos, en inglés, y siento que mucho me estoy perdiendo del candor de Jorge Amado, pero no puedo decir que la traducción sea incorrecta.
Sucede, como decía Borges, que a veces el traductor elige una palabra, entre muchos sinónimos, no sólo por el sentido, sino por su ¨musicalidad.¨ Al respecto, los invito a leer un post anterior llamado ¨Borges, el traductor literario¨ en este link:

He leído un artículo de Beatriz Rodríguez, presidenta del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, y si bien he visto que a su texto le faltan algunos acentos y espacios (además se la critica por la mención de una ley uruguaya en el contexto de una nota argentina), quisiera de todos modos compartirlo, porque no me resulta aceptable que una computadora oficie de traductor, por más que se le den datos de dialectos, el sentido de la jerga humana, en una dimensión antropológica, sólo lo sabe el hombre.
He vivido en California (un crisol de idiomas) los años suficientes para entender que ciertas palabras y frases, sólo son plausibles de traducción desde la identidad de sus usuarios.
Dice Rodríguez:

¨En los últimos meses, muchos diarios y revistas de renombre se están haciendo eco de un mensaje errado hacia la sociedad: las máquinas reemplazarán a los profesionales de la traducción. Si bien es evidente, por muchísimos factores, que este mensaje está totalmente equivocado, no hace mucho hemos leído, además, por parte de un futurista, que la profesión que dicen «desaparecerá» en diez años es la del traductor público. El traductor público es un profesional universitario según lo define, entre otras, la ley 20.305. Ejerce una profesión liberal, siendo depositario de una fe pública derivada y su actividad es de naturaleza eminentemente intelectual. El ejercicio de su profesión abarca un vastísimo espectro en el marco del conocimiento, lo que presupone una constante puesta al día, en la medida en que se aplica incesantemente el ámbito de la ciencia y la técnica, exigiéndole una total pericia idiomática. Esto se debe a que el dominio de los idiomas en que actúa es necesario para el desempeño de su profesión (intermediario entre pueblos y culturas) y descansa sobre el traductor publico, sobre su responsabilidad y ética, una parte preponderante del correcto desarrollo de las relaciones con el extranjero, en todos sus aspectos: el jurídico, el cívico, el social, el cultural, el científico y el comercial. En el plano oficial, es preceptiva de nuestro país su intervención para el diligenciamiento de toda documentación proveniente del extranjero, que se presente ante los organismos del Estado para su tramitación. No obstante, la realidad en que transcurre nuestra vida en los tiempos actuales nos exhibe constantemente una serie de cambios y también una complejidad de las cosas, mayor que en otras épocas. Esto es indudable. 
(....) una vez más, es importante marcar cuáles son las diferencias entre los traductores públicos y cualquier otro improvisado en la traducción: Perfecto dominio de, por lo menos, dos idiomas.Perfecto dominio de los diversos estilos discursivos de ambos idiomas.Conocimiento de dialectos.Conocimiento de culturas y costumbres.Perfecto dominio de los sistemas jurídicos contemporáneos.Experiencia en labor judicial como perito. El traductor público es un profesional que debe actualizarse permanentemente, y esto tiene un costo que no puede ser soportado si no percibe un honorario digno. Pone todo su bagaje cultural y de formación profesional al servicio de la sociedad. En todas las hipótesis, cada trabajo de traducción es un acto único, que se basta a sí mismo, que no solo abarca la tarea puntualmente encomendada y requiere la consideración del caso por parte del usuario de los servicios profesionales. Debemos tener en cuenta que el traductor público es un profesional que avanza letra a letra y palabra a palabra, en una conjunción de funciones cerebrales que implican aptitudes neurolingüísticas que no todos los seres humanos pueden desarrollar y aplicar.¨

Lea el artículo completo:

2 comments:

  1. Myriam, nada más certero al decir que una lengua es la experiencia del que la vive. Como un apoyo rápido y elemental el traductor de la computadora es aceptable.
    Los pormenores de una lengua sólo se logran con estudio y vivencia y por fortuna las computadoras solo hacen lo que ha sido programado.
    No confundir los recortes presupuestales, siempre los gobiernos ahorran para la penuria, con un organismo vivo como lo son las lenguas.

    Abrazos sin traducción.

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    1. Gracias Sergio, tengo una gran discusión con mi marido que usa traductores y dice que ¨cada vez vienen mejor¨. Es cierto, pero él mismo sabe que todo texto de traductor hay que revisarlo.
      Para mí, la frase matadora de tu país es ¨echarle el agua¨, me han explicado el sentido pero no el origen, qué computadora traduciría por ejemplo ¨it´s raining cats and dogs¨, para empezar.... Bueno,supongo muchas frases idiomáticas serían incorporadas. Abrazos en castellano puro!

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