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Wednesday, October 12, 2011

El Eternauta como metáfora de una situación política

El Eternauta. De madegraaf.com


En un post anterior sobre la vigencia de Asterix  comentaba del retiro de su creador, quien estuviera agobiado por la lucha sobre los derechos de su obra y los cambios del contexto histórico desde que se publicó por primera vez, en 1959. A eso, se le suma la comercialización del personaje en juegos electrónicos, películas, etc.
Parece que en Argentina también se ha desvirtuado un personaje, según la propaganda política que toca vivir: El Eternauta, que se ha propuesto como representación metafórica del ex presidente -deceso- Néstor Kirchner.
¨En el último acto político en que participó Néstor Kirchner hubo un invitado especial: "El Nestornauta". El 14 de septiembre de 2010, con un Luna Park repleto de militantes, hizo su aparición estelar la adaptación política que hizo La Cámpora del famoso personaje de Héctor Germán Oesterheld.¨ (del artículo de Mauricio Caminos).
Me preguntaba porqué, y ahora, luego de tantos años, me doy cuenta que jamás interpreté la historieta, que leía cada tanto gracias a mi primo (mayor que yo) que compraba El Tony y D´Artagnan, en esos años yo era una niña y tuve la suerte de no tener amigos ni familiares desaparecidos, en otras palabras, si bien llegaban algunos corrillos a mis oídos, no tenía idea de la situación política tan grave de los años ´70 en Argentina.
Siempre imaginé al Eternauta vagando entre planetas desolados, de posguerra, encontrando gente que trataban de defenderse del enemigo, del cual no tenía claro quiénes eran. 
Al respecto de la historieta y su relación con los políticos actuales, recomiendo el artículo del profesor de economía, Martín Krause. Aquí reproduzco el ¨plot¨ del comic que me quitó la venda de los ojos:


de Google images

¨Cuatro amigos están jugando a las cartas en el altillo de una casa de Olivos cuando ven caer una nieve, suceso muy extraordinario para la ciudad de Buenos Aires, y comprenden que la nieve es letal. Juan Salvo -quien es el Eternauta, dueño de la casa donde también están su mujer y su hija- y Favalli, un profesor universitario con grandes conocimientos técnicos, comienzan primero a tratar de proteger y salvar sus vidas, y luego a defenderse y luchar contra un invasor extraterrestre que quiere ocupar el planeta, comenzando por Buenos Aires.
En los primeros pasajes, se describe una situación de tipo hobbesiana: ante la ausencia de la autoridad, se regresa al estado de naturaleza, en el que todos pelean contra todos para sobrevivir. Salvo y Favalli encuentran a los pocos sobrevivientes de una unidad del ejército y se suman al combate contra los invasores. Es decir, en términos "K", la existencia de un enemigo común "une" a las fuerzas populares. Hasta allí lo poco de kirchnerismo que un lego en la materia puede encontrar en toda la historieta. Luego, la historia cobra un carácter más bien "libertario" o "individualista liberal", como se explicará.
Es necesario tener en cuenta que, si bien Oesterheld fue montonero, era un gran admirador del escritor norteamericano de ciencia ficción Robert Heinlein, en quien se habría inspirado para desarrollar la serie. Así, de Amo de títeres rescata la idea de un parásito que ocupa la corteza cerebral de los humanos para dirigirlos como títeres, y de Tropas del e spacio, la de unos insectos gigantes que invaden la Tierra. En El Eternauta , a los sobrevivientes de la nieve letal que son capturados por los extraterrestres les colocan un "teledirector" en la nuca para dirigir sus movimientos, los llaman "hombres robot", y el grupo de combatientes, entre los que están Salvo y Favalli, se enfrenta con unos escarabajos gigantes en la avenida General Paz.
Heinlein, uno de los tres grandes autores de ciencia ficción del siglo XX, junto con Isaac Asimov y Arthur C. Clarke, era un reconocido libertario o individualista liberal. Definiremos como "libertario" a quien considera la libertad individual como el valor más importante, del cual se desprenden los demás; alguien que cree en la absoluta libertad política, descree del Estado y prefiere la libertad de los mercados. A comienzos de los años 70, según un estudio realizado por la Sociedad Internacional para la Libertad Individual, uno de cada seis activistas libertarios había llegado a estas ideas a partir de la lectura de Heinlein. En La Luna es una cruel amante (1966), ganadora del premio Hugo al mejor libro de ciencia ficción de ese año, se describe una revolución libertaria en la Luna cuyo objetivo era liberarla de los controles políticos y burocráticos de la Tierra. Uno de los personajes, álter ego de Heinlein, es el profesor Bernardo de la Paz, quien dice: "El derecho humano más básico es el derecho a comerciar en el mercado libre". De la Paz se autodenomina "anarquista racional", definición que se escuchó muchas veces a Jorge Luis Borges.¨
Lea la primera parte de El Eternauta:

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