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Sunday, January 27, 2013

Los libros que no leeremos: Límites


No recordaba que Borges hubiera escrito al respecto de los libros que no leeremos, hasta que dí con su poema Límites en Internet.
Tengo ese esbozo de pensamiento, casi inconsciente,  al ver tantos libros que tengo por leer:  cuando elijo el próximo de mi lista mental, generalmente sigo con el que más me gusta, porque pienso, tal vez no llegue a leer los demás.
Sé que es un pensamiento pesimista, pero no me cabe duda que siendo tan ávida lectora, me iré de esta vida dejando libros sin leer en mi biblioteca.
Acá les dejo el poema de Jorge Luis Borges, en inglés y en castellano, ambos hermosos, melancólicos también.


Límites

De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido

a Quién prefija omnipotentes normas
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas
que destejen y tejen esta vida.

Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido
¿quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo, nos hemos despedido?

Tras el cristal ya gris la noche cesa
y del alto de libros que una trunca
sombra dilata por la vaga mesa,
alguno habrá que no leeremos nunca.

Hay en el Sur más de un portón gastado
con sus jarrones de mampostería
y tunas, que a mi paso está vedado
como si fuera una litografía.

Para siempre cerraste alguna puerta
y hay un espejo que te aguarda en vano;
la encrucijada te parece abierta
y la vigila, cuadrifronte, Jano.

Hay, entre todas tus memorias, una
que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.

No volverá tu voz a lo que el persa
dijo en su lengua de aves y de rosas,
cuando al ocaso, ante la luz dispersa,
quieras decir inolvidables cosas.

¿Y el incesante Ródano y el lago,
todo ese ayer sobre el cual hoy me inclino?
Tan perdido estará como Cartago
que con fuego y con sal borró el latino.

Creo en el alba oír un atareado
rumor de multitudes que se alejan;
son lo que me ha querido y olvidado;
espacio y tiempo y Borges ya me dejan.

2 comments:

  1. Myriam, cuanto Borges hay en cada libro. Cuantas bibliotecas tienen el laberinto del otro.
    Es infinito el placer de lo que se vislumbra. A veces releer, apacigua y curva el tiempo.
    Dejar es el único verbo que nos precede.

    Abrazo lector.

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  2. Gracias Sergio, hermosas palabras. Un abrazo,

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