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Tuesday, October 16, 2012

Acerca de ¨el encanto de la acumulación¨

Cajas en el desván. Arte digital de Myriam B. Mahiques

Estaba leyendo hoy el artículo traducido al español de Gretchen Rubin, escritora estadounidense que vive en Manhattan, y me sentí identificada.
En casa estamos en plan de ¨desacumulación¨, nuestro espacio se ha comprimido cada vez más. Somos cuatro personas juntando objetos por años y mucho hemos dejado en el camino. A decir verdad, somos una familia de cinco y aún llevamos mudando objetos de nuestra hija mayor emancipada.
He mirado las bibliotecas, mis libros esparcidos por doquier y sé bien lo que significa mudarlos. Dinero, esfuerzo. No obstante, logré deshacerme de unos 5 (!) libros, entre diccionarios de bolsillo, una enciclopedia visual de niños y un libro que detesto de Coelho ¨El ganador está solo¨ (The winner stands alone).
Nos hemos acusamos mutuamente de acumular cosas ¨sin sentido,¨ claro que algunas son prácticas, pero otras solamente nos traen satisfacciones al corazón. Me pregunto qué hacen los demás con las tarjetas de cumpleaños. Algunas las he desechado, otras las pongo entre los libros, al cabo de años, son una cantidad. Hace años, cuando me mudaba a EEUU, decidí tirar los cuadernos de primaria de mis hijos, ahhhhh, qué doloroso. Pero aún conservo algunos de los diarios de las ¨nenas.¨
Mi marido juntó tres bolsas enormes de ropa para donar, adentro, todo en buen estado; mis hijos juntaron muñecos, cajas de videos y juegos (sólo guardaron los cd´s). Mi placard no se ha vaciado notoriamente ¨es que mamá dona uno y compra dos¨,  protesta mi hijo... Y así nos fuimos al Ejército de Salvación. No obstante, entramos al recinto de venta y me vine con un par de platos y ensaladera japoneses, hermosos, y me pregunto quién donaría algo así.
Dicen que lo que se dona puede traer felicidad a otros. Y así, siento que estamos en un círculo vicioso de la acumulación.
Rubin habla de los emails. Tengo una casilla de email que ya no funciona, desde hace años, no me llegan los emails, y cada tanto me pregunto porqué no la borro. Pues no puedo, tengo emails de amigos de hace muchos años....Les copio debajo unos párrafos del artículo de Rubin, parece una nota banal, pero seguramente lo disfrutarán:


Este es el dilema cultural que sirve de base a una industria del almacenamiento que mueve miles de millones de dólares: amamos nuestras cosas y también soñamos con deshacernos de ellas. Según la Self Storage Association, uno de cada 10 hogares estadounidenses alquila una unidad de depósito. Aun así, nuestros armarios, buhardillas, sótanos y garajes están repletos. El Departamento de Energía estima que 25% de las personas que tienen un garaje para dos autos en Estados Unidos no estacionan en él sus vehículos.
Todo este amontonamiento puede generar niveles altísimos de desesperación. Conozco a un tipo que borró temerariamente todos los correos de su bandeja de entrada para alcanzar el éxtasis de la “bandeja de entrada cero”. Otra conocida celebra el Año Nuevo tirando todo lo que tiene en la heladera. “¿Incluso un frasco de ketchup por la mitad?”, inquirí. “Todo”, me respondió. (...)
Yo afirmaría que, como no queremos considerarnos materialistas o preocupados por adquirir cosas, a menudo negamos la importancia de nuestras posesiones y no dedicamos tiempo suficiente a pensar de qué manera aumentan nuestra felicidad. Las cosas que poseemos ejercen una fuerte influencia en la atmósfera de nuestras casas. Mi enorme biblioteca de literatura para niños, la colección de adornos de porcelana de Maine de mi amiga: también estas cosas contribuyen a nuestro sentimiento de identidad.
Objetos recibidos como regalos conmemoran hitos importantes como bodas, nacimientos y graduaciones. Las fotos nos recuerdan a los seres que amamos. Las posesiones por sí solas no pueden hacernos felices, pero sí pueden desempeñar un papel importante en una vida feliz.

4 comments:

  1. Hace bien mudarse porque gracias a ello nos vamos desprendiendo de cosas que no usamos durante años. Yo soy de guardar y me encariño con los objetos materiales, ellos me dicen que existo y que fuí. El artículo de Rubin se lo voy a leer a mi marido, él es de tirar pero...cuando lo necesita me pregunta dónde estará y yo como guardo casi todo le digo:- Acá está! - jejeje!
    Besosss

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    1. Me hiciste reír Norma, mi marido guarda cantidad de hojas impresas, toneladas diría, y cuando voy a tirarle algo me pesca....No obstante logré tirar carpetas completas, enormes, llenas de papeles viejos.... A mí me hace bien hacer este tipo de limpiezas cada tanto. El artículo, me gustó, no hay quien se salve del tema. Besos,

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  2. Myriam, el apego tiene una raíz que yo creo comenzó cuando el hombre dejó de ser cazador-recolector y se hizo sedentario. Detener el tiempo cuando esta inscrito el cariño en él, nos da consuelo. Vivir en desapego, dicen, es esta muy cerca del bien estar.

    Es evidente que mi estado es todavía una saturación de apegos.

    Abrazos para guardar.

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    1. Hola Sergio, yo no suelo mirar la carpeta de emails con spams, y hoy he encontrado tu comentario en esa carpeta, no sé qué puede haber pasado. Gracias por pasar por el blog y comentar inteligentemente, un beso,

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