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Tuesday, August 28, 2012

Doña Flor y sus dos maridos. Dona Flor and her two husbands


Así se ve la tapa del libro que he leído de Jorge Amado, Doña Flor  y sus dos Maridos, en inglés, y ya lamento no saber leer en portugués....... No obstante, la traducción es muy buena, creo que este libro merece leerse en portugués o al menos en castellano, para que no pierda su espíritu sudamericano.
Lo encontré de casualidad, usado, y lo compré para pasar el tiempo en la playa. Porque he estado influída, todos estos años desde mi adolescencia, por haber visto la película de Sonia Braga (prohibida para menores de 18), cortada, en el cine de barrio. Y que me quedó? Pues sólo un par de escenas de amor y sexo apasionado, un fantasma jocoso y nada más.
Creo que ha sido una sido una gran oportunidad para mí encontrar el libro, porque jamás hubiera imaginado que lo disfrutaría tanto y echaría por tierra mis imágenes adolescentes. 
Voy a advertirles, el libro en paperback tiene más de 500 páginas, pero no se sienten. Es como los buenos vinos, hay que degustarlos de a poco y ver en él todo lo que nos deja: un pintoresquismo absoluto de los hermosos barrios de Bahía de San Salvador, las iglesias con sus iconografías mezcladas entre imágenes africanas y cristianas, que hacen eco de las ceremonias, no, esa no es la palabra, son ritos ofrecidos a los dioses paganos que aún rigen en las calles de Brasil.
Si bien la novela es clara en su concepción, hay una cantidad de personajes nombrados, se siente como si el autor estuviera compartiendo ¨chismes¨ a sus propios lectores.
La primera mitad del libro, es la vida de Doña Flor (Florípides) con su novio y luego marido, el jugador empedernido y mujeriego de Vadinho; su amor absoluto para con él, sus angustias por su comportamiento y la muerte que lo arrebata en pleno carnaval. La segunda parte, habla de su casamiento en segundas nupcias con Teodoro, un farmacéutico de ¨título universitario¨ (aunque se duda que le corresponda el de doctor con una carrera más corta), un hombre de costumbres rígidas, de bondad sin lugar a duda, inocente, y alejado de toda corrupción. Es decir, un marido es la antítesis absoluta del otro.

Ésta es la escena más famosa en Internet, bajada de Google images. Doña Flor y ambos maridos, Teodoro con traje y Vadinho, desnudo, con su ¨bigote insolente¨. En el medio, la hermosa Sonia Braga.

Sin embargo -y ya llegamos a las páginas finales- la monotonía de su vida tan armada junto a Teodoro, provoca depresión a doña Flor, quien, regida por una de las diosas ambivalentes del culto brasileño, es calma por fuera y fuego por dentro. En su desesperación, llamaen sus pensamientos a Vadinho, quien regido por un dios demoníaco, vuelve en ¨carne¨ y espíritu pero sólo visible a Doña Flor. Y él le plantea de seguir su vida sexual con ella, y compartirla con Teodoro, quien además llevaría adelante su vida pública. Lo cual, sería conveniente para los tres.
Doña Flor lo ve como un engaño conyugal, donde ¨plantaría cuernos a Teodoro¨ y se resiste, hasta que su cuerpo sucumbe.
En su regreso de la tumba, Vadinho no pierde sus manías y ayuda a todos sus amigos, compinches en los casinos y casas de prostitutas, haciendo quebrar al capo mafia de Bahia. 
No les diré el final, sólo que es un libro que recomiendo de corazón, una novela que nos hará reir y emocionar, más aún si conociéramos el pintoresquismo bahiano.
He de ver la película una vez más. Ví en U tube que hay una nueva versión de la novela, sin embargo, creo que el personaje de Sonia Braga y José Wilker son irremplazables. 
Pregunta del millón: ¿Es posible amar así a dos personas distintas como lo hizo doña Florípides?

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