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Friday, June 8, 2012

Se publica "Claraboya", la primera novela de Saramago

José Saramago. Foto publicada en el artículo de referencia

Comparto las buenas noticias desde Revista Eñe de Cultura: 

¨Claraboya es la primera novela de Saramago: rechazada por las editoriales en su momento (ni siquiera le contestaron), “perdida” después en los depósitos de esas editoriales, recuperada y guardada por el autor, que se negó a publicarla cuando ya era famoso y la editorial se retractó. Pilar del Río, su mujer y traductora al castellano, cuenta el episodio en su prólogo, “El libro perdido y hallado en el tiempo”, en el que explica sus sentimientos cuando la leyó. “Es verdad que (Saramago) murió y ya no está”, dice, “pero, de pronto, donde Claraboya ha sido publicada… (se siente) que Saramago ha vuelto a publicar un libro”. La conmoción de volver a ponerse en contacto con la voz intensa del escritor se refleja en las palabras de su viuda y le da un sentido diferente a la lectura de Claraboya. Los lectores de Saramago sienten exactamente eso: que esta novela es un reencuentro. (...) 
Como Historia del cerco de Lisboa o, en otro sentido, Ensayo sobre la ceguera, esta novela cuenta una historia chiquita que, además, es claramente coral. El hilo narrativo pasa de personaje en personaje dentro del escenario de un edificio de medio pelo que habitan mujeres y hombres con “tareas de vida pequeñita, de vida sin ventanas en el horizonte”. Saramago explora el sentido de esas vidas, que se resumen en “el pasado para recordar, el presente para vivir, el futuro para recelar”. Ninguno de los personajes tiene mucho que esperar de lo que vendrá. El edificio es un microcosmos que pinta el panorama de la clase media y media baja en el Portugal de esa época. Hay matrimonios que se llevan bien (son un ejemplo) y matrimonios hundidos en la violencia; jóvenes que empiezan a salir adelante y jóvenes que no van a ninguna parte; mujeres, la mayoría maltratadas y dominadas, muchas, compradas por el sistema y el dinero; viejos que siguen peleando por los suyos como pueden; familias venidas a menos y también solitarios que creen ser independientes. Todas estas historias se tocan, se unen y se dejan unas a otras por los pasillos del consorcio. En conjunto, muestran un Portugal hundido en la represión, seco, casi muerto.¨ 

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