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Thursday, March 29, 2012

Quejas por las restricciones al ingreso de libros importados en Argentina


Esta noticia me ha llenado de estupor y vergüenza. Si bien mi blog no es político, no puedo hacer oídos sordos a lo que ocurre en mi país con las restricciones a las importaciones. Dejando de lado las de los grandes comercios, es inusitado que ahora no permitan que los libros importados lleguen a la puerta del comprador. De hecho, a mí me sucedió. Envié 5 ejemplares de mi tesis por correo standard desde EEUU y quedaron varados en el Correo Central, esto fue casi un año atrás. Cuando yo declaré ¨libros de texto¨ y llené la caja frente al empleado del Correo de Huntington Beach, CA, EEUU.
Me acusaron que yo ¨no recordaba las prácticas de mi país.¨ Puede que me hubiera olvidado, cuando yo recibo regalos y envíos de mi familia desde Buenos Aires, en la puerta de casa. Y, si hay algo ¨sospechoso¨, por supuesto se abre para controles aduaneros, como me pasó con la harina de garbanzos....
De La Nación, sección Opinión transcribo y dejo el link para leer todo el artículo:

 Las restricciones al ingreso de libros y revistas impuestas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, provocaron una fuerte polémica porque obligan a los particulares que compran publicaciones en el exterior a buscarlas en Ezeiza y a editoriales y librerías a recurrir a un servicio de despachante de aduana para los pedidos inferiores a 50 kilos y 1000 dólares. Hasta la entrada en vigor de la curiosa normativa, una persona podía comprar un libro, por ejemplo, en Amazon y el servicio de correo privado acercaba el ejemplar hasta el domicilio. Ahora el comprador deberá ir hasta Ezeiza y esperar una autorización para llevarse lo que compró. En Aduana deberían chequear que la tinta de las publicaciones no contenga cantidades de plomo superiores al 0,05 y el 0,06% en su composición química. Nadie sabe cómo ni cuánto tiempo podría demorar ese tipo de análisis, que fueron adjudicados al laboratorio TUV Reinhald. Desde Santa Fe, el investigador emérito del Conicet, ex titular del Parque Tecnológico Litoral Centro y docente de la UNL Alberto Cassano ya siente en carne propia el faltante de libros científicos en inglés en las librerías de todo el país. "Yo necesito esos libros para continuar mis investigaciones y recientemente, por un envío de una docena de libros que adquirí por Internet, la Aduana de Santa Fe me cobró un recargo del 50 por ciento. Terminé pagando unos 4000 pesos", comentó a LA NACION. En este contexto, escritores e intelectuales argentinos manifestaron su preocupación por el avance de este tipo de medidas que limitan el acceso a bienes culturales. El grupo de intelectuales de Plataforma 2012 criticó con cierta ironía la medida, al sostener que las prevenciones que aduce la Secretaría de Comercio Interior para tomar tal medida se refieren a que las tintas usadas en la impresión pueden contener más de 0,06% de plomo y que, por lo tanto, pueden ser peligrosas para la salud de la población. "Causa estupor que el mismo gobierno que acepta la utilización de sustancias químicas contaminantes en la megaminería a cielo abierto alegue ahora razones de índole sanitaria para tomar una medida tan engañosa como falsa", dijo este grupo, integrado por Beatriz Sarlo, Gabriela Massuh, Luis Felipe Noé, Maristella Svampa y Herman Schiller, entre otros. "Sería bueno escuchar qué opinan de estos acontecimientos los ministros de Educación, de Ciencia y Tecnología y el director de la Biblioteca Nacional, entre otras áreas directamente afectadas por las medidas", agregaron lo intelectuales. El ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, calificó la medida como "inconducente" y pidió a Moreno que "reflexione" para dar marcha atrás con las limitaciones, al opinar que "estamos en un límite muy complicado". Consultada por los efectos de la normativa, la gerenta de la Cámara Argentina del Libro, Diana Segovia, dijo que la nueva disposición es "fuerte porque afecta a los particulares; en el comercio grande es relativamente poco el impacto pero en la percepción es enorme porque ahora un particular no puede recibir su libro o revista como siempre", expresó a LA NACION. (....)Por su parte, Leila Guerriero, periodista y autora, se preguntó por las consecuencias prácticas de esta medida. "¿Los suscriptos a revistas extranjeras tendrán que peregrinar una, dos o tres veces por mes a Ezeiza a retirar ejemplares?"
La imagen acompaña al texto original en La Nación

6 comments:

  1. Hola Myriam:
    Por más que los espacios como el tuyo no sean políticos es imposible estar al margen de cuestiones políticas que tienen un importante impacto social. Resulta absurda esta restricción. Como si de veras se velara por la salud y bienestar de la población.
    Va un fuerte abrazo.

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    1. Así es María Eugenia, es impensable y ni te digo el resto de las restricciones, hay empresas cerrando y despidos, por supuesto. Hace unos minutos mi esposo me dice que se echaron atrás con la medida, aún no conocemos los detalles. Hubo una multitud de quejas, especialmente de investigadores.
      Un beso,

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  2. Myriam, tristes nubarrones, parece que están volviendo los tiempos de la contra reforma y aires inquisitoriales quieren volver a erosionar las libertades.
    Denunciar de cualquier forma estas derechas intransigentes bajo la pereza mental de las izquierdas.
    Espero que esta medida quede rápidamente atajada.

    Abrazo sin plomo.
    Sergio Astorga

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  3. Hola Sergio, como le decía a M. Eugenia, parece que revocaron la medida, pero hay muchas otras más, que restringen importaciones y cada producto (nunca pensé fueran tantos) tiene alguna piecita importada, con lo cual, no se puede fabricar, no se consigue en el mercado, y la empresa en cuestión, al cabo de meses tiene que despedir gente y luego cerrar. Sinceramente, no puedo creer que haya tantos ineptos en el poder... Un beso,

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  4. Es una tristeza como Argentina, que tiene una gran riqueza cultural lleguen a estas medidas de restricciones. Nosotros no estamos muy lejos. El control de cambio ha hecho que los libros no se consigan en las librerias. besos. Judith

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    1. Supuestamente las restricciones a las importaciones son para defender la industria local, el plan no funcionó en absoluto porque todas las empresas necesitan algún insumo importado para completar la fabricación de los productos, especialmente los medicamentos, la gran mayoría son importados. Acabamos de leer en el diario on line que tres funcionarios que sostienen la medida viajaron a EEUU, supongo a negociar. Y los tres arrasaron con los shoppings, la verdad, es una vergüenza absoluta.... Besos,

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