Pages

Thursday, January 5, 2012

Acercamiento al maestro

Árboles al viento. Pintura digital de Myriam B. Mahiques

No reparaste en mis ansias de  recorrer la gran casona blanca que yo imaginaba un museo repleto de libros, prácticamente me empujaste a través de corredores, para llegar a los jardines circundantes, -más bien diría bosques de altos árboles- de los que no estoy segura fueran de su gusto, afin a los arbustos recortados de laberintos medievales. En un claro de pasto cortito y bien mantenido, un hemiciclo de asientos fijos cerraba un espacio donde un orador de la Fundación hablaría de la sabiduría del maestro, deslizando simpático anécdotas de sus manías e ironías.
Dudo que él aceptara el bullicio de la gente que merodeaba en el verde, me lo hacía recluido, atado a su madre por tantos años, sin hijos que lo distrajeran de su labor, con amigos selectos que jamás se recostarían en esas lonas de circo multicolor.
Te iba a comentar sobre mi disgusto in crescendo, querría pensar que el maestro aún estaba entre las paredes altas y que él mismo, confrontando su personalidad, propuso abrir las puertas del predio para compartirnos su paisaje alterado, mientras miraba por la ventana, impasible y postrado. Mas adelantándote a mis pensamientos, con codazos me dijiste, -¨Ahí está! Es tu oportunidad para conocerlo!!!¨-.
Y qué alegría verlo en su cincuentena, aún con ojos bien abiertos, amplia sonrisa, el pelo canoso en su lugar, un poco más de peso y un bronceado que le sentaba bien.
Me miraste con insistencia, forzándome a llamarle la atención, a preguntarle lo que sea, sobre su vida, su obra, pero nada, en mi sueño enmudecí en admiración, considerando que Borges, el incomprendido, ya lo había dicho todo.

Creative Commons License

4 comments:

  1. Myriam, inquietante sueño. Los agradecimientos tiene la nebulosa de lo irreal aunque los sintamos tan próximos. Pensamos en el tiempo que es o que fue.
    Inquietante, como la imagen de los arboles que son electrificados por el viento. Inquietante.

    Abrazos que se bifurcan.
    Sergio Astorga

    ReplyDelete
  2. Muchas gracias Sergio, he tenido la emoción de verlo personalmente, aunque sea en sueños. Un beso,

    ReplyDelete
  3. Cuando yo te vi, Myriam, pensé en las renuncias de mi vida, para poder veros, lo recíproco existe -o debiera- acaso el viento nos indica el camino a seguir; la senda es ruda, el abandono a tiro, la recompensa escasa. Un día, el escritor -y los lectores: la lectura es el robo- se fundirán en uno que diga plácidamente más que nada -y el todo no es lleno de imposibilidad de redecirse; tantos son los maestros; tantos los seguidores; tantos los apostados a la vera del signo y de lo fatuo; saludos Anónima.

    ReplyDelete
  4. No iniciaré una discusión filosófica, pero no me has visto, has visto fotos de mí -que son mi representación- y conoces algunos de mis trabajos. Es cierto, soy anónima para algunas personas.

    ReplyDelete