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Tuesday, June 28, 2011

Libros infantiles ¨disfrazados¨ de juguetes

Foto de Todocoleccion.net

Los cuentos clásicos infantiles los leía casi siempre cuando me contagiaba alguna enfermedad eruptiva en el colegio. Mis tíos venían a saludarme y traían algún cuento, a mí y a mi hermana que seguía con la cadena de contagios. Este libro de Caperucita troquelado, creo que era de ella, y a mí me había tocado el de los fugitivos. Tan encantada estaba con estos libros de hermosas ilustraciones a los que tirábamos la solapa, y la cara del lobo aparecía y desaparecía, mientras Caperucita se escondía tras el árbol, o los ladrones que se acercaban o no a la ventana. Y qué lindo, cuando al abrirlo se troquelaba y se armaba el bosque o el cuarto de la abuela en 3 dimensiones!!! Con los años, pienso que tal vez estos libros, más la maqueta de la ciudad que hicimos en 2o grado, influenciaron para que yo eligiera ser arquitecta.

Foto de todocoleccion.net

Aunque ajados, no pude tirarlos y así quedaron en mi biblioteca de soltera, para que luego jugaran mis hijos, que también se deleitaron con ellos. Los tiempos cambian y a mis chicos les compraba también unos cuentos con una estructura plástica con botones de personajes, según el botón que tocaban era el sonido emitido. El último lo tiré en una mudanza, tan insoportable se me hizo que cada vez que le caía algo arriba, escuchaba la voz de Scooby Doo. 
Leía en La Nación que actualmente en Argentina el libro-juego es una moda, ya no existe una clara frontera entre el juguetito y el cuento, como sea, lo imprescindible es que el niño tome placer por la lectura:

"Un libro para jugar, un juego para leer" se lee en Los super premios, de Pablo Bernasconi. Esta afirmación resume la concepción de los libros infantiles del siglo XXI, donde un texto es acompañado de otras actividades que permiten que los niños interactúen con el libro. "Es una tendencia mundial desde hace dos o tres años; el libro es un libro juguete", afirmó Luz Enríquez, directora de la editorial El Ateneo.
"Los chicos ahora tienen muchas más inquietudes, no se conforman con el cuento clásico, están acostumbrados a hacer muchas actividades en poco tiempo", detalló Mariana Teper, mamá de Manuel, de 4 años. "Además, con los libros clásicos la actitud de los chicos es pasiva, sólo escuchan. En cambio, cuando la historia demanda su participación, porque tienen que recortar o responder a alguna pregunta, las actividades son más prolongadas y la atención también", agregó.
La oferta en libros para niños asombra a quienes hace rato dejaron atrás la infancia. En los estantes de las librerías puede verse un teclado de piano para recrear la melodía detallada en un pentagrama, globos e inflador, arcilla para hacer figuras y hornearlas, botones que relatan un capítulo, que emiten música, sonidos o que detallan consignas por realizar; pizarras donde se pueden reproducir los dibujos enseñados; imanes, papeles para realizar un origami, telares, muñequeras con "dispositivos de poder", lectores mágicos que leen los cartuchos que narran cuentos, rompecabezas, títeres de dedo, herramientas de búsqueda, cohetes de goma, tijeras, paños y pompones, proyectores, CD y muchas cosas más.¨
Lea la nota completa de Juana Molina:

2 comments:

  1. Me parece maravilloso que se tomen actividades didacticas en el mundo de la literatura infantil Hoy en dia , los chicos son mas despiertos, y deben brindarseles un sin fin de actividades de juego acompanada de la lectura. Esto ayudara a cautivar mas a futuros lectores en el dia de hoy. besos. Judith

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  2. Gracias Judith, me alegra que aportes tu opinión experta. Un beso,

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