Ensayo sobre el botón LIKE

LIKE. Pintura digital de Myriam B. Mahiques

Me inquieta el botón ¨LIKE¨, también llamado ¨me gusta¨, porque encierra en su pequeñez la grandeza de múltiples significados. Además del consabido ¨estoy de acuerdo¨, podríamos pensar en ¨me complace¨, ¨no estoy inspirado para comentar como debiera¨, o ¨no dispongo de tiempo¨,  entre otras posibles acepciones. El problema se suscita cuando el botón corresponde a la publicación de una situación desagradable, un accidente o catástrofe, tal vez apreciamos el compartir la noticia pero no el hecho en sí, lo que nos obliga a aclarar precisamente el porqué de nuestro ¨LIKE¨. El símbolo mismo que lo representa, un pulgar hacia arriba, es malinterpretación histórica de la época de los eventos en el Coliseo Romano, donde el dedo extendido como espada sin dirección específica –vertere- significaba la muerte, y el dedo cerrado contra la mano –premere- salvaba la vida del gladiador, lo cual, nos lleva nuevamente a la controversia, pues si las cabezas no rodaban y la sangre no se derramaba a borbotones en la arena, el espectáculo circense no era tan propicio a las masas, así como el práctico ¨LIKE¨ puede no satisfacer ampliamente al autor del post.