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El director Oliver Parker estrenará la semana próxima en España su versión del clásico de Oscar Wilde, protagonizada por Ben Chaplin, como el pintor Basil Hallward, y Colin Firth, en el papel de Henry Wotton. La versión fílmica anterior de la novela es de 1945.
Parker, que hoy visitó Madrid junto al protagonista de su película, el actor británico Ben Barnes, ha cambiado algunas cosas del original, la más llamativa la elección de Barnes para el papel de Dorian, un moreno de profundos ojos negros para encarnar al eterno rubio de ojos azules del original.
"Creo que el diablo está aquí a todas horas y nosotros le alquilamos el alma a ratos", bromeó el director en una entrevista, aunque Barnes se mostró dispuesto a vender la suya a cambio de un papel en una película de Pedro Almodóvar.
"El retrato de Dorian Gray", que protagonizan junto a Barnes los también británicos Ben Chaplin, como el pintor Basil Hallward, y Colin Firth, en el papel de Henry Wotton, es una adaptación un poco "extrema" del libro, explicó Parker, mucho más libre, menos teatral y más cinematográfica.
Así, ha inventado una hija al enigmático Henry: "queríamos buscarle una debilidad, ver su lado frágil y vulnerable. Al aparecer Emily (Rebecca Hall), mostramos a un Henry parecido a Frankenstein, donde el doctor crea un monstruo que luego le destruye".
La película, ambientada en el Londres de finales del siglo XIX, recrea el canto al hedonismo creado por Wilde e investiga hasta dónde es capaz de llegar el hombre por conservar la juventud: Dorian expresa su deseo de no envejecer ante su retrato y éste comienza a reflejar tanto su decadencia física, como moral, mientras él permanece joven y bello.
"Creo que el diablo está aquí a todas horas y nosotros le alquilamos el alma a ratos", bromeó el director en una entrevista, aunque Barnes se mostró dispuesto a vender la suya a cambio de un papel en una película de Pedro Almodóvar.
"El retrato de Dorian Gray", que protagonizan junto a Barnes los también británicos Ben Chaplin, como el pintor Basil Hallward, y Colin Firth, en el papel de Henry Wotton, es una adaptación un poco "extrema" del libro, explicó Parker, mucho más libre, menos teatral y más cinematográfica.
Así, ha inventado una hija al enigmático Henry: "queríamos buscarle una debilidad, ver su lado frágil y vulnerable. Al aparecer Emily (Rebecca Hall), mostramos a un Henry parecido a Frankenstein, donde el doctor crea un monstruo que luego le destruye".
La película, ambientada en el Londres de finales del siglo XIX, recrea el canto al hedonismo creado por Wilde e investiga hasta dónde es capaz de llegar el hombre por conservar la juventud: Dorian expresa su deseo de no envejecer ante su retrato y éste comienza a reflejar tanto su decadencia física, como moral, mientras él permanece joven y bello.
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