Pages

Sunday, May 16, 2010

Definición de un Best-Seller

Según  Francisco Álamo Felices, en su texto Literatura y mercado: El best-seller.  Aproximaciones a su estructura narrativa, comercial e ideológica, publicado en revista Espéculo, Número 43:
¨A pesar del lugar común que, en el marco nunca preciso y poco exhaustivo del ejercicio de las precariedades definitorias, ha consolidado al best-seller como un producto […] “sinónimo de obras que se alejan de los parámetros estéticos, de la vitalidad e innovación, de la potencia creativa y calidad o, entre otras características, de la originalidad que el ‘canon’ predica como vitales para la materia literaria” (Acín, 2001: 103), o, por otro lado, incardinándolo, desde un sociologismo mecanicista, a las veleidades interesadas de las operaciones mercantilistas y a la influencia, determinados sectores sociales, del cine (Vilches de Frutos, 2002) y de la televisión y entendido así como aquellos “libros que unen a un extraordinario éxito de ventas (resultante en ocasiones de una buena operación de mercado) su fama fugaz, a veces paralela a la de su autor. Un best-seller demuestra que no suelen ir juntos el éxito editorial y la calidad literaria; los textos en los que ambos se unen, constituyen la excepción. El gran público devora a menudo obras, con valores estéticos o no, por el mero hecho de que se hayan convertido en películas o series televisivas” (Platas, 2000: 83), la disección de la conformación, producción y desarrollo comercial del entramado bestsellerista deviene una reflexión más ralentizada y a la inclusión, en dicho proceso, de otros elementos también radiales.
Partiremos, por consiguiente, con el objeto de ampliar las esferas de elementos que inciden y encadenan a este producto literario, y sólo por su exhaustiva perspectiva, de nuestra propia propuesta -de raíz narratológica- para, a continuación, completarla y complementarla con otras aportaciones desde otros campos de la teoría literaria y de las ciencias de la información. Concebimos, pues, al best-seller de acuerdo con las siguientes líneas estructurales programáticas:
“Literalmente, el ‘mejor vendido’, término de índole comercial aplicable a determinadas obras artísticas (discos, libros, etc.), usualmente novelas con componente de aventuras, acción, intriga o suspense en el caso de la literatura, que alcanzan un elevadísimo índice de ventas nacionales o internacionales. A tal éxito de consumo, aparte del gusto del público, contribuyen notoriamente todos los mecanismos comerciales, incluyendo tanto la publicación semanal de los catálogos de los más vendidos en casi todos los suplementos literarios como su propia distribución y colocación muy a la vista del público en grandes almacenes; como indica Marchese (1994: 43), ‘cuando el libro es pensado desde su concepción para ser un best-seller se articulan en su promoción todos los intereses y mecanismos de la industria cultural (sondeos de mercado, ‘horizonte de expectativas’ del público, condiciones históricas peculiares, eficacia de la información, etc. Algunos novelistas, particularmente norteamericanos (Stephen King, Ken Follet, John Grisham, Noah Gordon…), se han especializado en la creación de best-sellers combinando ciertas fórmulas narrativas -novelas de intriga, acción, misterio, historia- con las grandes campañas publicitarias editoriales. En otros casos, son simplemente estas campañas editoriales las que, mediante la creación de determinados premios y/o el uso de ciertas técnicas comerciales de publicidad y venta, promueven la compra de numerosos ejemplares de determinados relatos que, en principio, no están autoralmente pensados y escritos según las convenciones y patrones de tal literatura comercial: en España, las novelas galardonadas con el Planeta o ciertas obras de Pérez Reverte, Vázquez Montalbán, Javier Marías, Eduardo Mendoza, Antonio Gala, etc., son un ejemplo de ello” (Valles y Álamo, 2002: 245-246).¨
Para leer el artículo completo
http://www.ucm.es/info/especulo/numero43/limercad.html

No comments:

Post a Comment