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Tuesday, September 2, 2014

Los períodos tardíos de los artistas. La positiva influencia del fantasma de la muerte

Undiminished … JMW Turner's War. The Exile and the Rock Limpet. Photograph: Sam Drake/Tate London. Bajado del artículo de Smiles

Acá estoy nuevamente, luego de un largo intervalo por falta de tiempo, aunque siempre me esmero por encontrar minutos valiosos de lectura. La tablet, que tanto dudé en comprarla, ha sido una gran ayuda para trasladar libros electrónicos en un formato muy cómodo. Y su luz beneficia a mis ojos cansados por la noche.Tomando el hilo del tema del sutil envejecimiento, y en el ámbito de la muestra de J. M. W. Turner que abrirá a fines de febrero del 2015 en el Getty Center (y a la que espero poder asistir), estoy muy entusiasmada por ver la película biográfica británica Mr Turner, en diciembre de 2014 y mientras tanto, leo los artículos de The Guardian, ya que la muestra itinerante está camino a Inglaterra.El artículo de Sam Smiles sobre los períodos tardíos de los autores, ¨Artists over fifty: better late than ever?¨ me resulta bastante original, porque no habla en sí de las características estilísticas, sino de los grandes logros de autores en su edad madura.

Se habla del mito de la declinación de la obra en la  ¨vejez¨, cuyos standard originales eran los 45 y 50 años. Luego de esa edad, se consideraba una absoluta degradación, pero ese concepto cambia a fines del siglo XIX y ya se comprende que hay maravillosas obras de ¨late periods¨ en artistas plásticos y también en la literatura. Sin embargo, queda claro que el período tardío no es relativo a la edad. Como ejemplo se cita a los músicos muertos en sus treinta y tantos años, Mozart entre ellos. Algunos autores, muestran una línea de continuidad; otros tienen cambios abruptos, unos pocos debido  a su condición senil o cuasi senil, o por un replanteamiento de vida.Ante la idea de la muerte cercana, deciden liberarse de ataduras, sus estilos cambian radicalmente y lo positivo de la actitud es que no se sienten afectados por la opinión de los demás. Se hace lo que se desea y se siente, sin restricciones, gracias a la -positiva- influencia del fantasma de la muerte.

Autorretrato de Rembrant, de 1969, que fue pintado cuando él tenía 63 años. Bajado del artículo de Miles.

¨Burckhardt wrote his book at a time when two of the most influential figures of the age had thrown down a major challenge to the critics. The last works ofBeethoven and Goetheconfounded conventional standards. When compared with the works of their early maturity, Beethoven's late string quartets or his Choral Symphony and Goethe's second part of Faust could seem mannered and self-indulgent, but it was clear to some that these works needed to be judged by other criteria.
By 1880 a music critic could refer to "the so-called 'late Beethoven'" as an established reference point. And in 1878 Beethoven's example was invoked by one of Turner's champions, William Kingsley, to defend his last watercolours: "These late Swiss drawings bear the same relation to his early work that Beethoven's Choral Symphony does to one of the simple movements of his early pianoforte sonatas."
Un excelente artículo que se presta a la reflexión de cualquier artista que siente el paso de los años. A no bajar los brazos que viene lo mejor!
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